La 'nueva normalidad' de sus señorías
El Parlamento regional retoma su actividad con la celebración de un pleno extraordinario marcado por las medidas de protección colectiva
NACHO GONZÁLEZ UCELAY
Martes, 26 de mayo 2020, 07:14
Los 35 diputados del Parlamento de Cantabria se reencontraron ayer lunes en el antiguo Hospital de San Rafael para escribir juntos una de las páginas más singulares del Diario de sesiones de la Cámara. Por las formas y por los fondos. Porque nada fue lo mismo que la última vez que se vieron allí, en esos días a cara descubierta, y porque, en un gesto inusual, los cinco partidos se sentaron en sus bancadas para remar en la misma dirección.
Partícipes todos ellos de un auténtico homenaje al consenso del que florecieron tres leyes que van a aliviar a los cántabros a los que la crisis del Covid-19 ha golpeado con más violencia, sus señorías comparecieron en la sede parlamentaria para celebrar un pleno extraordinario y sin duda atípico.
Por lo pronto, casi la mitad de los diputados tuvo que presenciar el desarrollo de la sesión a través del circuito cerrado de televisión del propio Parlamento, bien desde los despachos asignados a sus grupos respectivos -donde luego ejercieron el voto telemático- bien desde la cafetería del viejo hospicio, que también ha cambiado sus normas. No sirve en barra.
Se trataba con ello de respetar una de las medidas de protección aconsejadas por las autoridades. La distancia social. Dos metros. La justa para acoger en el hemiciclo a una veintena de personas. Ni una más.
Sabiendo que la tarde iba a ser «democráticamente emocionante», porque ya todos conocían el resultado de las votaciones (unanimidad en todos los punto), los 18 diputados elegidos fueron entrando en el hemiciclo bromeando con las mascarillas. «Los bozales», que dijo el regionalista Pedro Hernando.
Abundaban las quirúrgicas. Esas de color verde azulado que dan un aspecto algo más formal. Quien no la traía puesta de casa podía conseguirla a la entrada, donde, además de los tapabocas, había también gel hidroalcohólico y 'kleenex'.
Falta de costumbre
Dio juego eso de las mascarillas. Al menos visualmente hablando, porque si ya de por sí resultaba extraño ver a los parlamentarios con los rostros semicubiertos -alguno tanto que era difícil reconocerlo- no lo fue menos observarles en sus intervenciones. Se las quitaban, se las ponían, se las volvían a quitar, se las volvían a poner...
Ninguno de ellos tan habilidoso como el presidente Revilla, que, en una rueda de prensa improvisada en el patio para anunciar que el Puerto de Santander será incluido en la lista de los que van a poder recibir pasajeros, se bajó el cubrebocas hasta la barbilla para poder hablar y luego se la volvió a subir.
LEYES APROBADAS
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Desarrollo urbanístico Ley de Medidas urgentes para el Desarrollo Urbanístico.
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Afectados por ERTE Ley de concesión de ayudas económicas para mejorar las rentas de personas trabajadoras afectadas por ERTE.
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Sociedades mercantiles Ley de agilización de la gestión de las ayudas a tramitar por las sociedades mercantiles.
Las bromas al respecto se terminaron al comienzo del pleno, cuando el presidente del Parlamento, el socialista Joaquín Gómez, rogó un minuto de silencio por las víctimas de la pandemia, para las que también tuvieron un recuerdo sentido cuantos diputados desfilaron por el estrado para defender una postura política que, al final, no fue la suya sino la del resto.
No todos los llamados lo hicieron. Javier García Oliva (PSOE) y Diego Marañón (Ciudadanos), por ejemplo, prefirieron intervenir desde sus mismos escaños, ahorrándole así algo de trabajo a José Luis, el empleado del servicio de limpieza que se encargó de desinfectar el atril después de cada intervención.
No, no fue para nada la de ayer una sesión más en el hemiciclo del Parlamento de Cantabria, donde no se vieron besos, ni abrazos, ni fuertes apretones de manos. Por no verse ni siquiera se vieron las trifulcas dialécticas a las que acostumbran sus señorías, que alcanzaron la 'nueva normalidad' haciendo un soberbio ejercicio de responsabilidad.