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El PRC escenificó, a lo grande y con un emboque como símbolo, el relevo de Miguel Ángel Revilla como candidato electoral después de 42 años ... ininterrumpidos. Ante un Paraninfo de la UC abarrotado de alcaldes, concejales, líderes municipales y militantes, Paula Fernández fue confirmada como nueva cabeza de cartel regionalista en los comicios de 2027. Un cambio histórico que llega tras unas primarias en la que la diputada se impuso con contundencia a Pablo Diestro, Javier López Estrada y Guillermo Blanco, los tres presentes en el acto, dándole públicamente su apoyo y cumpliendo la demanda de Revilla para que el partido no se rompiera en pedazos tras su marcha. «Nuestra fortaleza es la unidad. Aquí no sobra nadie. Este partido nos necesita a todos dando lo mejor de nosotros mismos», reclamó Fernández, muy consciente de que no puede permitirse divisiones internas antes de unas elecciones que se presentan muy complicadas para el PRC. No solo por la inercia del batacazo de 2023, sino por la atracción de votos que suponía el nombre de Revilla en lo más alto de las papeletas.
No es ningún secreto que Paula Fernández, como su padre político, Rafael de la Sierra, siente menos inclinación por darse la mano con el PP que otros sectores del PRC. Los últimos pactos de Presupuesto y de investidura provocaron un fuerte debate interno, con la nueva candidata como una de las más críticas con poner una alfombra roja a los populares. Y, por eso, dejó muy claro su rechazo a los partidos nacionales y anticipó una nueva etapa de alejamiento con el PP y una oposición más dura. «El Gobierno de Buruaga prioriza sus interés partidistas a los intereses de Cantabria. Han bastado dos años para que sea una realidad a voces que no están a la altura. Que no cumplen. Porque o no saben o no pueden. Tuvieron ocho años para calentar motores y en dos años no han sido capaces de arrancarlos», denunció.
Especialmente crítica fue con la gestión sanitaria del Ejecutivo del PP –«están desmantelando nuestra sanidad pública»–, pero también con los incumplimientos en Educación, el sector primario, los servicios sociales o el turismo.
Pese a estos puñetazos a las políticas del PP, Fernández no quiso cerrar todas las puertas para 2027. Revilla ha insistido en más de una ocasión que el PRC debe gobernar sí o sí, es decir, si no gana, hay que pactar para sentarse en la mesa del Consejo de Peña Herbosa. Por eso, la diputada recordó que el PRC es «un partido de consenso», aunque matizó: «Pero que nadie se confunda: nuestro compromiso no es con siglas, sino con los cántabros. Si es necesario sumar, sumaremos hacia el lado que nos garantice el resultado que mejor defienda los intereses de nuestra tierra. Que no insistan, el PRC no puede casarse con nadie».
Y especialmente molesta se mostró con los comentarios de otros partidos, sobre todo de algunos dirigentes del PP, que vaticinan la desaparición del PRC tras la marcha de Revilla. «Que hablen, que sigan hablando, nosotros a lo nuestro. Quieren escribir nuestra historia para dibujarnos como personajes secundarios. Por mucho que se empeñen, aquí estamos. Aquí no se ha movido nadie. Porque con raíces firmes, el viento es brisa», avisó.
Paula Fernández adelantó que su primera medida como candidata electoral del PRC es presentar en el Parlamento, en las próximas semanas, una nueva Ley de Patrimonio Cultural que actualice la que el PRC aprobó en 1998, cuando gobernaba con el PP en el mandato de José Joaquín Martínez Sieso como presidente y Javier Marcano como consejero de Cultura. «La nueva normativa llevará nuestro sello de identidad, fortaleciendo desde nuestro patrimonio inmaterial hasta la protección de los colectivos que trabajan por la salvaguarda nuestra historia. Porque defender nuestra identidad es proteger nuestro futuro», destacó la candidata, que reivindicó al PRC como padre de la autonomía de Cantabria.
Precisamente, la palabra 'raíces' fue, sin duda, la que Fernández más repitió en su intervención. No es casual. Su victoria en las primarias anticipa un regreso a la identidad del partido. Antes todo se personificaba en un líder incuestionado, ahora ganarán peso interno el mensaje y las ideas. Y la candidata quiere potencias la identidad regionalista que diferencia su partido del resto de formaciones con matriz nacional.
«¿Qué raíces van a tener quienes deciden por teléfono, a 400 kilómetros de esta tierra, qué hay que hacer hoy aquí? ¿Qué arraigo cuando deciden por ellos gente que no sabe que aquí en Cantabria con Sur no llueve, que no conoce nuestras calles ni a nuestra gente? ¿Qué saben de nuestras preocupaciones, qué saben de nuestra identidad, si su brújula se basa en encuestas y en qué beneficia a Ferraz o Génova? ¿A quién obedecen realmente? ¿Dónde reside su verdadera lealtad?», se preguntó Fernández.
Aunque todavía queda por delante la mitad de la legislatura, y que el PRC viene de perder a la mitad de sus votantes –de 122.000 en 2019 a 67.000 hace dos años–, la nueva aspirante regionalista dejó claro que su «compromiso» es ganar las elecciones de 2027. «Los que me conocéis sabéis que para mí no hay descansos, no hay fines de semana, soy como los hospitales de urgencias, 24/7 365 días al año, y a partir de ahora dedicaré todas mis energías a la tarea que más nos importa: recuperar el Gobierno de Cantabria», prometió Fernández, quien también es consciente de que su abrumadora victoria en las primarias no supone «un cheque en blanco», sino un «aval» para ser «la cara visible de un regionalismo compartido».
«¿Qué raíces van a tener en Cantabria quienes deciden por teléfono, en Ferraz o Génova, qué hay que hacer hoy aquí?»
«El PP ha tenido ocho años para calentar motores y en dos años en el Gobierno no han sido capaces de arrancarlos»
«Que sigan hablando, nosotros a lo nuestro. Por mucho que se empeñen, aquí seguimos. De aquí no s e ha movido nadie»
La cita, intencionadamente coral, contó con la intervención de presidentes de juntas vecinales, alcaldes, un concejal de la oposición, el secretario de Juventudes Regionalistas y uno de los miembros más jóvenes de la formación, y estuvo presidida por Revilla, que seguirá siendo secretario general del PRC hasta agotar su mandato a finales del año que viene. Todavía no está claro si seguirá al frente del partido con un cargo orgánico o también dará un paso al lado. «Es el momento del final de una etapa personal. Me veréis desaparecer poco a poco del foco del partido, no de España, que no me dejan en paz», bromeó el líder regionalista sobre su conflicto en los tribunales con el Rey emérito, a quien Revilla siguió echándole en cara sus actos: «No podemos callarnos ante ninguna injusticia, aunque sea un Rey quien la cometa».
El expresidente cántabro, emocionado tras un vídeo en el que se recordaban los inicios del PRC, alabó el «proceso limpio, democrático e imparcial» con el que su partido ha escogido a su relevo electoral. «Paula es la mejor y la próxima presidenta de Cantabria», destacó ante los aplausos de un Paraninfo lleno y un PRC, al menos públicamente, unido. Como él quería.
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