Carolina Gutiérrez

Encargada de taquillas del Racing

«Tenemos un perro con carné de simpatizante»

–¿Qué? ¿Se pasa mucho calor en la taquilla?

–Hace años sí, pero ahora con el aire acondicionado se trabaja muy bien. Da gusto.

–¿Es peor el calor o saber que la playa está ahí al lado pero toca trabajar?

–Sin duda, que me toca trabajar. La gente me da mucha envidia cuando pasa con sus toallas, neveras y sombrillas (dice mientras se ríe). Eso sí, voy directa en cuanto cerramos. Es cuando mejor hace y la playa ya está vacía, nadie te molesta.

–¿Cambia mucho la tarea o la actitud de los que vienen en verano con respecto al resto del año?

–Sí, cambia por completo. En verano lo disfrutas porque hay gente, hay ambiente. Están más animados y con más alegría. Es más divertido. El ánimo con buen tiempo se aprovecha mejor.

–Para vender abonos, ¿mejor que llueva o un día de playa?

–La realidad es que cuando hace malo se trabaja más. La gente disfruta del verano en Santander y, a veces, se acercan al salir de la playa, pero, en general, los días que parecen de invierno vendemos mucho más.

–En esto también tendrán hora punta, ¿no?

–Sí, por las tardes. A última hora de la tarde, cuando ya todo acaba es cuando más gente viene.

–¿Qué es lo más raro que le ha pedido un socio?

–Uff, pues no sabría decirte exactamente. Son muchas anécdotas al cabo de tantos años, pero, si tengo que elegir, me quedo con el famoso perro que es simpatizante del Racing.

–¿Cómo?

–Sí, se llama Blondo. Un perro de diez años que lleva cuatro siendo simpatizante del Racing. Su dueño es carné oro, lleva casi sesenta años de abonado, suele pasear por El Sardinero y un día surgió sobre la marcha.

–¿Algún abonado que tenga supersticiones o algo así? Seguro que tiene buenas anécdotas.

–Tenemos un socio que siempre viene el primer día a renovar. Es un carné plata (con antigüedad de veinticinco años) y lleva toda la vida siendo socio.

–Algo de paciencia les tocará tener de vez en cuando con alguno, supongo.

–Sí, siempre hay mucha gente que quiere intentar mejorar sus asientos. Por lo general, se intenta hacer lo mejor posible, pero, como sabéis, este año estamos con el cupo completo y no podemos hacer cambios porque no quedan asientos disponibles. Así que está siendo más sencillo.

–Por cierto, ¿cómo anda el ánimo? ¿Ilusiones renovadas o todavía andan con el disgusto del final de temporada?

–La mayoría viene con la ilusión de que a la tercera va la vencida. Un año te quedaste en las puertecitas, otro año te has quedado en el portón y dicen que la tercera ya es la nuestra.

–A ver, vender que una ilusión nos persigue tiene que ser bonito, ¿no?

–Sí, me hace mucha ilusión. Después de todos los momentos de dificultad que hemos pasado en el club, esa ilusión no se va a perder. Eso está claro.

–Hasta para vender carnés, nada que ver lo de ahora con lo de estar en Segunda B.

–Nada de nada. Se nota muchísimo. La gente ahora está mucho más animada. Cuando estábamos en Segunda B costaba y los aficionados estaban un poco más reticentes porque muchos habían perdido la ilusión. Pero ahora, por fin, ha vuelto como tenía que ser desde hace años.

–Seguro que algún turista también se les acerca a la taquilla.

–Pues sí, vienen muchos de fuera. Gente de Málaga, de Tenerife... Y te preguntan, te comentan sobre las nuevas expectativas de la temporada, los precios de los carnés... Algunos hasta cogen ideas que en sus equipos no utilizan y las proponen. Este año, por ejemplo, un chico de Málaga decía que allí el abono familiar podría ser interesante.

–¿Y alguno que se haga abonado o simpatizante?

–Este año no, pero recuerdo otras temporadas en las que sí hemos podido hacer altas en esta época y te puedo decir que hay gente que ha venido por aquí y se ha hecho simpatizante. Dicen: «a algún partido podré venir».

–Oiga, que no se lo he preguntado. Doy por hecho que usted es del Racing, ¿me equivoco?

–Soy del Racing cien por cien. Yo y también toda mi familia.

–¿Se atreve con un pronóstico para la próxima temporada?

–Yo digo que esta es la del ascenso. A la tercera va la vencida.