PP y Vox cargan contra el consejero de Sanidad por incumplir el acuerdo: «no puede hacer lo que le dé la gana»

El Partido Popular (PP) de Cantabria se siente «engañado» por el Gobierno de Cantabria, tras conocer que no se cumplirá el acuerdo parlamentario del pasado 21 de septiembre en el que se solicita una solución para que los establecimientos de ocio nocturno puedan funcionar como bares convencionales en tanto dura la prohibición de ejercer su actividad en horario nocturno. Según Íñigo Fernández, diputado del PP en el Parlamento de Cantabria, el consejero de Sanidad «nunca ha tenido voluntad de cumplir el acuerdo» y por ese motivo «nos sentimos engañados».

Íñigo Fernández ha reprochado su actitud al titular de Sanidad: «No puede ser que el consejero de Sanidad, por muy consejero de Sanidad que sea, haga lo que le dé la gana en esta región, y sin dar explicaciones de nada a nadie». «Hay un acuerdo de todos los grupos políticos de esta región, que hemos alcanzado después de varias reuniones, y este señor no puede saltárselo como le dé la gana», añade.

Según los populares, Miguel Rodríguez «se niega a rectificar en una decisión que tomó el, que ha llevado las cosas tan lejos y que ha provocado este daño tan grave a los establecimientos de ocio nocturno, que perfectamente podrían, ya que no pueden trabajar de noche, abrir de día como bares convencionales». Esa es la solución que el Parlamento de Cantabria aprobó por unanimidad en la sesión del 21 de septiembre pasado, e, incumplirla, «no puede tolerarlo el presidente del Gobierno, no puede tolerarlo el consejero y no puede tolerarlo la sociedad de Cantabria», considera Íñigo Fernández.

Según el PP, «ahora la papeleta la tiene Miguel Ángel Revilla, que es el que tiene que tomar una decisión», porque, de lo contrario, más de trescientas empresas de la región están condenadas a la ruina. «Si no lo resuelve, Revilla será el responsable de lo que suceda con estos negocios», añaden los populares, que insisten en afirmar que se sienten «engañados» por el consejero de Sanidad del Gobierno de Cantabria y por el Partido Socialista (PSOE).

También el Grupo Parlamentario Vox en Cantabria ha reprochado las declaraciones del consejero de Sanidad en las que se niega a modificar el Decreto que cierra los locales de ocio nocturno. Cristóbal Palacio, el portavoz parlamentario, subraya que «la rebeldía del consejero para acatar una resolución dictada por unanimidad en la Cámara está poniendo el peligro a un grupo de empresarios y trabajadores que reclaman medidas urgentes para paliar los efectos desastrosos que está causando el cierre de sus negocios».

La resolución unánime de la Cámara se adopta «acogiendo las soluciones constructivas» que formuló la oposición, y que fueron aceptadas por los partidos del Gobierno, y son «respetuosas» con la orden ministerial que se «traspuso por la Consejería de Sanidad». Según Palacio, «el problema lo crea la propia Consejería al trasponer de una forma mucho más restrictiva la norma nacional».

Para Vox, el Consejero «con actitud chulesca y poco profesional» no quiere cumplir una resolución parlamentaria y muestra «su rechazo más absoluto» hacia el trabajo y las decisiones que se toman en la Cámara por «todos los partidos, incluido el suyo».

«Lo triste de la situación es que no pasaría de ser una crisis institucional sino fuera porque las víctimas son los negocios de hostelería que siguen injustamente cerrados durante el día desde que hace un mes el consejero de Sanidad se excedió en su celo más allá de lo que pretendía la norma nacional y amplió el cierre a horarios en los que toda la población de Cantabria coincide en que es absurdo», señala el Portavoz de Vox.

Palacio afirma que la rebeldía del Consejero tiene «en vilo a miles de personas» que dependen del sector ante esta «actitud prepotente que les acerca aun más a la ruina económica ante la imposibilidad de abrir sus negocios».

El responsable parlamentario exige al Gobierno una «rectificación inmediata» y una «modificación» del Decreto firmado por el consejero de Sanidad «en las próximas horas» ya que, de lo contrario, «se estaría faltando el respeto al trabajo que realiza en el Parlamento».