Renfe vigilará doce estaciones de Cercanías con cámaras inteligentes
El objetivo es sustituir las anteriores analógicas por otras más modernas que adviertan en tiempo real al operador de las situaciones de riesgo
Evitar situaciones de riesgo como, por ejemplo, acumulación de viajeros cerca del andén, caídas de usuarios o presencia de animales en la vía son algunas ... de las utilidades de las nuevas cámaras digitales inteligentes que Renfe ha comenzado a instalar por todo el país. Doce estaciones de Cercanías de Cantabria contarán a lo largo de este año con estos dispositivos dentro de un programa nacional, financiado con fondos europeos, que cuenta con 31 millones de inversión. El operador ferroviario comenzará por las líneas de Cercanías de la antigua Feve (Santander-Cabezón de la Sal y Santander-Liérganes) y el año que viene lo extenderá al resto de estaciones y también a la línea de Renfe entre la capital cántabra y Reinosa.
El año que viene todas las redes regionales deberán contar con este sistema de seguridad
Por el momento, este año los trabajos se centrarán en las estaciones y apeaderos de Valdecilla, Bezana, Torrelavega, Puente San Miguel, Cabezón de la Sal, Valle Real, Maliaño, El Astillero, La Cantábrica, Solares, y Liérganes. Una de las ventajas de contar con información en tiempo real -las imágenes llegarán en todo momento al centro de control- es que además podrán luchar contra el fraude. El gerente de Renfe para Cantabria y Asturias, Javier González Villoria, cifró recientemente el perjuicio económico causado entre el 15 y el 20% del negocio. Gracias a las imágenes podrán controlar a las personas que se salten los tornos en las estaciones o a aquellas que suben y bajan del tren sin sacar billete por la ausencia de interventores.
El nuevo sistema permitirá a la compañía, según apunta en un comunicado, «tomar mejores decisiones». Y pone otro ejemplo. Mediante el análisis de los datos de afluencia, podrá dirigir más personas a los puntos que lo necesiten en cada momento.
El proceso
El proyecto 'Renfe Smart Security Station' comenzó a ejecutarse a finales del año pasado y está previsto que culmine en 2024, tiempo durante el cual se sustituirán más de 5.000 cámaras de seguridad analógicas por otras IP. Las cámaras ya están instaladas en 61 estaciones (21 en Madrid, 22 en Barcelona, 7 en Bilbao, 7 en Valencia y 4 en Sevilla). La intención es llegar a montar 500 servidores de última generación y la renovación de sistemas operativos, instalaciones y elementos digitales en las estaciones de Cercanías. También se prevé la instalación de aproximadamente 500 sondas de ciberseguridad para la monitorización, control y análisis de las mismas.
El objetivo final, según remarca Renfe, es «aumentar los niveles de seguridad digital y de ciberseguridad».
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