Revilla resalta la «gran labor» que realiza el colegio Stephane Lupasco de Santander

Revilla, junto con la consejera de Educación, Formación Profesional y Turismo, Marina Lombó, visitaron las instalaciones de este colegio concertado de educación especial, que acoge a alrededor de 20 alumnos con trastornos graves de la personalidad.

El presidente quiso poner en valor la «vocación» de los profesionales, tanto docentes como de otras especialidades, que desempeñan su trabajo en este centro, un lugar «pequeño en tamaño y en número de alumnos», pero ¿ha dicho el presidente¿ «muy grande en el ansia y el afán de mejorar la vida de los alumnos y sus familias».

Además de conocer las instalaciones del centro, el presidente y la consejera se reunieron con la dirección del centro y con los familiares y, posteriormente, mantuvieron un encuentro con los estudiantes, con quienes compartieron juegos y actividades, intercambiado obsequios y cantado la Fuente de Cacho.

En la visita han estado acompañados por la directora del centro, María Jesús Puente; María Mercedes García Pérez, directora general de Innovación e Inspección Educativa, otros miembros de su comunidad educativa y la presidenta de la Cooperativa Stephane Lupasco, Luisa Amigo.

Fundado en 1977, el colegio es una cooperativa de trabajo asociado que, desde su origen, ha escolarizado a jóvenes que sufren trastornos de personalidad con el objetivo de promover su adaptación e integración tanto en el ámbito escolar como social.

Este centro puede acoger a un máximo de 25 alumnos en cinco unidades concertadas que cuentan con un equipo profesional compuesto por seis docentes, especialistas en pedagogía terapéutica, psicólogos, logopedas, un psicomotricista, un especialista en integración social y auxiliares técnico-educativos.