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 El Astillero. Un vecino transita por la calle San José, que arroja una imagen de vacío insólito.

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El Astillero. Un vecino transita por la calle San José, que arroja una imagen de vacío insólito. Daniel Pedriza

Una ola de solidaridad en la bahía

En Camargo, El Astillero, Piélagos y Bezana, la tecnología 3D y una legión de vecinos que cose mascarillas luchan contra el coronavirus

Javier Gangoiti y Sheila Izquierdo

Camargo | El Astillero

Sábado, 18 de abril 2020, 07:21

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Las prioridades han cambiado de la noche a la mañana y eso se ha hecho sentir en las calles y pueblos de la región. En la zona sur del arco de la Bahía, muchos de sus rincones guardaban hasta ese momento un acompasado equilibrio entre la vida urbana y la rural, conservando su condición de pequeñas ciudades dormitorio, por un lado, y sosteniendo la lucha del pequeño comercio por abrirse paso, por otro. En Camargo, El Astillero, Santa Cruz de Bezana y Piélagos, esa actividad ha hecho un forzado punto y aparte contra la pandemia. Y a partir de ahí, los esfuerzos coinciden en un objetivo común.

Mientras los ayuntamientos destinan partidas económicas extraordinarias, desinfectan centros de salud y residencias o ponen a pleno rendimiento sus impresoras 3D para la fabricación de elementos de protección, las empresas hacen llegar, como pueden, materiales y mascarillas. Luego están los vecinos, toda una 'legión' invisible, arrimando el hombro a golpe de aguja e hilo y también ofreciéndose a llevar la compra a sus mayores, ya sean familiares o no. Una crisis que, a este lado de la Bahía, también ha desatado una gran ola de solidaridad.

Imagen.
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Al igual que otros municipios, Camargo pasó de ser escenario de compradores, paseantes y amigos tomando café a prácticamente un desierto en cuestión de horas desde que fue decretado el estado de alarma. Los ciudadanos han adoptado disciplinadamente el compromiso de quedarse en casa, mientras que los trabajadores del Ayuntamiento -Policía, Bomberos, limpieza y todo el personal público- que se están ocupando de asistir a mayores, coordinar los materiales de protección o desinfectar las vías.

Y no están solos. La empresa Austral Sport ya reparte mascarillas en Camargo y Piélagos; el grupo de 'makers' emplea sus impresoras 3D para crear viseras; compañías como Pabilex, Parking Parayas o Grupo Piscis se han volcado cediendo sus vehículos, instalaciones y todo su material para contribuir a la lucha. Incluso empresas como la riojana Piresa Industrial del Lacado y la cántabra Sitelec han donado a Camargo diez puertas magnéticas para permitir separar estancias sanitarias y de uso público sin necesidad de usar las manos. Por no mencionar a todos esos camargueses que cooperan para apoyar a los sanitarios y sus vecinos más vulnerables.

Estas escenas también se repiten en otros puntos del sur de la Bahía. Como en Santa Cruz de Bezana o El Astillero, donde las impresoras 3D del edificio de Rada y del Almacén de las Artes han cobrado un papel relevante y ya no funcionan para educar o entretener, sino para fabricar 'armas' contra la pandemia. De ellas salen los escudos individuales que utilizarán muchos de los profesionales que continúan al pie de la lucha. Pantallas y piezas de sujeción tanto para mascarillas como para los respiradores de aquellos pacientes afectados por el Covid-19 salen a decenas cada hora. Solo en El Astillero, ya se han repartido 2.000 pantallas y algunos sanitarios, como los de la planta de oncología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, ya han recibido sus equipos y han dado las gracias en un vídeo que ya circula por redes sociales, en el que aseguran que, con donaciones como estas, «se facilita nuestro trabajo».

También han proliferado otro tipo de iniciativas que atinan más en lo social y, en suma, en lo esencial para los vecinos mayores que viven solos, como es tener productos frescos o de primera necesidad sin moverse de casa. Es el caso de una campaña que ha puesto en marcha el comercio local de Piélagos en colaboración con el Ayuntamiento y en la que toman parte ya catorce establecimientos de Arce, Liencres, Mortera, Renedo y Vioño. Sin moverse del municipio, existe otro servicio gratuito, en este caso de apoyo psicológico, en el que cuatro profesionales atienden, de manera voluntaria, a los vecinos que lo necesiten a través de una línea telefónica.

Pero para gestos solidarios los que derrochan los vecinos de cualquiera de estos municipios, que de manera altruista hacen un alarde extraordinario de empatía. Ya sea cosiendo mascarillas -en El Astillero se reparten en cada hogar-, donando su propio dinero o ayudando a sus convecinos más veteranos.

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