Transportes empieza de cero y encarga otro estudio de viabilidad del tren a Bilbao
Puente asegura que la concreción del informe de alternativas -que se presentó en 2022 y que no se ha hecho público- da un coste mayor al estimado inicialmente
Como ya hizo en su primera reunión con el ministro de Transportes en Peña Herbosa en marzo de 2024, la presidenta Buruaga volvió a ... repasar ayer delante de Óscar Puente la agenda reivindicativa de Cantabria en materia de infraestructuras. Básicamente, lo que pide la jefa del Ejecutivo es que su departamento cumpla «con la palabra dada» en el pasado en las obras en carreteras y en materia ferroviaria. Que se aceleren y que se cumplan los plazos con las actuaciones que ya están en marcha y que se cumplan los trámites administrativos para licitar y adjudicar las que aún no están en marcha. En ese segundo bloque están la ampliación de la autovía A-8 para dotarla de un tercer carril entre Solares y el límite con Vizcaya y, sobre todo, el tren rápido entre Santander y Bilbao, cuyo estudio de alternativas presentó la antecesora de Puente, Raquel Sánchez, hace ya tres años. En 2023 tenía que conocerse cuál de las seis opciones de trazado era la más idónea para dar los siguientes pasos, pero hasta ayer no se había vuelto a saber nada.
«Y no me olvido, por supuesto, de la línea Santander-Bilbao», aseguró el ministro socialista después de realizar un detallado repaso de todas las actuaciones en las que trabaja su departamento en Cantabria. Desde la ampliación de la A-67, hasta la inversión en Cercanías, pasando por la autovía entre Aguilar y Burgos, las integraciones ferroviarias o el convenio para pagar a medias la estación intermodal de La Pasiega. ¿Cuál fue la novedad en cuanto al tren a la capital vizcaína? Pues no muy positiva.
Tras analizar ese estudio de viabilidad, que arrojaba un coste estimado de 2.000 millones de euros, y detallar las dos opciones favoritas, en Transportes se han dado cuenta de que esas alternativas tendrían aún «un mayor coste inicial». «Por ende, también una menor tasa de retorno». Es decir, que habrá que volver a evaluar la viabilidad económica y técnica de la obra con los mismos o con otros trazados. Repetir el proceso volviendo al paso cero. «Estamos contemplando un nuevo estudio de viabilidad por tramos separados y por pares consecutivos. En concreto, el tramo Bilbao-Castro, el tramo Castro-Laredo y el tramo Laredo-Santander», confirmó Puente. Hipotéticamente, podría darse el caso de que sí fuera viable uno de los tramos y no los siguientes. Hipotéticamente, también podría ser más interesante el tramo Bilbao-Castro porque, tal y como dijo el ministro, el estudio de viabilidad se centrará también en la integración de Castro dentro del núcleo urbano.
El anteproyecto del tercer carril de la A-8 entre Solares y el límite con Vizcaya se someterá a información en 2026
«Mejorar la conectividad ferroviaria entre Cantabria y Euskadi es una prioridad de este Gobierno, pero quiero que todo el mundo sea consciente de que tiene una enorme complejidad. La línea Santander-Bilbao de ferrocarril será, probablemente, una de las más complejas, si no la más compleja a abordar», concluyó Puente, que no dijo cuándo se resolverá la incógnita.
Sí hay un calendario algo más certero para otro de los grandes proyectos pendientes, una reivindicación histórica: el tercer carril de la A-8. Aunque por error habló de un ampliación de la autovía entre Castro y Vizcaya, Carreteras confirma que sigue en pie la idea de arrancar en Solares. El estudio de impacto ambiental estará listo este año para que dé el visto bueno –si así lo estima– el Ministerio para la Transición Ecológica. Y en 2026, el anteproyecto saldrá a información pública.
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