Jaime Mayor Oreja
El exministro de Interior en el Gobierno de Aznar visitará Santander el próximo martes para acercar a la capital la fundación que preside
Nacho González Ucelay
Santander
Sábado, 7 de junio 2025, 07:35
Presidente del Partido Popular en el País Vasco, donde una farola oportuna se interpuso entre su vida y su muerte, candidato a lehendakari en dos ... siglos distintos, el XX y el XXI, y ministro de Interior en el primer Gobierno de José María Aznar, el expolítico español Jaime Mayor Oreja (San Sebastián, 1951) abandera hoy la Fundación NEOS, una alternativa en el pensamiento que él y sus colaboradores –María San Gil, Alejo Vidal-Quadras o Alfonso Ussía, entre otros– sostienen sobre la defensa de valores como la vida, la familia, la unidad nacional o la Corona. En pleno proceso de expansión, la asociación y todos sus líderes desembarcarán a las siete y media de este martes en Santander para presentarse a la ciudad desde el Hotel Bahía.
–¿Qué es NEOS?
–Un compromiso con la verdad. Quienes formamos este colectivo entendemos que la crisis que hoy estamos viviendo en Occidente, en Europa y en España no es política ni es económica, es más bien una crisis de fundamentos originada por una pérdida de referencias permanente. Eso hace que Occidente viva en un extremo desorden, Europa en una cierta irrelevancia y España en una absoluta ruptura.
–El martes aterriza en Santander con un informe bajo el brazo titulado 'España en el abismo'.
–Así es.
–El título es desalentador.
–Es que todavía no hemos cobrado conciencia de la gravedad de la situación política de España. España está gobernada hoy por la suma de dos deslealtades; la deslealtad de siempre, la del nacionalismo y sus dos versiones (ETA y el PNV y ERC y Junts), y la sobrevenida de la izquierda, que en un momento determinado, en 2004, decide que ETA no es un enemigo sino un aliado. Hoy, el principal aliado de Sánchez, el socio que nunca le falla, es ETA. Y básicamente esas dos deslealtades han hecho que se conforme no un gobierno de coalición sino un frente popular. Esa es la verdad.
–Y la génesis ya ni le cuento: «Nos encontramos ante un proceso de descomposición política, institucional y social sin precedentes. Un proceso no improvisado, sino planificado, sostenido y acelerado por el Gobierno del Frente Popular desde 2018. Un proceso que amenaza con liquidar el régimen constitucional de 1978, desarticular el Estado y desfigurar la nación española». Es para echarse a llorar.
–¿Y no es para echarse a llorar lo que estamos viendo estos días? ¿Lo que estamos viendo asomar de eso que llaman las cloacas...?, ¿o el juego macabro que se trae este Gobierno con Puigdemont?, ¿o el papel privilegiado que ETA representa en el Gobierno habiendo matado a mil españoles? Al final, lo que hay que hacer es explicar la verdad en su raíz y combatir la mentira que es el relato que algunos nos han venido vendiendo a lo largo de estos últimos siete años.
–Ya.
–Mire, el crimen, que fue un factor determinante en España durante 50 años de democracia, ha sido sustituido por la mentira. Todo es mentira en este Gobierno. Cuando usted oye hablar al presidente o a alguno de sus ministros sabe que está mintiendo. La mentira se ha hecho hábito. Y se ha hecho ley.
–Su plataforma plantea la urgencia de una reacción cívica y moral a la altura de este desafío. ¿Por ejemplo?
–Pues asistir a la manifestación de mañana en Madrid.
–En alguna ocasión ha dicho que vivimos en una sociedad «anestesiada».
–Es una realidad.
–¿Y no se ha planteado que a lo mejor vivimos en una sociedad harta ya de los políticos?
–Bueno, en general, la sociedad tiene los políticos que quiere, ¿eh? No olvide que a los políticos les escoge la gente. Es verdad que cada día hay más mediocridad, pero eso pasa en la vida política y en la vida pública en general y no todo es culpa de los políticos. Si se observa un desprecio por la vida política, por la vida pública, es porque uno se hace más egoísta, más individualista...
–...menos comprometido, quizá. Perdone, pero no me resisto a preguntarle por el panorama político actual.
–Lo que estamos viendo en España es la fotografía de un frente sin límites. No están ahí para gobernar. Están para escandalizar. Quieren que desde la indignación que provocan sus decisiones se reabra la idea de las dos Españas. Están intentando polarizar nuestra sociedad y lo están haciendo a través de eso, del escándalo. Está en su naturaleza.
–¿El nacimiento de su fundación es consecuencia de su preocupación por la deriva que está tomando el país?
–Sin duda. De mi preocupación y de la preocupación de las personas que me están acompañando en este proyecto.
–¿Qué porcentaje de culpa atribuye al PP?
–Siendo objetivos, es evidente que el principal responsable de esta situación es la izquierda española desde el momento en que decide transformarse y pasar de ser un partido socialdemócrata a ser un frente popular en asociación con ETA y ERC. Por supuesto, el PP también ha tenido su responsabilidad en este proceso, como en su día la tuvo UCD. La derecha ha vivido instalada en el relativismo, en la comodidad. Pero no nos engañemos. El proyecto que está llevando al abismo a España es un proyecto que e hace reflexivamente desde la izquierda española.
–¿La relación entre el PP y Vox está hoy por hoy en el lugar adecuado?
–No. No. La situación es tan sumamente grave que, ahora mismo, la alternativa debería primar sobre las siglas.
–Y no es así.
–Evidentemente, no.
–¿Esa alternativa de la que habla pasaría por una refundación de la derecha?
–Yo no quiero ponerle nombre. Pero, se le llame como se le quiera llamar, lo que sí es cierto es que tiene que tener un mínimo común denominador.
–Usted fue ministro de Interior en el primer Gobierno de Aznar. El mejor valorado, por cierto. ¿A usted se le hubiera escapado Puigdemont dos veces?
–Lo grave no fue aquella escapada de ficción. Lo grave fue el proyecto que inspiraba todo aquello. Es algo así como lo que pasó en el caso 'Faisán' hace ya años. Lo grave no fue una supuesta ineficacia policial sino lo que inspiraba todo aquello.
–¿Qué sensaciones le produce ver a Bildu tomando decisiones que afectan al conjunto de los españoles?
–Bildu no existe. Es ETA. Y sus dirigentes no son sucesores de ETA. Son ETA. Y yo, cuando veo que ETA entra y sale de la Moncloa, me pregunto qué hicimos mal. Es la constatación de que sufrimos una crisis moral.
–¿Cualquier tiempo político pasado fue mejor?
–Puedo ser cualquier cosa menos nostálgico.
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