Un viaje onírico y poético con la danza
La Sala Argenta del Palacio de Festivales acoge el sábado 'El movimiento del aire' que combina sobre el escenario baile y acrobacias con nuevas tecnologías
Lola Gallardo
Viernes, 9 de diciembre 2016, 18:25
Hacer visible lo invisible, con un movimiento de aire plagado de infinitos matices, que van desde la fantasía más suave, lenta, viva y transparente, hasta la tensión más potente, entre el sueño del vuelo y el miedo a caer. 'El movimiento del aire' es un espectáculo para tres bailarines -Rémi Boissy, Farid Ayelem y Rahmouni Maëlle Reymond-que se mueven en una partitura coreográfica a través de imágenes proyectadas generadas y animadas en vivo. La música original se realiza en vivo en el escenario del Palacio de Festivales. Una historia que llega el sábado a la Sala Argenta.
Esta pieza se creó en octubre de 2015 y se estrenó en el Teatro de L' Archipel, en Perpignan. Una idea original de la compañía Adrien M & Claire B sigue las líneas de los anteriores montajes donde las nuevas tecnologías se combinan con las artes escénicas. 'El movimiento del aire' vuelve a transportar al público por sus paisajes digitales, igual que hicieron en 'Hakanaï' y 'Cinématique'.
La interacción hombre-tecnología permite recrear realidades fantásticas: es la línea artística de esta compañía. Las grandes habilidades de los bailarines se fusionan con las enormes proyecciones, sin saber muy bien quién mueve a quien. En algunas escenas las imágenes digitales forman parte del decorado, en otras bailan junto a los artistas y en otras se enfrentan a ellos.Toda una amalgama de figuras geométricas, algunas reconocibles, otras totalmente sacadas del imaginario de la compañía para envolver al espectador en un viaje onírico y poético.
La estética general es simple, elegante y bajo una gama cromática fría. Pocos elementos en la propuesta visual, sólo los necesarios: un músico y sus instrumentos, dos grandes pantallas colocadas perpendicularmente y tres bailarines que nos muestran sus habilidades en la danza contemporánea, acrobática y aérea.
'El movimiento del aire' es una sucesión de escenas que hablan del imperceptible movimiento del aire y transportan al espectador a su interior mas profundo: lo enfrenta a sus miedos, a su pasado, a sus esperanzas, a sus obsesiones, a sus añoranzas, etc.
El espectáculo está codirigido por Claire Bardainne y Adrien Mondot. Su enfoque pone a las personas en el centro de los desafíos tecnológicos: el corazón y el cuerpo al servicio de las herramientas informáticas. Ellos van en busca de una vida digital: móvil, artesanal, efímera y sensible.
Adrien Mondot, artista multidisciplinar, informático y malabarista crea interacciones digitales, malabares, danza y música. Ha ganado el Gran Premio del Jurado en el marco de la 'Danza y Nuevas Tecnologías'. En 2011 se unió a Claire Bardainne, artista, diseñador gráfico y escenógrafo. Ir más allá del espacio y atravesar el tiempo son sus ejes de creación. La compañía Adrien M & Claire B está instalada en la Península en Lyon donde tienen un taller de investigación y creación.
Según explica Mondot, su compañía creó un software en 2006 para conseguir el movimiento de objetos, basado en modelos físicos. «Soy un malabarista, fui malabarista. Sigo haciendo malabares... A veces. Me inspiró la forma en que una bola se mueve en el aire o ver como cuando un objeto tiene masa le puedes aplicar ciertas fuerzas. Así, desarrollé un software llamado eMotion. El propósito de este proyecto es construir interacción entre objetos virtuales y datos reales», ha señalado. Mientras, su compañero Claire Bardainne añade que «para crear interacción usamos sensores, tabletas gráficas y controladores para manipular las imágenes mientras vemos a los bailarines. Es como un espectáculo de títeres, de títeres digitales», indica.
«Para nosotros -insiste- no hay brecha. Arte y tecnología son la misma cosa. Pensamos que la racionalidad y la sensibilidad pueden ser dos caras de una cosa. Y también la virtualidad y la realidad son dos caras de una misma moneda. Esta es nuestra realidad».