«Hay mucho apoyo al fútbol pero no se dan facilidades para ir al teatro o ver danza»

'Itinerantur' es el segundo trabajo de la compañía de danza Cristina Arce. Surgió durante un viaje en el que «pensaba en mi vida y mis experiencias. Aquello que metemos en nuestra mochila, los acontecimientos que suceden en el camino, la gente que nos encontramos...», explica la bailarina. Junto a ella, en el escenario, habrá cuatro bailarinas. Cada personaje emprende un viaje siguiendo su propio camino. Algunos tienen nostalgia de su hogar y otros sienten la nostalgia del afuera».

Ella empezó sus estudios de danza en Santander, después viajó a Madrid para continuar con su formación y bailó en teatros hasta el regreso a su ciudad natal. «Intento contar ese viaje de ida y vuelta, mis ilusiones y proyectos, mi historia», añade. Y su historia son proyectos, objetivos y resultados.

El mensaje de 'Itinerantur' es el viaje que cada uno emprende en su vida y qué se encuentra en el camino «porque a veces el destino nos hace desviarnos, encontrar lugares y coincidir con personas».

El título del montaje, 'Itinerantur', es un palabra del latín que se traduce como viajeras. Y hace referencia también a las cinco bailarinas que estarán hoy en el escenario. Cristina Arce empezó de muy pequeñita a bailar ballet. «Me enganchó desde el primer momento y cada vez bailaba más horas y quería hacer más», argumenta. Más adelante, estudió una carrera universitaria pero ella quería seguir bailando. Y la oportunidad llegó de la mano de una profesora suya que le propuso irse a Madrid para continuar con la formación en danza clásica y contemporánea.

A Cristina Arce le apasionan muchas disciplinas artísticas, desde la música hasta el teatro o la pintura, pero «cuando no bailo me falta algo. Es un medio de expresión y una vía de escape, porque cuando bailas sacas todo lo que tienes dentro, lo triste y lo alegre. Es una necesidad que transmite mucho», aclara.

El mundo de la danza en España «está complicadito», reconoce esta bailarina. Sin embargo, explica que en los últimos diez años hay bastante movimiento en asociaciones y pequeñas salas de teatro. Eso sí, faltan subvenciones cuando el proyecto es de más envergadura. «O es una compañía potente o el montaje no sale adelante», lamenta. Y hace una reflexión: «Hay mucho apoyo al fútbol y se anima a la gente para que vaya al campo, pero no se dan facilidades para ir al teatro o a un espectáculo de danza».

De momento no prepara un nuevo montaje, «por falta de tiempo», aclara, pero más adelante confía en hacerlo. Lleva mucho trabajo y más o menos hace un montaje cada dos años. Ella se encarga del vestuario, la coreografía, la idea, el montaje... Además compagina este trabajo con el de su estudio de danza. «Es todo falta de tiempo», dice.

La danza le ha enseñado que «con disciplina, trabajo y tesón se pueden alcanzar sueños». Cristina Arce anima a quien nunca acudió a un espectáculo de danza a que vaya y «se deje llevar para ver qué puede captar de lo que va a ver». Mucha gente cuando va a un ballet, piense que «sólo verá danza, y no es así, también le transmitirán un mensaje, le contarán una historia». «Hay gente que se sorprende mucho cuando ve la danza y se emociona», relata.