«El arte, el poder ver las cosas bellas, nos da la vida»
El historiador asegura que el 'Regina Coeli' de Santillana está en condiciones de recibir al público que hará recorridos más cortos
Hacia dos meses que Enrique Campuzano (Torrelavega, 1958) no se sentaba ante el órgano de la iglesia de Comillas. Este domingo tuvo la oportunidad de hacerlo durante la misa matinal y, entre otras piezas, eligió una obra de Bach, el compositor que para él representa la cumbre de la música y que también suena en su despacho del Museo Diocesano de Santillana del Mar que hoy abrirá de nuevo sus puertas al público tras permanecer cerrado a causa de la crisis sanitaria. Será otro momento especial para este historiador y experto en patrimonio que asegura que las salas están en condiciones de poder volver a recibir al público, si bien los recorridos serán más cortos.
-Hoy, por fin, se abre al público el Museo Diocesano, ¿había permanecido tanto tiempo cerrado anteriormente?
-Nunca en sus 50 años de historia. Normalmente sólo se cierra quince días en febrero y otros quince en octubre para las labores de mantenimiento.
«Es la primera vez que ha permanecido tanto tiempo cerrado en sus 50 años de historia»
-¿Teme que el público tenga miedo a reunirse de nuevo en un sitio cerrado?
-No porque creo que no lo van a tener. Así todo estamos tomando todas las medidas se seguridad necesarias y hemos acortado los itinerarios para que no haya problemas para guardar las distancias ni el público tenga que cruzarse. De todas las formas la gente que viene a este museo es muy educada y conoce bien lo que tiene que hacer.
-Ya ha adelantado que el visitante podrá realizar dos recorridos.
-El museo se abrirá a las 10.00 horas para el acto oficial y se podrá ver más o menos la mitad del museo, luego ya a partir de las doce el público podrá realizar dos recorridos, uno por la escultura románica del siglo XII y otro en el Retablo de Diluvio de Daniel Ogier.
-Usted es musicólogo, además de historiador del arte. ¿Qué puede proporcionar la música en un estado de alarma como el que estamos viviendo?
-Mucha tranquilidad, además de un enriquecimiento personal. La música es oportuna en cualquier ocasión, tanto cuando estás triste como cuando estás contento. Yo siempre tengo música puesta tanto en el coche hasta como en el museo. No podría vivir sin ella.
-¿Y el arte?
-El arte nos da la vida. El poder ver cosas bellas nos recuerda que somos seres humanos y que nos diferenciamos de los animales en que nosotros tenemos memoria. El arte nos permite disfrutar de esas cosas bellas y en Cantabria tenemos muchos ejemplos desde las pinturas de Altamira. El arte siempre está junto a nosotros .
-Recuérdenos una partitura para órgano que vendría bien en estos tiempos de Covid-19.
-Muchas, pero como en casi todas las situaciones de la vida a mi mente llega Bach. También Beethoven ya que este año celebramos el 250 aniversario de su nacimiento. Hay muchos otros compositores, pero lo cierto es que las obras de Bach valdrían para cualquier estado de la vida. Su música te ha permite llegar a la naturaleza del hombre. Y luego es tan bella y tiene tanta armonía...
EL PERFIL
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Profesión Doctor en Historia del Arte. Miembro de las Reales Academias de Bellas Artes Catalana de Sant Jordi y San Fernando de Madrid. Presidente de la Asociación del Órgano Hispano y de la Asociación para la Conservación de los Órganos de Cantabria. Director del Instituto de Prehistoria y Arqueología Sautuola. Director delegado del Museo Dioceano de Santillana del Mar. Organista. Coordinador de la Casa Museo 'Jesús de Monasterio', ubicada en Casar de Periedo, programa ciclos de música coral y de órgano.
-Precisamente tocó una obra de Bach este pasado domingo en su regreso a la iglesia de Comillas. ¿Echaba de menos tocar en público?
-Sí. Fue una misa muy especial, para mí y para todos los fieles que asistieron que, por otra parte, son los que lo hacen normalmente. Al final, muchos de ellos, incluida la alcaldesa me felicitaron.
-También es experto en el patrimonio de la región. ¿Se podría decir que el estado en que se encuentra sufre una larga cuarentena?
-En parte sí, pero no se puede generalizar. Hay cosas que están muy bien tratadas y con criterio en esta región y otras que no. Es verdad que a veces se nota una cierta dejadez, una inoperancia que hace que no se hayan llevado a cabo ya cosas que eran necesarias. Aún así, y sí lo miramos en una visión global. el patrimonio de Cantabria está muy bien conservado. Hay proyectos que deben abordarse con mimo, pero para eso estamos la sociedad civil, para requerir que se continúe con esa labor de conservación porque el turismo ya no es sólo campo y playa.
- ¿Nos queda mucho por conocer de Jesús de Monasterio?
-Esa es uno de los temas pendientes de esta región. Recuperar para Cantabria el patrimonio de este músico no debería ser difícil, pero a veces se quiere ir tan deprisa en otros terrenos por obtener un rendimiento a corto plazo que nos olvidamos de otros temas como este. Recuperar el patrimonio de Jesús de Monasterio o el Ataúlfo Argenta, que aportarían tanto, está costando mucho porque los mecanismos de la Administración son tan lejos que al final se quedan en nada.
«Estos días nos han servido para darnos cuenta de que la vida no es sólo consumir»
-El violinista dedicó sus últimos años a la docencia. ¿Se hubiera arreglado con el teletrabajo?
-El teletrabajo es una parte muy importante de la comunicación, pero creo que nunca puede servir para el aprendizaje emocional o sentimental tan importante en la enseñanza de la música. Este arte no sólo se aprenda con libros o manuales. Es imprescindible ver y escuchar a grandes intérpretes. Incluso a los menos grandes y eso no se puede sustituir por muchas herramientas informáticas que tengamos.
-Dígame una lectura positiva que podamos sacar de esta crisis.
-Nos hemos dado cuenta de que la vida no es sólo consumir y hemos empezado a valorar mucho más el tiempo libre. Creo que estos días también nos han servido para ser más agradables con nosotros mismos y que estemos más contentos con lo que somos.