El Centro Botín se enreda con la Bahía
Reverberación climática. ·
Las obras de Nuno da Luz y las de otros nueve artistas que fueron becarios de la Fundación convierten el edificio de Renzo Piano en un «cuerpo acústico»Que ya nadie escucha es casi un axioma de nuestro tiempo. Pues bien, la nueva propuesta expositiva del Centro Botín, que aúna individualidad y colectivo, arte y arquitectura, dentro y fuera, creaciones ad hoc y entorno, tiene en el sonido, en la reverberación y la «resonancia en simpatía» una de las propuestas más singulares en la historia reciente de la Fundación. El artista portugués Nuno da Luz, a través de sus investigaciones, extendidas en conversaciones con otros nueve artistas incluidos por él mismo en la muestra, muta el edificio de Renzo Piano en un «cuerpo acústico» mediante vasos comunicantes, en una suerte de «reverberación climática», epígrafe revelador de esta segunda entrega de 'Enredos', que convivirá con la cartografía sonora de Santander hasta el mes de octubre. Las vibraciones y oscilaciones del doble volumen diseñado por Piano; la temperatura del agua; la salinidad, la altura de las olas, el viento, la música de los instrumentistas invitados durante el periodo de exhibición, el propio ruido y las presencias generan un corpus de «frecuencias resonantes», de tal modo que el Centro Botín se enreda en la Bahía.
Esta producción es en realidad fruto del segundo capítulo del programa expositivo (Enredos) que prolonga el apoyo de la Fundación a los artistas que disfrutaron de una Beca de Arte de la Fundación. Desde hoy las creaciones de Nuno conviven con una selección de obras de la colección de la institución. Comisariada por el artista (becario hace una década) en colaboración con Bárbara Rodríguez Muñoz, directora de exposiciones y de la colección del Centro Botín, esas resonancias de olas, corrientes y vientos que se sienten en la bahía de Santander quedan entrelazadas con las propias oscilaciones del edificio. En paralelo las obras de Nuno da Luz se enredan de forma cómplice con las del cántabro Javier Arce, más Katinka Bock, June Crespo & Madi Barber, Tacita Dean, Asier Mendizabal, Damián Ortega, Jorge Satorre y Eva Fàbregas, esta a modo de guiño, dado que fue la artista inaugural de la serie 'Enredos'.
Nuno da Luz expresó la identidad global de lo que, desde hoy, alberga el Centro Botín: «Lo que pasa en la bahía, encima y debajo, las obras de mi regreso a estos espacios y entornos y las de los otros antiguos becarios de la Fundación para volver a vincularse con el Centro». Desde paneles metálicos, hojas de cobre o platillos, la muestra integra una miscelánea de «vibraciones en cuatro espacios, combinando en cada uno el sonido con las piezas» de los artistas citados. Da Luz, además de la concepción e investigación, incluye unas instalaciones que cuentan con unos dispositivos que transforman las frecuencias en vibración, los transductores.
Su 'Bay of Santander sonic disposal service' recoge datos ambientales proporcionados por el Centro Oceanográfico, caso de la actividad de las olas o el viento, y los convierte en sonido que mezcla con las vibraciones del propio edificio, que se transmite a través de los transductores instalados en las paredes interiores. Los datos manejados se han obtenido de la boya 'Augusto González Linares', fondeada a 2.840 metros de profundidad.

LA MUESTRA EN DATOS
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Inauguración. 'Enredos II Nuno da Luz', segundo capítulo del programa expositivo (Enredos) que invita a artistas que han disfrutado de una Beca de Arte de la Fundación a vincularse de nuevo con la colección y los espacios. Abierta al público desde hoy hasta el 19 de octubre. Las obras de Nuno conviven con una selección de obras de la colección de la Fundación.
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Artistas Nuno da Luz y Javier Arce, Katinka Bock, June Crespo & Madi Barber, Tacita Dean, Eva Fàbregas, Asier Mendizabal, Damián Ortega y Jorge Satorre.
La obra 'Colected airs', producida con el apoyo de la Embajada de Portugal en España, se configura por placas de acero suspendidas que transforma las señales de audio en vibración, a partir de la cual varios músicos portugueses improvisarán para posteriormente grabar cada actuación. El primer músico en 'activar' la primera unidad de reverberación fue ayer el saxofonista Pedro Alves Sousa, al que seguirán los artistas multidisciplinares Inês Tartaruga y Xavier Paes (16 de julio); el percusionista João Pais Filipe (13 de agosto); la arpista Angélica Salvi (10 de septiembre), y la contrabajista Margarida García (1 de octubre).
Todo ello, a modo de archivo, con destino a una cápsula sonora del tiempo. Bárbara Rodríguez subrayó que la transformación de las frecuencias de la bahía de Santander mezclada con las vibraciones del edificio se traducen en «un encuentro afectivo entre la colección, el Centro y el entorno natural que lo rodea. Nuno confronta al visitante con la fisicalidad del sonido, algo que se percibe con todo el cuerpo y nos implica con el entorno», precisó.
El artista, por su parte, confesó que siente que «ha regresado a casa, porque la Fundación Botín «apoya, acompaña y pide que regrese a los artistas a los que otorgó su beca», algo infrecuente en el sistema arte.
Respecto al proyecto, «el ruido puede ser tan importante como la composición musical», apuntó su artífice, 'artista ambiental', quien considera que, aunque en ocasiones pasen desapercibidas, «las vibraciones y el sonido del entorno, muy particulares en cada lugar, cambian por dentro a las personas». Da Luz busca «convertir un proceso particular y personal de cada uno, como es la escucha, en una experiencia colectiva» que implica a quienes visiten la muestra. «Quiero traer al espacio muchas vibraciones diferentes que se producen en el exterior, ya sea en el aire o en el agua, filtrándolas o haciéndolas resonar a través de las paredes del edificio, con transductores ocultos y no tan ocultos, así, el Centro empieza a parecerse a lo que ocurre en el exterior, pero a diferentes escalas», apuntó el artista luso.

En palabras de la comisaria, Da Luz «nos confronta con la fisicalidad (fisicidad) del sonido» que, aunque «entra por los oídos, se percibe con todo el cuerpo». En la presentación la directora ejecutiva del Centro Botín, Fátima Sánchez, destacaba el «reto tecnológico que supone esta muestra».
Un catálogo, coeditado con Mousse Publishing e ilustrado con imágenes de la exposición y fotografías del entorno del Centro Botín realizadas con el artista mientras grababa el sonido ambiental, verá la luz en las próximas semanas.
También cuenta con textos de la historiadora del sonido y profesora en la Universidad de Oxford, Gascia Ouzounian; y de Alejandro Alonso Díaz, comisario y director de fluent.
Factores como «la libre interpretación musical, las relaciones con la naturaleza, lo ecopoético y la transformación de la energía a través del arte» forman parte de la interrelación común entre Nuno da Luz y los artistas seleccionados. Y tras las nuevas obras producidas para la exposición y las de la Colección aflora esa «resonancia en simpatía».
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