Personas y efectos
Los Ángeles ·
Ethan Hawke, deliciosamente magistral y el manejo del tiempo de Linklaker edifican un monumental pero cercano perfil entre lo patético y lo conmovedorEs como un trago largo y seco, muy seco. Una obra de cámara sin concesiones. Un desembarco en la vida de un letrista con muchas ... letras y una sintonía visual triste, melancólica, a ratos despiadada y también jocosa. Los diálogos disparan sin cesar una partitura donde creemos escuchar sin ser cierto del todo el 'Blue moon' que da título al filme y que es fruto del personaje retratado. Un antibiopic, tan intenso e interesante como personal en su concepción de capricho, de creación muy pequeña en lo aparente y engrandecida por su pasión interna, ajena a cualquier intención de ceder a lo convencional y lo acomodaticio.
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Año 2025
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País EE UU.
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Dirección Richard Linklater
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Guion Robert Kaplow
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Reparto Ethan Hawke, Margaret Qualley, Bobby Cannavale, Andrew Scott
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Género Drama
El letrista es Lorenz Hart, el escenario es el bar Sardi y el contrapunto es Richard Rodgers que en otro lugar celebra su éxito: '¡Oklahoma!'. Estos son los parámetros y las coordenadas de ambientación, época y sensaciones. Lo que subyace y aflora es la dimensión del talento, la pérdida de fe en uno mismo, la memoria y el olvido y la imposibilidad de amar. El juego de tiempos y la capacidad para seducir desde lo adusto, sobrio (sin chistes) y encantador, pese a moverse en arenas movedizas y transcurrir en una continua inmersión en el fango de la amargura, es un claro y deslumbrante reflejo del talento de su director Richard Linklater.
El cineasta de esa obra maestra que es 'Boyhood', por no hablar de la hermosa trilogía 'Antes de ...', ha firmado en poco tiempo una arriesgada y algo fallida comedia negra 'Hit Man. Asesino por casualidad', y este mismo año 'Nouvelle vague'. Decía recientemente en una entrevista el cineasta Joachim Trier –a punto de regresar a las pantallas– que «las personas son los mejores efectos especiales». Pues esta frase más lúcida que ocurrente puede aplicarse a 'Blue moon', deliciosamente interpretada por Ethan Hawke, agazapado tras el maquillaje. En su presencia magistral y en el manejo del tiempo de Linklater se edifica un monumental pero cercano perfil de ser humano que oscila entre lo patético y lo conmovedor. Pulsión y convulsión, alcoholismo y compasión, también ego revuelto y autocrítica en una sintonía y sinfonía de dolor, soledad y fracaso. En una conjugación de diálogos y monólogos, de banqueta, barra, vaso y botella, Hawke atraviesa todos los estados y brinda un combinado de exaltación y depresión, de alumbramiento y oscuridad, de celos y vértigo. Se escucha: «En la vida el noventa por ciento de los personajes ni siquiera tenemos diálogos, porque somos meros extras». Lo dice 'Blue moon': «Escuché a alguien susurrar: 'Por favor, adórame'».
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