Para destruir el poder, para construir otro mundo
El pintor, dibujante y viñetista Andrés Rábago, conocido como El Roto, artista ligado a Cantabria, reúne más de 200 de sus obras, firmadas con sus tres seudónimos, en una exposición en el Círculo de Bellas Artes de Madrid
GUILLERMO BALBONA
Santander.
Viernes, 7 de abril 2023, 02:00
Rompe la realidad. Quiebra la actualidad. Disecciona lo obvio. Humanismo, crítica, sátira, lucidez. Para construir otro mundo. La vida con su titular contada en ... una viñeta. El editorial revelador asomando a través de una ventana diaria. También el intérprete histórico y el humanista. OPS, El Roto, Rábago. Los tres, que son uno, entre el seudónimo y el heterónimo, entre la pintura y el dibujo, entre el lienzo y el papel, trazan y desvelan 'Una microhistoria del mundo'. Al cabo, su trayectoria conjunta abarca medio siglo. Es la mirada de Andrés Rábago (1947), cuya creación se ha reflejado en publicaciones, revistas, libros, galerías y espacios de arte. Esta primavera el artista ligado a Cantabria, reúne en el Círculo de Bellas Artes de Madrid más de 200 piezas y obras para «destruir el poder establecido».
En el itinerario se pueden rastrear temas, motivos y símbolos que han persistido, con variaciones, en la producción de esos tres heterónimos, y que inciden en distintos aspectos de la realidad, plasmados de diferentes maneras. Hasta el próximo 7 de mayo, comisariada por el escritor Óscar Curieses, la muestra comprende su producción desde la década de los setenta hasta la actualidad. Con la firma OPS, su primer heterónimo, engloba su labor como dibujante que «todavía está aprendiendo». Son dibujos sin textos explicativos-debido a la censura franquista- publicados en revistas alternativas.
La serie de dibujos cómicos 'Bestiario', que cierra a mediados de los ochenta su primera etapa, «se da la mano con obras anteriores de su serie 'Parentescos', que aborda con amargura las relaciones paternofiliales, con sus retratos y autorretratos o con su colección 'Parejas', donde se aprecian las influencias dadaístas». Tras la llegada de la democracia asoma El Roto que añade texto a sus dibujos de forma «calibrada y exigente». Pintor, dibujante e ilustrador, exponente clave de la sátira social colaboró como OPS en Hermano Lobo, La Codorniz, Triunfo, Cuadernos para el Diálogo y Madriz. Tras la llegada de la democracia adoptó un nuevo seudónimo, El Roto, dueño de un estilo más abierto y directo con el que sigue presentando su celebrada viñeta satírica diaria en El País. Su ventana crítica le convierte cada día en el paisaje familiar ideal para seguir el pulso y la radiografía de la sociedad española. Pero Andrés Rábago, vinculado a la galería Siboney, que expuso en la temporada de Robayera en Miengo, es sobre todo pintor y dibujante.
Premio Nacional de Ilustración, cáustico y poético, desnuda paradojas, deja a la intemperie las miserias morales y lo perverso del poder, y concede ese margen de inteligencia, acidez y mirada constructiva para edificar su «voluntad humanista». Organizada en colaboración con el Centro de Arte José Guerrero de Granada, en 'Una microhistoria del mundo' destaca su fase pictórica, en la que toma el lienzo como superficie y comienza utilizar el color firmando con su apellido, Rábago.
En estas obras el pintor ofrece su faceta «más espiritual y contemplativa». Personajes solitarios en espacios liminales como estaciones o bares desiertos, emparentados con el estilo de Hopper, De Chirico o Magritte, ilustran «una etapa en la que la crítica política desaparece para acercarse más a su propia intimidad». Rábago pretende «recuperar esa dimensión de lo humano y posibilitar una ventana (el cuadro) por la que pueda filtrarse una luz, que es a la vez física y simbólica. Curieses ha explorado los vasos comunicantes de las tres vertientes plásticas de Andrés Rábago, «mediante la selección de una serie de bloques constantes en su producción -el bosque, los sombreros, la familia, los pájaros...- que hilvana a través de la escritura de unos textos breves de ficción».
Todo se repite, pero en otro nivel y con otro significado «gracias al fenómeno intertextual y a las resonancias que despliegan unas imágenes sobre otras, unos bloques sobre otros».
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