«Tengo serias dudas de que la pandemia sirva de aprendizaje de ningún tipo»
El intérprete madrileño, con una prolífica trayectoria profesional, llega a Cantabria este fin de semana para ofrecer tres funciones de 'Señora de rojo sobre fondo gris', la obra de Miguel DelibesJosé Sacristán Actor
Sosiego y seguridad, clarividencia, rotundidad y perspectiva. A sus 83 años, el actor José Sacristán (Madrid, 1937), uno de los grandes referentes del ámbito interpretativo ... en España, sigue disfrutando en los escenarios tras seis décadas de intensa trayectoria profesional tanto en el teatro como en el cine y la televisión. Sacristán llega este fin de semana a Cantabria para ofrecer en el Palacio de Festivales tres funciones de 'Señora de rojo sobre fondo gris', adaptación de la obra de Miguel Delibes que ha realizado con la colaboración de José Sámano e Inés Camiña, un montaje con el que actualmente recorre España cosechando éxito tanto entre la crítica especializada como entre el público.
-Interpreta usted a un hombre que atraviesa una profunda crisis... ¿Es eso posible en este mundo?
-¿Cómo que si es posible? (risas). La crisis es inherente al ser humano desde que nació el primer ejemplar y las hay de todo tipo, de carácter personal o universal, familiar, vecinal... Hay para elegir, pero también es cierto que a veces las crisis son bienvenidas, por suponen un reactivo, una forma de reaccionar frente a la adversidad.
«El personaje afronta la pérdida de su amor como lo hizo el propio Delibes: sobreviviendo»
duelo
-En el caso del personaje de Delibes se superponen una crisis creativa y otra vital. ¿Qué retos implica interpretar a un persona de ese calado?
-Las crisis van hermanadas, la personal con la creativa. A partir de un acontecimiento personal la parte creativa del personaje se ve afectada, es algo consustancial y natural. Aunque todo trabajo es un reto, en este caso tengo la ventaja de interpretar a un personaje construido maravillosamente, como lo solía hacer Miguel Delibes, con una peripecia dramática formidable. Cuando hay una buena historia y un buen personaje todo son facilidades. Es mucho más sencillo que dar vida a un imbécil en una historia de imbéciles.
-La soledad, un mal habitual en nuestro tiempo, es uno de las realidades que cimentan la obra. ¿Cómo encara retratar un fenómeno tan duro y complejo?
-En este caso la soledad es un fenómeno muy personal y muy concreto que se produce porque muere y desaparece la persona que es tu otra mitad, y además lo hace de una manera brutal y a una edad tan temprana como son los 46 años. No está relacionada con otro tipo de soledades como las que nos afectan ahora a propósito de los confinamientos. El personaje afronta este hecho como lo afrontó Miguel Delibes, como lo afrontamos todos: sobreviviendo, sacando fuerzas de flaqueza. No hay un sistema, un procedimiento o una disciplina que este hombre siga. Simplemente se impone el hecho de vivir, entre otras cosas porque por encima del dolor inmenso de la muerte prevalece la memoria del amor, que es lo que hace que el ser humano no desaparezca. No desaparecemos del todo mientras somos recordados, y uno de los impulsos o de las fuerzas que permiten a este personaje seguir viviendo es precisamente la memoria de ese amor.
LA OBRA
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Lugar y fechas Viernes, sábado (19.30 h.) y domingo (19.00 h.) y lunes en la Sala Argenta del Palacio de Festivales.
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Contenido Adaptación del propio José Sacristán del libro 'Señora de rojo sobre fondo gris' de Miguel Delibes.
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Ficha Dirigida por José Sámano e interpretada por José Sacristán. Sabre, Pentación, Talycal y AGM. 85 minutos.
-Delibes es un personaje de una talla inconmensurable. ¿Por qué es fundamental y qué ofrecen sus obras a quienes las leen?
-Cómo definir toda la trayectoria de Miguel Delibes, un hombre que entronca con los más grandes literatos de la Historia, no solo de la literatura en castellano sino de la literatura universal. Es un creador que tiene una profunda mirada sobre la realidad humana y la cuenta maravillosamente. Su enorme universalidad enorme se asienta en la capacidad para retratar los complejos y las dificultades, la grandeza y las miserias del ser humano, de contarlas a través de un hombre tan pegado a la tierra, de tanta inmediatez, de tanta sencillez, de tanta humildad.
-Usted, que vivió el momento en que transcurre la obra y que está viviendo éste, ¿en qué cree que ha cambiado la sociedad española para mejor y para peor?
-Ha cambiado sustancialmente, muchísimo, aunque todavía hay coletazos y nostalgias un tanto preocupantes por parte de ciertos manifiestos de la ultraderecha. Más allá de eso, la España de aquel tiempo no tiene nada que ver con la España de hoy. Con todos los problemas, con todas las dificultades, con todas las tradiciones... aquí se respira otro ambiente y hay otros niveles de responsabilidad para todo.
«Debe continuar por volver al rito, a la comunión, al encuentro de unos con otros»
cultura
-¿Cómo valora el hecho de poder representar la obra en Cantabria en un momento en el que la cultura y la sociedad lo están pasando tan mal?
-Agradecemos mucho a la gente las ganas que tiene de volver al teatro, que es algo que percibimos. Lamentamos la situación por la que estamos pasando y queremos animar a la gente a que acuda al teatro porque son espacios en los que los riesgos son prácticamente inexistentes gracias a que se cumplen todas las medidas de seguridad. Lo que es evidente es que la gente quiere volver al teatro.
-¿Por qué es necesario seguir creando y compartiendo la cultura?
-Por volver a la comunión, volver al rito, por volver a la ceremonia del encuentro de unos con otros, y en este caso hacerlo a través de un vehículo tan hermoso como es el hecho teatral.
-¿Cómo está viviendo usted este periodo de pandemia? ¿Qué cree que nos está enseñando esta situación?
-En mi caso personal disfruto de una posición de privilegio porque el trabajo nos sigue acompañando y más allá de cambios de fechas y demás estamos cumpliendo el plan de representaciones. También tengo la posibilidad de escuchar música, de leer... Lo vamos llevando de una forma razonable, sufriendo lo menos posible. A nivel general no puede restarse importancia a la tragedia terrible que estamos viviendo. No tengo ni idea de lo que vamos a aprender, y de hecho tengo serias dudas de que esto sirva de aprendizaje de ningún tipo.
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