«Guardar el polvo debajo de una alfombra nunca es buena solución»

«Hacia tiempo que queríamos trabajar juntos y esta obra es fruto de muchas conversaciones, de muchas ideas y también de grandes momentos compartidos. Es un proyecto a medida que nace de la necesidad de hacer algo juntos», asegura el también actor quien insiste en la calidad del texto que ha escrito Pablo Escobedo, una historia que se desarrolla en una Nochevieja cualquiera y en la que, lo que empieza siendo una cena entre amigos, en concreto entre dos amigas y un amigo, acaba de una manera inesperada. «Todos hemos visito alguna película, leído un libro o incluso vivido una situación parecida. La tradicional cena de Nochevieja que empieza muy bien y a medida que el alcohol va subiendo y las horas pasan van saliendo los trapos sucios y la celebración se convierte en una hecatombe», asegura el director.

Y es que tras esa comedia hay un drama pasado, un drama no resuelto que sale a la luz durante el encuentro. «El típico drama que hemos barrido debajo de la alfombra y que sale de ella cuando no tiene que salir», afirma Cordero para quien la historia tiene mucho de «expiación».

Para el autor, las dos intérpretes que le acompañarán en el escenario y para el propio Cordero, «guardar el polvo debajo de la alfombra nunca es una buena solución. Para nada. Todo acto tiene sus consecuencias y estas no siempre son bonitas. Así que lo que tenemos que hacer, y no solo a nivel personal sino también como sociedad, a nivel global es aceptar esas consecuencias y en eso consiste la madurez ¿no?».

La culpa personal, el perdón propio, el perdón ajeno y la aceptación de las causas, así como la autorredención, sea acertada o no, sea moral o no, estarán muy presentes en la función porque Porque ese trabajo de autorredimirse, considera el autor, ya no es cosa de las dos actrices; «sino del público, elemento principal e irremplazable de este proyecto. De este equipo. Y no por vagancia, ni desdén ni 'pocas ganas de mojarse'. Sino por principios», señala.

La sororidad. Las diferentes formas de ser una mujer «fuerte e independiente, como si hoy en día se pudiera concebir de otra manera», tal y como apunta Pablo Escobedo, se muestran en la obra por medio de esas dos amigas, «una reflexiva y otra recíproca, una aislada y otra de brazos abiertos. Un yo y un nosotras. Un vivir para luchar y un luchar por seguir viva».

Para Cordero, dirigir a estos tres amigos «está siendo muy fácil y muy agradable porque nos conocemos y hablamos el mismo lenguaje teatral», algo que según comenta ha facilitado mucho todo el proceso de creación de la obra. «En este caso la confianza -señala- nada más lejos de dar asco. Aquí ha ayudado mucho a que todo ese proceso resulte bastante placentero e incluso divertido».

Y quiere ser sincero: «El texto es tan bueno, tiene tanta calidad, y ellos tan grandes profesionales que yo lo único que he hecho es ponerme en el papel de espectador, cuidar un poco el ritmo y clarificar un poco las cosas para que se entiendan bien. Pero con ellos poco trabajo he tenido que hacer porque los tres son brutales».

La trayectoria de Contigo Tres Teatro, antes Sala de Tres Teatro, está intrínsecamente ligada a la de Mariu Ruiz y al objetivo de promover la libertad artística. Creado en el año 2019, la compañía cuenta también con una pequeña sala en la calle Tantín en la que ofrecen, a lo largo del año, distintos ciclos escénicos. 'Yo nunca' no es la primera producción de la compañía que ya ha llevado a las tablas y con un gran éxito de público obras como 'La Introspección de la Petunia', 'Mata a tu alumna', 'Petra desarmada', 'Desenfocados' y 'Locas'.