«La interpretación, como el boxeo, sirve para enfrentarse a los propios miedos»
Hovik Keuchkerian protagonizó este lunes por la noche la última sesión del ciclo 'Noches de teatro de la UIMP' con fragmentos de la obra 'Un obús en el corazón'
Al Hovik Keuchkerian actor todavía le queda mucho del Hovik Keuchkerian dos veces campeón de España de boxeo. Una de las cosas: el entrenamiento. ... Este lunes llegó al Paraninfo de la UIMP en Las Llamas dos horas antes de que se iniciara la última función del ciclo 'Noches de teatro'. Se duchó y durante 45 minutos calentó la voz. «Siempre hago lo mismo», reconoció por la mañana a un grupo de periodistas en La Magdalena. «Además paseo y voy repitiéndome a mí mismo el texto», insistió. El que le trajo este lunes a Santander, 'Un obús en el corazón', del que interpretó distintos fragmentos y que está triunfando en Madrid -ha pasado por los Teatros del Canal y ahora se puede ver en los Luchana- está escrito por Wajdi Mouawad, dirigido por Santiago Sánchez y es, según señaló, «un regalo, un cañonazo al alma que hace que me baje del escenario siendo mejor tipo».
Del ring al plató
Boxeador, poeta con obra publicada, autor de sus propios monólogos, músico, hijo de padre armenio y madre navarra, Hovik Keuchkerian, compaginaba la dirección de su gimnasio con su faceta de monologuista. Después llegó la serie de televisión 'Hispania', «la mejor ficción histórica que se ha hecho en este país y un master para mí», según dijo, y también el cine con películas como 'Alacrán enamorado' (2013) o 'Assasin's creed' (2016), donde coincidió con Michael Fassbender y Marion Cotillard.
«No es que las series se hayan puesto de moda, es que se están comiendo al cine»
«En el fondo no hay tanta diferencia entre escribir poesía o boxear ni entre el escenario y el ring. Ahora cambio el rival por el público y además creo que tanto la interpretación como el boxeo son dos formas de enfrentarse a los propios medios».
No ha sido hasta este año cuando ha debutado en teatro y, según afirmó, «me tiene enamorado». Por eso preguntado por las diferencias de esta faceta con su carrera como monologuista, aseguró que en el monólogo «tiene que haber un 'feedback' automático», «inmediato», y si el público se ríe es porque «funciona» y con respecto al cine o televisión explicó que«en el teatro un actor debe entrar cuando debe entrar y debe salir cuando debe salir, lo otro es pegar cachitos».
Sin embargo este año ha rodado con Terry Gillian 'El hombre que mató a don Quijote', un clásico cuento de fantasía y aventuras basado en el personaje de Cervantes y que su director inició hace 17 años. «No sé cuando se va a estrenar, creo que aún está en el montaje, pero ha estado genial trabajar con Gillian». Aunque si alguien le ha impresionado ese ha sido Santiago Sánchez, director artístico de L'Om Imprebís que también ha adaptado el texto original de la obra y la dirige. «Siento que he tenido el privilegio de que se cruzara en mi camino pues gracias a él ahora soy mejor actor. Nunca pensábamos que íbamos a hacer la obra al punto al que ha llegado. Cuando la leí el primer día, no entendía cómo una persona sola iba a ser capaz de subir al escenario cuatro narradores en cuatro edades diferentes, siendo él mismo y haciendo once personajes distintos», confesó.
También reconoció que Mouawad tiene puntos en común con él porque ambos son de origen libanés, tuvieron que abandonar de niños su país y han tenido una relación complicada con sus padres por lo que cuando en 2014 leyó por primera vez el libro «le sobrecogió».
Keuchkerian, que no se siente «encasillado en absoluto» en un tipo concreto de papel, pese a que ha reconocido que «bienvenido sea» si su físico le ayuda, ha asegurado sobre esta cuestión de encasillarse que en la profesión de actor, con un porcentaje «muy elevado de paro», si se le pregunta a cien actores y actrices «si les importaría estar encasillados, cien dirían que no».
Por último, se refirió a las series de televisión. «No es que ahora se hayan puesto de moda, es que se están comiendo el cine», declaró sin meter en el saco a las superproducciones. En España hay productos que funcionan y otros que no, el problema está en la intención de hacer una serie para todos los espectadores, hecho que las nuevas plataformas están cambiando, «y debería cambiar más y más rápido, deberíamos centrar el tiro a un público más determinado», aunque para eso «y a pesar de que hay gente con ideas muy potentes, hace falta 'pasta' y el tiempo es dinero».
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