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Clientes en busca de libros en un estand de la Feria

Páginas por las que no pasa el tiempo

La plaza Alfonso XIII acoge las propuestas de 16 librerías, cinco de ellas de Cantabria, que se completan con una exposición, conferencias y una videoproyección, en una nueva en una nueva cita con la Feria del Libro Viejo de Santander

Rosa Ruiz

Domingo, 7 de agosto 2016, 16:18

De camino a la playa la pequeña Lucía incluye un par de cuentos en su mochila de colores. Ha tardado un rato en elegirlos bajo las atentas miradas de su abuela y una de sus tías que algo impacientes le apuran en la compra. La niña, una rubia coletuda, alegre y pizpireta posee ya una pequeña biblioteca en su casa en la que no faltan cuentos de princesas. Su abuela, orgullosa, asegura que para su nieta un libro es el mejor regalo. Lucía fue ayer una de las primeras compradoras de la nueva edición de la Feria del Libro Viejo, una de las citas más clásicas del verano santanderino que convertirá la Plaza Alfonso XIII en un zoco de la literatura hasta el próximo día 21.

Mientras Lucía se sumergía entre cuentos buscando títulos nuevos, la organizadora de la Feria, Carmen Alonso, recibía al alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y al consejero de Cultura del Gobierno regional, Ramón Ruiz, que con su presencia quisieron apoyar esta veterana iniciativa que se ha convertido en un referente para las librerías de este género. La plaza reúne este año 16, cinco de ellas cántabras. A las firmas de otros años se suma una nueva, la santanderina Kattigara que ayer llamaba la atención entre los clientes por la gran cantidad de globos que colgaban de las estanterías.

Las autoridades, entre las que también se encontraban la directora regional de Cultura, Marina Bolado, y la concejal de Turismo, Gema Igual, recorrieron todos los expositores, charlaron con los libreros, se interesaron por algunos ejemplares y, por ultimo, visitaron una exposición dedicada a los creadores de la transición con material de los equipos Crónica y Realidad que se ha instalado en este mismo recinto en uno de los expositores.

Durante el recorrido por la Feria, Carmen Alonso explicaba que la mayoría de los libreros que acuden repiten porque la cita registra buenas ventas y «es un éxito», hasta el punto de que hay lista de espera. «Muchos de los que quisieran estar presentes se han quedado sin espacio ya que se da prioridad a los habituales y también a los libreros de la región», señalaba.

Uno de estos habituales es Pedro Juan Mengual, de la valenciana librería Al Tossa. Sí se le pregunta porqué repite cada año no tarda ni un segundo en contestar. «Porque el público es comprador». Y también señala que en estos años ha hecho bastantes relaciones con algunos clientes que incluso le hacen pedidos por Internet.

Para esta edición ha traído «un poco de todo», desde libros y cuentos, que por su tamaño caben en la palma de la mano, hasta los ocho volúmenes de un tratado de Química del siglo XVIII que algún coleccionista se podrá llevar a casa por unos 380 euros.

Víctor López, de Páramo (Valladolid) acude a Santander por segundo año. «Esta es una feria buena. Interesante. Me pilla al lado de casa y por lo tanto hay bastante afinidad por la ciudad ¿Por qué no venir?», explica. También señala que en esta ocasión no ha traído muchas curiosidades, aunque observando en su stand se encuentran varios ejemplares antiguos relacionados con usos, costumbres, monumentos o rutas de Castilla y León y algún que otro Quijote antiguo.

Javier Tazón, que debuta con Kattigara, la reinventada librería de la calle San Luis, no recuerda si ha traído o no algo de Cervantes. «Creo que sí, que incluí unas novelas», duda. Aunque su habitual forma de venta es internet. Afirma que llega a esta feria «porque estamos todas las librerías de Cantabria y tengo que estar» y entre sus estanterías se pueden encontrar una antigua edición del Beato de Liébana ilustrada por José Ramón Sánchez y un catálogo de los trajes regionales de todas las provincias españolas.

«Para todo el mundo»

Tras la visita a los expositores Carmen Alonso destacó que es una feria «para todo el mundo», no sólo para lectores sino también para coleccionistas que persiguen un ejemplar especial o para aquellos que van a la busca de algún libro sobre sus aficiones. También cree que la irrupción del libro electrónico no va en contra del papel porque, a su juicio, es una forma de que aquellos que habitualmente no leen se aficionen a la lectura con un dispositivo entre las manos y terminen sintiéndose también atraídos por el formato tradicional.

El alcalde de Santander aseguró que esta feria es la tercera más importante de España, después de las de Madrid y Barcelona y recordó la oportunidad de la fecha, en un momento en el que la ciudad ofrece muchas y muy variadas actividades culturales.

También el consejero Ramón Ruiz resaltó que esta cita anual se ha convertido en un foco del verano cultural de Santander y Cantabria y valoró que este año salga al encuentro de la ciudadanía con un programa paralelo que a su juicio es «un acierto».

Y es que la principal novedad de la Feria del Libro en esta edición es que la posibilidad de adquirir los ejemplares se complementa con un programa de actividades paralelas que se desarrollarán en distintos espacios de la ciudad. El programa arranca en Carmen Alonso Libros, a las 19.30 horas, con una conferencia de Javier Lacruz sobre el Equipo Crónica y el Equipo Realidad.

El compositor Tomás Marco hablará de su experiencia en el grupo Zaj a la misma hora el día 17 en la Galería Josedelafuente (C/ Daoiz y Velarde) y cinco días antes, el 12, tendrá lugar una acción de Pedro Pertejo en Carmen Alonso, La Vorágine y la Biblioteca Municipal a las 20.00 horas.

Las actividades paralelas se completan con una proyección continúa en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, MAS, bajo el título Recuerdos del último viaje», cuyo autor es Fernando Calvo. Se trata de un «docu-ficción» de diez minutos de duración.

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