«Vivir de la literatura es casi tan improbable como vivir de la Lotería»

-¿Qué es 'Mundo extraño'?

-Es un libro de relatos en el que se van entremezclando algunos realistas, intimistas, de tipo psicológico y otros no realistas, incluso disparatados. Y de esta mezcla sale la comprensión de que los estilos y las poéticas no son más que maneras diferentes de mirar el mundo y de expresarlo.

-¿Cómo surgió la obra?

-Entre 1996 y 2008 escribí tres libros de relatos. Y después viene un periodo de sequía, en el que no acababa de imaginar cómo sería el siguiente. Tengo que aclarar que un libro de relatos es para mí un proyecto, como una novela o un ensayo. Me pongo de verdad a escribir un libro con algo que une los relatos, que puede ser un tema o una atmósfera o un estado de ánimo. En este caso, me senté a escribir 'Mundo extraño' cuando comencé a intuir la relación entre mi obra más realista y la que no lo es en absoluto y descubrí que podían dialogar. En este caso usé algún relato que había escrito previamente y que encajaba en ese marco, pero la mayoría son inéditos.

-¿Cuál es su mundo extraño?

-El título es engañoso, a propósito. El mundo no es extraño, el mundo es, y somos nosotros los que tenemos una relación extraña con él, de perplejidad, también por el deseo de dominarlo. Y cada uno es extraño a su manera.

-Es un libro de cuentos sobre el amor y el dolor, ¿cuál es el hilo conductor?

-Amor y dolor están siempre relacionados -aunque por suerte no todo el tiempo-, porque el amor sospecha continuamente de su fin: la pérdida, el abandono, la monotonía, la herida...

-¿Qué nuevos proyectos tiene entre manos?

-Próximamente se publicará en Pre-Textos un libro de poesía, 'Mujer lenta', con el que gané el premio Juan Gil-Albert. Por lo demás, es una etapa de reponer fuerzas e ideas.

-Novela, poesía, cuentos, libros de viajes.... ¿dónde se encuentra más a gusto?

-Para mí los géneros son parte de un proyecto más amplio, que, dicho de manera algo grandilocuente, sería narrar al mundo. Y como cada género entraña una manera de mirar y de expresarse, dirige tu atención de formas distintas a lo que hacen otros géneros, mi paso de uno a otro es en realidad un ejercicio de continuidad. El género que más me gusta es aquel en el que estoy trabajando en ese momento.

-¿Por qué escribe, cómo empezó?

-Ni siquiera sé cuándo empezó porque de niño ya quería ser escritor, aunque vengo de familia obrera, sin ningún vínculo con el mundo literario.

-¿Qué supone la literatura en su vida?

-Una forma de estar en el mundo; aunque mi vida no está en los libros, estos han ido modificando mi manera de entenderme a mí mismo, mis relaciones con los demás. La literatura, aparte del placer estético que pueda producir, sirve para enriquecer nuestra empatía y para aproximarnos a la complejidad del mundo -es la mala literatura la que lo simplifica-

-¿A qué público se dirige?

-A ninguno en particular. Es el público el que se dirige a ti. O no.

-¿Dónde se inspira?

-La literatura siempre se inspira en la vida, en la propia y en las de los demás. A veces esa inspiración pasa por las recreaciones encontradas en otros libros, pero la raíz última de lo literario es lo que sucede a nuestro alrededor y en nosotros mismos. Como es lógico, no soy una excepción.

-¿Se puede vivir de escribir?

-En general, no. Hay unas cuantas excepciones, pero vivir de la literatura es casi tan improbable como vivir de la lotería. Yo no lo he buscado, pero lo he conseguido por casualidad al ganar una serie de premios que me han servido como becas para seguir haciendo lo que me gusta.

-Además de presentar el libro en la Librería Gil, presenta el documental 'Vida y ficción'. ¿Cómo surgió el proyecto?

-Hace ya casi dos años que me planteé rodar un documental para indagar sobre la razón de que sigamos escribiendo en un mundo en el que la literatura cuenta cada vez menos, es más difícil subsistir con ella, tiene menos espacio y prestigio en los medios... Y sin embargo ahí seguimos, escribiendo contra viento y marea. Y me pareció que podría ser interesante, en lugar de escribirlo, dejar que me lo contasen directamente los autores. Al poco tiempo se sumó al proyecto Edurne Portela y lo realizamos juntos.

-¿Y qué piensan los escritores, cuáles son sus intereses y obsesiones?

-No preguntamos a los escritores por qué seguían escribiendo -quizá ni lo saben y además habría sido soporífero- sino que conversamos con ellos. Al final llegamos a la conclusión de que si seguimos escribiendo, y leyendo, es porque la literatura ofrece un modo único de acercarse a los temas.

-Terminemos hablando del panorama editorial, ¿cómo lo ve?

-En un momento de tensión: las grandes editoriales absorbiendo a otras, luchando por dominar el mercado y en particular los libros destinados al gran público. Al mismo tiempo, surgen numerosas pequeñas editoriales con propuestas propias, con un sesgo particular, buscando más bien al lector exigente cuyos gustos no se adaptan a los de la mayoría. En este caso no tengo la impresión de que el pez grande se vaya a comer al chico.