Mujeres Dos Rombos denuncia con arte, en la Biblioteca Central, la violencia machista
Una muestra colectiva impulsada por la Comisión 8 de Marzo reúne en dos instalaciones obras críticas y reflexivas creadas por artistas de diversas disciplinas
Un año más, la Comisión 8 de Marzo, junto a las Consejerías de Cultura e Igualdad del Gobierno de Cantabria, sale a la calle para ... visibilizar las distintas violencias que sufren las mujeres. Lo hacen coincidiendo con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemoró el pasado 25 de noviembre. Entre las actividades organizadas destaca la propuesta artística del colectivo Mujeres Dos Rombos que, desde el pasado día 18, se puede contemplar en la plaza de la Biblioteca Central.
El colectivo, formado por artistas de distintas disciplinas –desde la arquitectura a la ilustración, cine, teatro, educación…–, tiene como objetivo acercar el arte público como forma de transformación social, poniendo el foco en la desigualdad de género, los desequilibrios que conllevan la globalización y el capitalismo… o todos aquellos temas que, a través del arte, les permiten expresar su particular forma de ejercer la denuncia social. En Santander presentan dos de estas propuestas, dos instalaciones con las que ofrecen una mirada crítica y poliédrica sobre las violencias machistas.
Una de ellas lleva por título 'In-defensa propia' y es el resultado de «un proyecto global que muestra y denuncia cómo la mujer en el siglo XXI sigue siendo concebida como un ser menor y, por ello, el hombre, legitimado por el grupo, la puede maltratar, vejar, acosar, denigrar, mutilar, violar, avergonzar, marcar, controlar y matar solo por el hecho de ser mujer».
El proyecto, según señalan, surge a partir de la información sobre grupos de hombres que cercan a mujeres a través del engaño y la violencia sexual principal, conocidos popularmente como 'manadas' por el nombre del grupo de WhatsApp que llevaba uno de los violadores de los Sanfermines de 2016 en Pamplona.
La artista cántabra Puerto Collado participa en el proyecto con dos piezas, una en cada instalación
En la instalación «se muestran las heridas permanentes que produce el patriarcado y que, desgraciadamente, representan el día a día de muchas mujeres del mundo en la actualidad». Para ello, doce artistas han elaborado otras tantas piezas escultóricas que han colocado en el interior de cilindros y con las que denuncian. Así, Consuelo Ortega Chicharro, en 'Ignominia', pone el énfasis en la difusión jactanciosa de estas violaciones; en 'Penestola', Juana La Botana invita a contemplar la cruda realidad en la que la explotación se esconde tras la tradición, la cultura, la religión y el poder. Cristina Castro es la autora de 'Emplumada', que recuerda un antiguo castigo de la justicia española entre los siglos XVIII y XIX. En 'Silenciosas', María Ortega Gálvez rememora una de las torturas silenciosas que aún se lleva a cabo en algunos lugares de África para suprimir o revertir el crecimiento de los pechos de las niñas. 'El peor sitio del mundo para nacer mujer' es la pieza de María Ángulo Aguado, que viaja hasta el Congo para denunciar las violaciones y vejaciones de mujeres por parte de las milicias contratadas por grandes multinacionales. Yolanda García Serrano, en 'Del revés', denuncia con dos fotografías el horror de una mujer al saber que no volverá a ser la misma tras sufrir una agresión, y en 'Machismo de toga', Carmen Villarroel García coloca algunas sentencias por violación en manada. Maitena Servajean ha titulado su pieza '¡¿De verdad os hacen gracia?!', en la que encierra un burka como símbolo de mofa de una sociedad que las tiene entre rejas.
La artista cántabra Puerto Collado participa en esta instalación con la obra 'La captura', relacionada con las mujeres migrantes que se aventuran al mar y cuyos abusos quedan invisibilizados en rutas controladas por hombres. La obra de Pepa Badiola, 'No', es una negativa a la utilización de las mujeres, y '¡Urge vacuna contra la violencia a los derechos de las mujeres!' de Michiko Totoki es un llamamiento a los hombres y a la llamada 'nueva masculinidad'. Por último, 'Niña, no esposa', de la artista Anachareno, denuncia los matrimonios forzados de menores.
Visibilizar la vulnerabilidad
La otra instalación con la que Mujeres Dos Rombos denuncia la violencia machista es 'Heridas'. Aunque lejos de una actitud derrotista, las propuestas se llenan de luz, reflejos brillantes y transparencias «recordando que podemos curar nuestras heridas, recoser, remendar, suturar, desinfectar… sanar y recomponernos para avanzar». La obra, de nuevo colectiva y con los trabajos de artistas que participan en la otra instalación, desarrolla un espacio expositivo común cuyo hilo conductor es el torso y así se muestra en la Biblioteca Central. Cuenta con las propuestas de Coco Ortega: 'Feminicidio', que reflexiona sobre las circunstancias y motivaciones que convierten la mano que te dio placer en arma del crimen; e 'Historias que matan', también de la cántabra Puerto Collado, que recuerda cómo a través del cine se puede luchar contra esta violencia.
Otra de las piezas es 'Sonata de otoño', de María Ángulo Aguado, una íntima reflexión sobre el periodo de la madurez. Pepa Badiola cree que las palabras pueden ser tóxicas y ese es el título que ha elegido para su pieza, mientras que Ophélia Naëlle opta por 'Dulce líquido' para retratar el alma de las personas heridas.
Anachareno presenta su torso 'Sustantivo universal' para explicar que todos cargamos con remiendos y somos lo que somos a pesar de todas las huellas. En 'La palabra' en la piel, Cristina Castro recoge las huellas naturales o intencionadas que cuenta el mapa de nuestro cuerpo, y en 'Autoheridas', María Ortega habla de la autodestrucción y el sufrimiento interior. 'La gente herida es peligrosa, sabe que puede sobrevivir' es el título de la obra de Michiko Totoki, y Frágil, el de Carmen Villarroel. Las obras 'No me dejes caer,' de Maitena Servajean, y 'Sin ti… soy yo', de María Muñoz, completan la instalación.
La muestra
-
'In-defensa propia'. Se se centra en la violencia ejercida en grupo y con legitimación social o institucional.
-
'Heridas'. Denuncia la violencia machista, lejos de una actitud derrotista.
-
Propuesta. Asociación de Mujeres Dos Rombos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión