«Los sueños nos permiten escapar de las prisiones en las que estamos»
Teatro A La Plancha clausura el viernes la Muestra de Teatro Contemporáneo de Santander con 'Los Perros', una historia de abandono y lucha
«El hombre del siglo XXI se encuentra encerrado en una prisión de la que no sabe salir. Y el miedo a perderse en su ... propia búsqueda lo paraliza. Sólo los sueños nos permiten escapar de las prisiones en las que estamos». Quien dice esto es Selu Nieto, actor y director teatral que el viernes clausura la Muestra de Teatro Contemporáneo de Santander con 'Los Perros', un montaje de la compañía andaluza Teatro A la Plancha. Premio revelación en los IV Premios Lorca del Teatro Andaluz y al Mejor Actor en el Premio Escenarios de Sevilla, inicialmente pensó ambientar la obra en unas perreras, pero a medida que avanzaban los ensayos cambió el decorado por el de un hospicio. Allí, los elegidos son llamados a traspasar la puerta que los libera de su encierro, los más atormentados aguardan a que venga el director para ser salvados. Pero los días pasan, no viene nadie y ninguno sabe cómo recorrer los largos y estrechos pasillos que conducen al exterior. Buscan otra puerta de salida. Selu Nieto descubrió el teatro muy joven, es hijo de José Luis Nieto 'Selu', saxofonista de grupos como Reincidentes y Extremoduro, y estuvo siempre muy vinculado con el mundo del arte. Con ocho años estudió teatro y hoy siente que «hay algo en el teatro que me hace sentir vivo, aunque no sé explicar el qué».
–El viernes clausura en la Muestra de Teatro Contemporáneo de Santander con 'Los Perros', con su compañía Teatro A La Plancha ¿Cómo empezó todo? ¿Cómo nació este proyecto?
–Es una obra que escribí porque quería reflexionar sobre la esperanza del hombre. En este siglo XXI, el hombre se encuentra encerrado en una prisión de la que no sabe salir y, relato cómo es el proceso cuando sale de ciertas situaciones en las que se siente atrapado, encerrado. Cuento que a través de los sueños todos podemos escapar de las prisiones en las que nos metemos o, en ocasiones, nos meten.
–¿Y por qué ambientó esta historia en un hospicio?
–Eso surgió durante los propios ensayos. Al principio trabajamos con la idea central de perros reales encerrados en una perrera y, a medida que avanzaban los ensayos aparecieron niños en un hospicio de la época nazi, aunque la obra no tiene nada que ver con esta etapa de la historia. El contexto surgió en los ensayos, no estaba predeterminado. Todo fue fluyendo.
–¿Qué moraleja tiene la obra? ¿Qué se lleva el espectador a casa cuando termina?
–No tiene moraleja porque es un tema que invita a hacerse muchas preguntas sobre la vida, sobre las personas. Y sobre esto trabajamos en el montaje. Queremos mantener vivas las preguntas que nos fueron surgiendo durante la obra y queremos que el público reflexione y se haga esas mismas preguntas, que sigan vivas en su mente cuando acabe la obra.
LA OBRA
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Qué Teatro A La Plancha presenta 'Los Perros', una obra escrita y dirigida por Selu Nieto.
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Elenco María Díaz, Carlos Serrano y Selu Nieto.
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Dónde En la Sala Medicina, dentro de la Muestra de Teatro Contemporáneo de Santander que organiza el Aula de Teatro de la UC a cuyo frente está Francisco Valcáce. Viernes, a las 20.30 horas.
–Explica en la obra que en pleno siglo XXI el hombre se encuentra encerrado en una prisión de la que no sabe salir. ¿De qué es usted prisionero?
–Todos tenemos prisiones. En mi caso, alguna vez me he sentido prisionero como te puede pasar a ti o a cualquier otra persona. El hecho de salir a la calle y que haga sol o esté nublado ya genera emociones distintas en las personas y afrontamos de forma diferente el día. Siempre hay conexión entre la obra de teatro y la vida personal de quien la ha escrito. No se puede separar.
–¿Cómo llegó al mundo de la interpretación?
–Mi familia, en especial mi padre, siempre se dedicó al mundo artístico. Era saxofonista de grupos como Extremoduro. Desde los ocho años estudio teatro y ese era el lugar en el que me encontraba más cómodo conmigo mismo.
–Después ha trabajado en series de televisión, también hizo teatro y ahora director y dramaturgo, ¿cómo ha sido su evolución?
–Al principio solo me interesaba la interpretación pero a medida que avanzaba me empezaron a interesar también los entresijos del teatro. Desde la iluminación, que también he estudiado, hasta la escritura, la dirección.... Realmente es en la etapa creativa donde más disfruto porque puedo desarrollar la parte más imaginativa y tengo más posibilidades de juego. Luego cuando se pasa del papel a la interpretación intentas que no sea siempre lo mismo por aquello de que la obra esté viva.
–¿Qué le atrapó del teatro?
–Fue el sentirme vivo. Hay algo en el teatro que me hace sentir vivo, pero no sé explicar el qué.
–¿Cómo ve el panorama teatral?
–Como espectador, creo que poco a poco se van haciendo cosas más interesantes y personales. Es un acierto. Y como creador pienso que las épocas de crisis son buenas para los creadores, porque se nos revuelve todo para intentar vomitarlo y llegar al espectador. El panorama está complicado pero no podemos dejarnos arrastrar por la crisis, hay que seguir para adelante.
–¿Y qué proyectos tiene a la vista?
–Teatro A La Plancha está creando una nueva producción que estrenaremos en mayo o junio del año que viene. La obra trata sobre la frontera entre la vida y la muerte, realidad y ficción... Qué ocurre cuando tenemos que enfrentarnos al final de la vida.
–¿Qué ha aprendido del teatro?
–A ser mejor persona. El teatro me enseña a conocerme mejor a través de conocer al otro.
–Ya es mucho.
–No me conozco todavía ni creo que llegue a conocerme del todo nunca, pero estoy en ese proceso.
–Dentro de veinte años le gustaría estar...
–Me gustaría verme igual de emocionado, entregado e ilusionado que estoy hoy, con la misma fe. Y por supuesto, sin dejar de crear. El lugar concreto me da igual, no me veo en un sitio, sino de una manera concreta, creando.
–Es actor y en un momento dado da el paso a escritor, ¿cómo fue?
–Empezó a surgir poco a poco. El primer montaje de Teatro A La Plancha no tenía texto, quizás por la timidez y el no sentirme preparado para hacerlo. Fue como un vómito, me senté y lo que iba saliendo, con mucha improvisación, dio lugar a una historia. Fue más intuición que algo premeditado.
–Y por último concedámosle un regalo al teatro, ¿qué le daría a quien tanto le ha dado?
–El teatro me regala poder estar vivo y yo le regalo mi vida. Parece un juego de palabras, pero es cierto. Implica mucho sacrificio pero tiene su recompensa.
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