El talento cántabro que brilla en Europa
Andrea Tankeu, Óscar Crespo y Aarón Ceballos ponen el punto y final a su temporada con tres medallas en un Europeo sub-20 de ensueño para el equipo español
Entre un campeonato de máximo nivel -un Europeo-, el viaje de vuelta desde Finlandia y que es el fin de temporada, sus fuerzas son muy, ... muy justas. Pero ese cansancio lo compensan, por un lado, su juventud -todos nacieron en 2007- y la medalla que traen de Tampere. La santanderina Andrea Tankeu, el torrelaveguense Aarón Ceballos y el pielaguense Óscar Crespo aterrizaban ayer en España con algo más de equipaje del que llevaron a Finlandia. Andrea se trae un oro en disco, Aarón un bronce en los 800 metros y Óscar cerró el Europeo con sus compañeros del 4x400 dando una plata a España. La decimocuarta medalla en un campeonato de locura. Junto a ellos otro torrelaveguense, Raúl Gutiérrez, entrenador de Aarón y Óscar pero que en Tampere ejercía como oficial del panel de medio fondo de una selección española que lo ha bordado en Finlandia. Catorce preseas y tercera en el medallero.
«Habíamos tenido dos medallas en individuales. Podíamos estar ahí, Pero tanto como para pensar en una plata...». La voz de Óscar Crespo refleja a la perfección esa mezcla de cansancio y alegría. El de Zurita, ya con 18 años, además de demostrar unas 'patas' soberbias para el 400, hizo gala de una cabeza portentosa en la final. «Recibí a la par que los checos. Pero su último relevista, Rada, que había ganado el '4 vallas', cogió la calle interior. Era una pelea que no podía ganar. Un desgaste innecesario», apunta. Analizó la situación y vio que «Alemania e Italia, por el 200, venían a por mí a fuego». Así que guardó fuerzas. En la recta de meta, germanos y transalpinos no tuvieron nada que hacer. «Me hice fuerte».
«El año pasado hice un 400 para puntuar con el club y salió prácticamente una mínima europea»
Óscar Crespo
La plata en Tampere corona una temporada que estuvo lastrada porque «en mayo me rompí el brazo derecho». Pero Crespo consiguió llegar a tiempo para estar en la selección «y con este equipo» en Finlandia. Su historia es la de un apasionado del atletismo. «Empecé con esto desde que tengo uso de razón. Tengo trofeos del año 2011». Óscar es de Zurita y esa localidad se asocia en el atletismo cántabro a un nombre legendario. El apellido delata al chaval. «Javi Crespo es primo de mi padre».
Hasta 2024, Óscar hacía 800 y 1.500. «Pero sobre mayo hice un 400, para puntuar con el Atletismo Torrelavega en una prueba. Y salió prácticamente una mínima europea», dice entre risas. Su 1.90 convierten en un cuatrocentista de manual a un Óscar Crespo que, demás de empezar a estudiar Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en Uneatlántico el próximo curso, seguirá volcado con el atletismo. «Hay un Mundial en Oregón en 2026. Ese será mi objetivo». Pero de momento, llegan «vacaciones. La temporada se ha acabado».
«No me lo esperaba»
En la final de lanzamiento de disco había mujeres con mucha mejor marca que Andrea Tankeu. Pero entre que la alemana Curly Brown (58.99 como plusmarca personal) y la danesa Anne Juul Jensen (56.39) no tuvieron su mejor día, y Andrea Tankeu tuvo el mejor de su vida, el oro se vino para Santander. Su disco voló hasta los 54.28 metros para ganar y superar por mucho su anterior registro personal, 51.85. Su mejor regalo de cumpleaños. Este jueves, cumple los 18.
«Con el peso fue con lo que empecé, pero me veo mejor ahora en el lanzamiento de disco»
Andrea Tankeu
«No me lo esperaba para nada», señala con una voz risueña. «Estoy muy contenta. Mucho». Pero también «cansada», añade entre risas. En su tercer lanzamiento en el Ratina Stadion de Tampere, el disco voló hasta esos 54.28 para sentenciar la final. Cuando aterrizó en el césped, Andrea ni se inmutó. «Es que no se veía bien la referencia de los 50 metros», añade. Cuando salió la medición, llegó la explosión de júbilo.
El oro de Finlandia supone subir un escalón respecto al Europeo sub-18 del año pasado en la localidad eslovaca de Banska Bystrica, «Este año, campeona». Y supone un punto y seguido a la trayectoria de una atleta que viene demoliendo récords y coleccionando medallas por todas las categorías inferiores. «Empecé con el atletismo a los doce años, en la Escuela Municipal de Santander». Allí, como cualquier aprendiz de atleta, probó todas las especialidades. «Pero enseguida me dijeron que era buena en lanzamientos, que tenía potencial». Pasó al grupo de Ramón Torralbo, que pule a un diamante con un potencial casi inimaginable.
Aunque la propia Andrea prefiere ser cauta. «Poco a poco», aunque le queden muchos años «entre los sub-20 y los sub-23» y ya haya subido incluso a podios absolutos. La santanderina también lanza peso, aunque confiesa que con la bola mantiene «una relación de amor y odio. Con el peso fue con lo que empecé, pero me veo mejor ahora en disco».
Ese Mundial sub-20 de Oregón del que hablaba Óscar también está presente en el calendario de Andrea. «Ahí está claro que voy a ir. Me exijo mucho». Y por si acaso esto del atletismo no da para vivir -«y yo creo que no se puede vivir de él», afirma- en este próximo curso empezará Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Cantabria. «Mejor tener estudios, por si acaso». Hasta entonces, a descansar. «¡No quiero ver un disco, una bola o unas zapatillas en un mes!», añade entre más risas. «Ha sido la temporada más larga de mi vida».
«Pensaba en una medalla»
Los 1.47.73 que tiene como mejor marca, «muy bajable», no le situaban como favorito al podio. Pero Aarón Ceballos, torrelaveguense «de Sierrapando», viajaba a Tampere con el objetivo de una medalla. Y la consiguió. «Aunque no quería llevármela de esa forma ni de ese color». El torrelaveguense fue bronce en, como él mismo dijo, «la final más guarra que he visto en toda mi vida», con empujones, codazos y una caída de su compañero Ryan Barcala, el otro español de la final.
«Tengo que llevar este tipo de carreras de otra forma. No pude hacer la táctica que yo quería»
Aarón Ceballos
«Es que la última vuelta, tras salir de la primera curva fue un desmadre. Parecía una guerra». Ceballos, plata europea el año pasado en sub-18, se lleva además del bronce, una valiosa lección de Tampere. «Tengo que llevar este tipo de carreras de otra forma. No pude hacer la táctica que yo quería».
Desde los cuatro años anda en el atletismo, en el que ha «pasado por todas las pruebas». Pero desde hace «dos o tres años», está dedicado al '8', de la mano de Raúl Gutiérrez, que mima también a Óscar Crespo. «El primer año fue de adaptación y en el segundo, ya quedé campeón de España dos veces».
En el caso de Aarón hay una peculiaridad que no se da en el caso de Andrea y Óscar. El tiene un referente de lo más cercano. Porque en esa pista torrelaveguense en la que entrena se ve de cuando en vez a Mohamed Attaoui. Paisano, amigo, plusmarquista español y finalista olímpico en París. «Y es algo bastante guay», reconoce Aarón Ceballos. «Desde la tele esas competiciones lo ves como algo lejanísimo. Pero él me lo hace ver desde cerca. Te hace aprender muchísimo, de ese entrenamiento invisible que él maneja a la perfección».
El talento de Aarón Ceballos no ha pasado desapercibido para el equipo de 'Moha'. «Ya me ha fichado el On Athletics», reconoce el bronce europeo en Tampere. Pero por si acaso esto del atletismo se tuerce, «voy a empezar Fisioterapia en Torrelavega.
Aun con 17 años -cumplirá los 18 en diciembre-, para 2026 Aarón comparte objetivo con sus dos compañeros. «El Mundial. Esa pista de Eugene me encanta». Pero eso será el año que viene. Tampere le ha dejado fundido en este final de temporada. «Lo último que me apetece es entrenar mañana -por hoy-», concluye.
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