Juan Ayuso vuelve a exhibirse para ganar su tercera etapa en la Vuelta al Besaya

Juan Ayuso parece que se ha saltado el confinamiento y ha entrenado más que los demás, aunque él mismo reconoce que ha quemado el rodillo durante el encierro. Ayer ganó la tercera etapa de la Vuelta al Besaya -las tres que se han disputado-, junto a la Cueva de Altamira. Aplasta como un bisonte. Todas para él. Y no conoce otra cosa en lo que va de esta peculiar temporada, en la que ha ganado todas las carreras de la categoría júnior. Ni subir ene veces las escaleras del podio le fatiga lo suficiente para dar cancha a sus rivales.

La lluvia inicial hizo que la salida fue nerviosa, con el Bathco controlando cualquier atisbo de ataque. Ayer Juan Ayuso debía tener planes después de la etapa. Había quedado. Porque, pese a portar el maillot de líder y dominar con mano de hierro la ronda, sólo esperó hasta el kilómetro 28 para atacar, en las primeras rampas de la subida a Ubiarco. Lo dicho, tenía prisa. Pasa de especular.

A su estela, del pelotón, salió un osado para poner en discusión su dictadura. Jorge Gutiérrez, del Ciudad de Talavera, se agarró a la rueda de Ayuso. Y así, caminaron juntos a lo largo de la etapa. El equipo talaverano jugó sus cartas con maestría y, por detrás, envió a hacer contacto a Antonio Nieto. El trabajo de este tuvo premio cuando, en la segunda ascensión al Alto de Ubiarco, se unió a la dupla cabecera. Jorge Gutiérrez tenía compañía y podía centrar sus fuerzas en el intercambio de ataques con Ayuso.

Los candidatos al triunfo afrontaron las rampas previas a la llegada y allí Juan Ayuso impuso su ley. Nieto perdió comba, pero Gutiérrez, ganador de la clasificación de la Montaña en la anterior edición de la Vuelta al Besaya, apretó al ambicioso líder hasta el sprint final.

La valentía de Jorge Gutiérrez le permite ser hoy, prácticamente, el único rival de Ayuso en la última etapa de la ronda. La clásica etapa entre Torrelavega y Los Corrales de Buelna, con las ascensiones a Brenes y al Collado de Cieza como principales puntos calientes. Ahí es donde el ciclista del Ciudad de Talavera tendrá que poner a prueba la fortaleza, a priori inquebrantable, del dominador de la carrera.

Son 51 los segundos de ventaja con los que parte el ciclista alicantino. Visto su poderío, no sólo en la cuenca del Besaya, sino en el resto de competiciones en las que ha participado, parece que tendrán que pasar algo más que ataques para hacerle perder el maillot. Sin embargo, el buen hacer de Jorge Gutiérrez en la etapa de ayer y el acertado trabajo táctico del Ciudad de Talavera hacen presagiar una última etapa de altísimo nivel en esta Vuelta al Besaya.