Ángel Madrazo: «Quiero coger la fuga de hoy»

No habrá desniveles verticales ni montañas por descubrir. «Es verdad que no habrá que subir ningún puerto, pero como se salga rápido, con los repechos de El Pontarrón, Laredo... Se puede hacer muy difícil», añade el 'Gorrión'. «Va a ser muy complicado», insiste el santanderino, al que este año no le ha dado tiempo a exhibirse como la edición del pasado año en la que recorrió casi más kilómetros escapado que en el pelotón. «Está siendo muy difícil coger la fuga. Se ha empezado muy diferente a otros años, con muchos puertos en las primeras etapas y todos quieren estar ahí», explica, al tiempo que cruza con el coche del equipo, el Burgos-BH, por delante de su casa sin poder parar a ver a los suyos. «Llevo más de un mes sin poder estar con la familia y mis hijos son mi energía. Es una pena, pero lo llevo muy mal».

Santoña, Noja, Galizano, Pedreña, Astillero, Miengo... Por toda la costa hasta llegar a Torrelavega, donde se meterán al interior para subir el Alto de San Cipriano, la única tachuela puntuable del día. «Es poca cosa, pero con los nervios y la velocidad de no peder la posición se puede hacer duro», señala Madrazo, para quien además es «casi imposible» dejar de pensar en lo que les espera el fin de semana. «Vienen dos días en Asturias muy complicados, y los corredores que buscan las fugas querrán aprovechar en Cantabria. Lo ideal sería coger una fuga de siete u ocho y llegar». Ese es el escenario con que sueña el santanderino, que ya se ha dejado ver en esta ronda en una escapada llena de ilustres, pero que quiere repetir la gloria. «Lo del año pasado fue la pera. Ya veremos cómo lo planteamos en el equipo, pero sería importante volver a ganar en la Vuelta».

Como juvenil, como amateur y ahora como profesional. Ángel Madrazo sabe lo que es acabar en ese repecho duro y escarpado que da acceso a Suances donde hoy finaliza la etapa de la ronda española. El ciclista del Burgos-BH sabe que «es una subida de 800 o 900 metros de potencia en los que a veces no ganan los sprinters». Cantabria es territorio de sorpresas. «En la Vuelta siempre pasa algo cuando se llega a esta tierra. Valverde perdió una Vuelta bajando el Caracol, Purito la perdió con el ataque de Contador en el Collado de Hoz camino de Fuente Dé. Ya veremos qué pasa. El trazado es cierto que es para estar atentos y sufrir mucho para entrar en la escapada y luego... Lo que pase».

La de hoy será la décima etapa y ya se han subido puertos, se han descolgado favoritos y la ronda sigue sin dueño. En eso, como casi siempre. No obstante, Madrazo reconoce que la de esta año es muy diferente porque falta lo principal. «Llegar a Cantabria y no poder ver público es algo que... El ciclismo sin aficionados es una pena. Imagino que como el fútbol, con los estadios sin nadie en las gradas. Falta algo».

Cantabria tendrá este viernes el ciclismo mundial en exclusiva. Eso sí, será una burbuja hermética que cruzará como un cohete por las carreteras y que será mejor contemplar desde lejos. Prohibido acercarse. Pasión con freno mano. Ni en Castro Urdiales ni en Suances será posible acercarse a los valientes. Será un modo diferente de ser protagonistas y de enseñar el atractivo de esta tierra sin que se pueda tocar a sus improvisados visitantes. La nueva normalidad también va a pedales.

A más de cincuenta por hora en bicicleta no es nada sencillo quedarse con el decorado ni fijarse en los detalles, pero Madrazo advierte para el que no lo conozca que «hoy se pasa por sitios muy bonitos. Se podrán ver los acantilados, las playas... Cantabria no son sólo montañas, también vive de la mar y en el trazado de la etapa se va por la costa y se podrá disfrutar». Buen embajador el Gorrión, que lamenta una vez más que «la gente no pueda estar en la cuneta». El santanderino sabe que «en un día como mañana -por hoy- seguro que vendrían muchos aficionados de fuera a seguir la etapa, además de los de casa, porque aquí tenemos una gran afición».

Es la nueva normalidad, donde hay que acostumbrase a todo. Donde la caravana ciclista pasa de puntillas por Cantabria sin poder hacer todo el 'gasto' y el ruido que siempre hace y que tanto celebran sus gentes. Hoy es un día de pasión controlada y de ahí que el consejo choque frontalmente con lo que uno desea: «Quedénse en casa, por favor».