El fútbol cántabro se viste de gala

Si Cantabria da en los próximos años un jugador de los que marcan época y se convierten en ídolos de toda una generación, ese joven deportista estuvo este martes en el Palacio de Festivales. Porque el recinto santanderino acogió la celebración de la gran fiesta del fútbol de la región, un evento organizado por la Federación Cántabra de Fútbol que en su cuarta edición, como en todas las anteriores, reunió a una amplísima representación de los clubes de la comunidad autónoma, desde benjamines, pasando por juveniles hasta los que militan en Segunda División B en estos momentos sólo es el Racing, con la intención de hacer un balance de la última temporada y reconocer los méritos deportivos.

Hasta 90 entidades y varios cientos de jugadores pasaron por el escenario para recoger el trofeo que les acreditaba como campeones de la competición liguera o copera. Los primeros de todos, los del deporte base, que ataviados con sus respectivas equipaciones formaban un mosaico de colores en las butacas de la Sala Argenta, donde se desarrolló la primera parte de la gala a partir de las 17.00 horas. Empezaron por los mayores, los cadetes, con los campeones de grupo de la Tercera categoría. El Naval, el Mioño, El Colindres B... La lista era muy larga pero los chavales demostraron que, además de estar entrenados para pegar al balón, también lo están para esperar su turno.

Lo que más les costó a los pequeños fue mantener la compostura a la hora de hacerse la fotografía, porque todos querían tocar el trofeo o situarle lo más cerca de él posible. Mientras los profesionales del fútbol a nivel internacional se preocupan por buscar los atajos para declarar menos o esquivar la lupa del fisco, los integrantes de la cantera cántabra sólo pensaban en el sitio en el que iban a colocar la instantánea. Otra perspectiva.

Muchos de los presidentes o directores de algunos de los clubes tuvieron que hacer varias veces el paseo por la escalinata del escenario porque distintos equipos de su entidad deportiva habían sido los mejores en sus respectivas categorías. Eso les pasó, por ejemplo, al Bansander, pero también al Monte, al Noja o al Racing, entre otros.

Tras los campeones de grupo en cadetes, infantiles, alevines y benjamines, y los ganadores de la Copa Rayo Cantabria y segundo Valle Lebaniego, llegó el turno del fútbol sala, una modalidad con tantos o más equipos a los que la Federación Cántabra de Fútbol quiere dar la misma relevancia y visibilidad. En este caso, la chicas del Flavióbriga, campeonas de fútbol base femenino, fueron las primeras en recoger su galardón. La dinámica fue la misma hasta que La Folía, campeón de Copa Cantabria benjamín, cerró la ronda del fútbol base. Antes de dar por finalizado el acto, los jóvenes jugadores, entrenadores y directivos de los clubes pudieron disfrutar con una actuación de acrobacias a cargo del grupo de teatro Malabaracirco y de un gran cierre de fiesta a cargo del cantante Nando Agüeros, que interpretó su tema Viento del Norte antes de dar por cerrada la primera parte de la Fiesta del Fútbol Cántabro. Llegaba el turno del deporte de mayores.

En la Sala Pereda

A partir de las 20.00 horas, la actividad se trasladó a la Sala Pereda para continuar con la entrega de premios, pero en este caso del fútbol juvenil y absoluto. Con la presencia del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y la alcaldesa de Santander, Gema Igual, se siguió el mismo procedimiento. Más campeones y algunos reconocimientos especiales. Por ejemplo, al Santoña y al Barreda por la celebración durante este año de su centenario, a las chicas del Monte y al Marina Sport por sus ascensos a categorías nacionales y a Fuente Martín y García García, los árbitros que han subido de nivel. La Federación, que este año presume de estrenar mutualidad y emisora de radio, también agradeció a Autobuses Ruiz su apoyo al deporte de Cantabria y a Ruth Beitia su ejemplo para todos los jóvenes jugadres de la región.