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Una manita para despertar del sueño

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Roberto Ruiz
Fútbol | Copa del Rey

Una manita para despertar del sueño

Los cinco goles delSevilla no deslucen la fiesta de un Escobedo que se quedó sin opciones demasiado pronto

Marcos Menocal

Santander

Domingo, 12 de enero 2020

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Lo mismo da dormido que despierto, la clave es soñar. De esa manera se le saca jugo a todo sin dejarse nada para otra ocasión, ya que se corre el riesgo de que no haya una segunda oportunidad. Por eso,

Como quien entra en un museo que guarda reliquias del antiguo Egipto; así entró Monchi al Eusebio Arce. Obnubilado y ojiplático; giraba el cuello y no perdía detalle del escenario de la batalla. No le encajaba del todo. Susurraba al oído a sus acompañantes y con cierto disimulo torcía el morro.

En los duelos, ya sean bélicos o con unos naipes en la mano, los contendientes se esmeran en esconder su estrategia, sin embargo ayer el Sevilla,

Escobedo

Rafa, Bubu, Montiel, Quinta, Mario, José Carlos (Berto, min. 78), Dani, Pepe, Dalisson (min. 34, Vitaly), Carlos (Somavilla, min. 70) y Hector.

0

-

5

Sevila

Bono; S. Gómez, L. Ocampos (Lopes, min. 67), Nolito (Brian Gil, min. 60.), J. Navas, Gudelj, De Jong (Chicharito. Min. 77), Oliver, F. Vázquez, Reguilón y Jordan.

  • Goles: 0-1, min. 16. Luuk de Jong; 0-2, min. 37, Nolito; 0-3, min. 56, Lucas Ocampos; 0-4, min. 74, Franco Vázquez; 0-5, min. 90, Óliver Torres.

  • Equipo arbitral Principal, Soto Grande, César. Línea 1: Costova, Rodríguez, Alfonso. Línea 2: Álvarez Fernández, Carlos.

  • Amonestaciones Por parte del Sevilla, tarjeta marilla a Gudelj, min. 40 y amarilla a Reguilón, min. 87. Por parte del Escobedo, amarilla a Dani, min. 50 y a Héctor, min. 61

  • Incidencias Eusebio Arce. 1.400 espectadores. César Arce 'Titi' y Encarna, marido y mujer, realizaron el saque de honor. El club les conceidó la distinción para reconocer su apego al club y al pueblo de Escobedo

El planteamiento de los locales no era malo; esperar y no conceder errores, pero a Lopeteguí no le bastaba con tocar en horizontal y buscaba los pases por dentro a una velocidad impropia de las tardes de fútbol habituales en el Eusebio Arce. Era lo esperado. Tanto era el ímpetu con el que se esforzaban los de casa que acabaron con asistencia médica; primero Asilsson por algo que más tarde le obligó a retirarse y después Bubu, al que un choque con Nolito le dejó desparramado en el suelo y con menos dientes.

En

Y como en las guerras, cuando uno de los contrincantes ve sangrar a su enemigo la contienda se desnivela.

El intermedio sirvió para que

Quince minutos de respiro y otra vez en guardia. Los entrenadores no cambiaron una ficha y en los primeros minutos la vida siguió igual. El Sevilla durmió el balón de un lado a otro, pero al Escobedo tanto balanceo le envalentonó y le sacó su orgullo. Montiel puso un balón que Bono se tragó, y en el rechace Héctor recortó a Reguilón que, además de levantar a los espectadores, mandó el balón a córner. Tres saques de esquina seguidos fueron aplaudidos como quien acabara de hacer prisioneros.

Los

Y sin miedo, presión ni prisas

Pepín no quería marcharse de vacío y se sacudió un lanzamiento lleno de peligro.

Los técnicos comenzaron a mover a sus efectivos, pero antes hubo tiempo para que el 'Mudo' Vázquez empujara a placer un error defensivo del Escobero para subir el cuarto gol del Sevilla.

Al final de la mañana el único enemigo era el reloj al que cada vez le quedaba menos que señalar y con ello la fiesta se esfumaba. Con el tiempo cumplido llegó el último del Sevilla, fue de Oliver Torres y este sí que no lo celebró ni el autor del gol. E

La cuenta es sencilla: harían falta 2.700 clubes como el Escobedo para igualar el potencial del Sevilla. Así de sencillo: 2.700. Esa ... es la diferencia entre el presupuesto de los dos equipos que se ven las caras en el desigual duelo de mediodía en el Eusebio Arce. Por hablar de lo económico. Si se echa mano de lo social, la diferencia es algo menor; cierto. Al comparar el número de abonados del Sevilla (más de 45.0000, según el último dato hecho público) con los del Escobedo (unos 400, de acuerdo con las cuentas del club, que no dispone del número exacto) la diferencia es menor. 'Solo' harían falta unos 110 Escobedos para empatar con los nervionenses. Son cifras que ponen en contexto de un modo ilustrativo lo que se espera en el Eusebio Arce. No es David contra Goliat, sino contra Goliat y varios de sus amigos.

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