«Hubiese pagado por jugar un partido así»

Se reúnen para comentar lo que esperan de cara al partido de hoy. La mayoría es optimista, aunque saben de las dificultades propias de enfrentarse a un rival de la talla del Sevilla. El más veterano es Laureano Escagedo que, además de jugador, fue directivo y entrenador del conjunto blanquinegro. «Éramos personas para todo. Si había que limpiar, se limpiaba y si había que entrenar, se entrenaba. Una época fui directivo porque no tenía carnet para entrenar a los juveniles y de esa manera salía como delegado, hasta que saqué el carnet federativo».

Escagedo llegó al Escobedo cuando tenía 21 años. «Estuve jugando hasta que ascendimos a Tercera División, que es como la Segunda B ahora, pero lo tuve que dejar porque nos teníamos que desplazar fuera de Cantabria».

Como anécdota, recuerda que en el pueblo hay una ley no escrita que dice que todo aquel que juega en el equipo blanquinegro se casa en Escobedo. «Yo fui uno de ellos, pero también hubo más compañeros como Chamus, Chuchi, que vino del Unión Club, o Gelín, el del restaurante de Nueva Montaña. Fuimos unos cuantos». El centrocampista camargués reconoce que el pueblo está un poco más «revolucionado» que unos días atrás. «Se ve a la gente como efervescentes».

En la misma época que Escagedo militó en el Escobedo Francisco Díaz, más conocido como Paco, que defendió la camiseta camarguesa durante doce años. Fueron años de supervivencia, en los que se labró la familia que la entidad es hoy en día. «Empecé a jugar en los juveniles, porque hace cincuenta años en este equipo solo había juveniles».

El zaguero está de acuerdo en que la junta directiva del Escobedo haya decidido jugar la copa del Rey en el Eusebio Arce. «Estos chicos se lo han ganado y además el club tiene una historia bastante grande, tiene más de 100 años y esto va a quedar grabado para toda la vida».

Ligado al club desde los quince años, Tomás Merino es otro de los que vivió la primera época en competición del Escobedo. Defendió la portería el primer equipo durante trece años, un periplo en el que conoció varias etapas dentro del club camargués. «He jugado en todas las categorías». Hermano del actual presidente, reconoce que nunca experimentó nada parecido a lo que se vivirá hoy. «Lo más parecido fue el día que se inauguró por segunda vez el campo, que jugamos contra el Palencia». Emocionado ante lo que se espera hoy, Merino no es capaz de expresar lo que hubiera dado por estar sobre el campo en un duelo que vivirá por Televisión. «No hay palabras para expresarlo».

Coincide con su optimismo otro de los históricos, Ángel Herrerías, conocido como Michel. «Se les puede ganar, aunque haya pocas posibilidades de conseguirlo». Lateral diestro durante quince años tras llegar en su época juvenil, el ex jugador valora lo que se va a vivir en el terreno de juego más allá del resultado. «Da mucho ambiente al pueblo, están viviendo algo que no les había sucedido nunca».

Fundado en 1917, el equipo camargués a comienzos de los años 90 dio el salto a Tercera, una división que mantiene desde entonces y en la que es uno de sus equipos punteros. Uno de los que ha vivido casi toda la época dorada de los blanquinegros es Luis Merino 'Sito', hijo del presidente y que ha vestido la zamarra del club durante casi tres lustros. «Estuve catorce temporadas en Tercera División».

El centrocampista disputó «siete u ocho» play offs, aunque lo más parecido a lo que se va a vivir hoy lo disfrutó también en la Copa del Rey. «Fue contra el Oviedo. Era diferente, porque había ida y vuelta, pero jugamos en el Nuevo Tartiere» Implicado en el club, conoce a la perfección la plantilla de Pablo Casar y por eso tiene claro de qué manera le va a salir a jugar al Sevilla. «Tiene que hacer un equipo intenso, intentar que no se juegue demasiado».

Otro de los que ha vivido la época dorada del Escobedo es uno de los actuales preparadores de porteros, Víctor Manuel Gómez, al que todos conocen como Vichi. El de Requejada trabaja a diario con Rafa y Pablo, los dos cancerberos de la plantilla, a los que no dudaría en cambiar el puesto durante al menos dos horas. «Veo a los dos y me cambiaría por alguno de ellos aunque sea para estar en el banquillo. Jugar unos minutos sería algo especial, daría muchísimo por ello».

Y es que pese a disputar cuatro fases de ascenso, el ex arquero asegura que no estuvo cerca de vivir nada parecido a lo que se espera hoy. «Lo más parecido fue un encuentro ante el Logroñés, por la gente que vino de allí y por la ilusión con la que se vivió en el pueblo». Codo con codo cada partido con Pablo Casar, Vichi no descarta la sorpresa. «Siempre te imaginas algo parecido a lo que pasó el día del Málaga, sería lo ideal. En el fútbol puede pasar cualquier cosa».

Junto a Vichi, el otro preparador de porteros del equipo es Javier Toca, otro ex futbolista que además es natural de la localidad, lo que es un plus a la hora de vivir el ambiente. «Empecé en el equipo de pista y posteriormente pasé por todas las categorías. Lo dejé cuando fui a la mili». Asegura que el Sevilla va a tener que pelearlo si quiere avanzar de ronda. «Si tenemos una opción de pasar es jugar en el Eusebio Arce y vamos a luchar por ello».

Natural de Maliaño, Felipe Gómez aterrizó en el Eusebio Arce con la llegada del siglo XXI para vestir la elástica blanquinegra durante cinco cursos. En ellos disputó dos fases de ascenso, dos liguillas en las que «en una perdimos los dos primeros partidos y nos quedamos sin opciones y en la otra ganamos a la Real Sociedad B en Anoeta y tuvimos opciones hasta el penúltimo partido». Precisamente es la victoria ante el cuadro donostiarra por 1-2 el que Lipe recuerda con más cariño. «Es lo más cercano a lo de hoy en cuanto grandeza, jugar en un estadio como Anoeta». Delantero de calidad, es sincero a la hora de confesar que «hubiese pagado dinero por jugar un partido como este, vivir este ambiente y disfrutar de la semana que están teniendo los jugadores».

Son un pedazo de historia para un club centenario que vive las horas más importantes de su historia. Gracias a jugadores como Escagedo, Paco, Tomás, Michel, Sito, Vichi, Javi o Felipe el club ha podido llegar hasta donde está actualmente. Hoy, son uno más de la plantilla.