La ilusión contra la lógica

Hoy llega el punto culminante a un viaje que comenzó el día 18 de noviembre. El Espanyol era el equipo de Primera que le tocaba al Solares tras eliminar a los asturianos del Nalón. Desde entonces, el equipo de Medio Cudeyo ha vivido en lo más parecido a una montaña rusa sin frenos. «Qué locura. Es que no veo el final». La voz de María José 'Tati' Ruiz, la vicepresidenta del Solares, ya suena cansada. Porque desde ese día 18, a su día le han faltado muchas horas. «Han sido días de mucho trabajo. De mucho estrés. Ni he tenido tiempo de estar nerviosa. Es más agobio». Pero también hay sitio para la emoción. «Han colgado banderas con los colores del club por el pueblo, en las ventanas... Me entra la llorina».

Pero tanto trabajo, del club y del Ayuntamiento de Medio Cudeyo, han dado como resultado que La Estación luzca sus mejores galas para el partido más importante de la historia del Solares. «Hoy -por ayer- empezaron a montar las gradas supletorias... Es un proceso lento y parece que no acaba». Pero estarán a tiempo. Desde el Solares esperan que para el encuentro, La Estación pueda acoger «a unas 1.900 personas. Si cabe alguno más...». La prioridad para esos espectadores han sido los de casa. «Los niños del club, sus padres, entradas para los jugadores... Si se ha conseguido esto, es para todos. Estar aquí ya es un premio».

El de hoy es de esos partidos sin nada que perder y todo que ganar. La plantilla del Solares también tiene ganas de que lleguen las siete de la tarde. «Hay ganas de que llegue y de vivirlo», señala Diego Santos, el entrenador del equipo. La ilusión no es sólo la de la primera plantilla del club de Medio Cudeyo, «sino de los chavales de la base y de mucha gente».

Diego ha preparado el encuentro ante el Espanyol como si fuese «cualquier rival». Lo que ha sobrado en esta ocasión ha sido material para el análisis de vídeo. Y el míster del Solares ha visto algo que le ha gustado. «Sí, hacen cosas muy complicadas. Pero se repiten a lo largo del partido».

Diego Santos confía en que esa ilusión con la que afrontan sus jugadores el encuentro no se convierta en algo desmedido. Que no se sobrerrevolucione nadie y una entrada a destiempo se salde con una tarjeta roja y ponga la misión aún más imposible. Aunque siempre existe cierto temor. «En los partidos anteriores el equipo ha estado muy tranquilo y ha entrado muy bien al partido. Pero mañana -por hoy- con tanto escudo, periodistas, la tele... No hay otro momento similar a este para medirlo», comenta el míster del Solares.

Diego Santos no tiene la osadía de hablar de «puntos débiles» del Espanyol, afirma entre risas. Pero sí en esas sesiones de vídeo han analizado «dónde nacen sus ocasiones. Hemos ido a lo que más redunda en su juego». La abismal diferencia entre uno y otro equipo hace que para tener una mínima oportunidad de eliminar al Espanyol, el Solares no se encomiende a otra cosa que «ser muy intensos y correr mucho», apunta su entrenador. Pero todo ello, con cabeza. «Ni ser unos kamikazes dejando la defensa desguarnecida, ni tampoco colgarnos los once del larguero». Para esa intensidad, el Solares contará con dos aliados. Por un lado, «el campo», lógicamente más pequeño que el RCDE Stadium donde juegan los pericos. Y por otro, la meteorología. Muy a pesar de todo el mundo, las previsiones apuntan a que vuelve la lluvia.

Tan solo el delantero Lian de la Fuente, lesionado, se perderá el entrar en la convocatoria del Solares para el partido. «Puedo llevar a 22», añade Santos, que completará la lista con un jugador del filial, Héctor Díez. Esos 22 futbolistas tendrán muy cerca a casi 2.000 de los suyos y, a través de la televisión, a muchos más cántabros pendientes del partido. El que será por derecho propio el más importante en la historia de un club de Medio Cudeyo que presume de no tener deudas y para el que el encuentro «tampoco nos arreglará mucho en lo económico», destaca 'Tati' Ruiz'. Porque el Solares no ha querido llevarse el partido de Copa a otro estadio más grande, poner entradas caras y así arreglar dos o tres presupuestos. «Lo principal era que estuviesen los de casa», concluye 'Tati'. El día para soñar ha llegado. Noventa minutos para dilucidar si se impone la lógica del presupuesto o la ilusión de todo un municipio. 'Fútbol es fútbol', según dijo el serbio Vujadin Boskov. Y pocas frases tan cortas encierran un significado tan grande.