Embargan a la Federación de Fútbol para que pague el trasplante de un jugador
La medida de la Agencia Tributaria podría obligar a subir las cuotas para que el organismo pueda cubrir el gasto de 107.000 euros que cuesta la operación
efe
Viernes, 22 de julio 2016, 18:27
La Agencia Tributaria ha embargado las cuentas de la Federación Cántabra de Fútbol para cubrir un gasto de 107.000 euros por un trasplante a un chico que sufrió un infarto tras un partido por un problema coronario que, según esta entidad deportiva, era congénito, lo que podría obligar a subir las cuotas.
El presidente de la Federación Cántabra de Fútbol, José Ángel Peláez, ha dicho a Efe que, para cubrir esos 107.000 euros -por el tratamiento y un recargo-, habría que aumentar las cuotas "un 15 %".
"Nosotros nos negamos", ha señalado Peláez, que asegura que la Federación actuó correctamente y conforme a los protocolos, y que atribuye el infarto del chico a un problema congénito que "no tiene que ver con la actividad deportiva".
Ha añadido que la Federación y su mutualidad retiraron la licencia a este chico y que fue el Servicio Cántabro de Salud (SCS) el que "le dio de alta médica".
Además, según destaca, como consecuencia de este embargo se ha tenido que aplazar el pago a todos los profesores y entrenadores que han dado cursos en la Federación o que han entrenado a las selecciones territoriales, "al no disponer de fondos suficientes para poder liquidar la temporada".
Peláez ha advertido de que este problema "descuadra las cuentas" de la Federación. Según precisa, se trata de un embargo administrativo que ha llegado hace pocos días y que además ha afectado a otras federaciones de España que comparten el CIF de la mutualidad con la cántabra.
Así, se ha embargado a federaciones de otros territorios por este asunto, porque la Agencia Tributaria ha lanzado el embargo a todas las cuentas vinculadas a ese CIF y ahora tendrán que pedir la devolución de esas cantidades.
Peláez ha explicado que el chico sufrió un infarto de miocardio en 2014, aunque ya había tenido problemas antes con desmayos, por lo que la Federación y los servicios de la Mutualidad Cántabra le hicieron unas pruebas y a raíz de los resultados se dio de baja su licencia.
El jugador fue al Hospital de Valdecilla, al servicio de Cardiología, donde le dieron de alta con un informe que, según Peláez, recogía que "podía hacer vida perfectamente normal" y que no había motivo alguno para denegarle la licencia.
Por eso, la Federación "ya no pudo denegar la licencia", según destaca el presidente, que precisa que esa tramitación es una función pública delegada, que el Gobierno encomienda a las federaciones deportivas.
"No puedes hacer lo que tú quieras, sino que va con una normativa y una ley", ha manifestado Peláez, que ha añadido que "si (en el informe médico) hubiera puesto que no estaba apto, no hubiera jugado seguro. Ya lo veíamos venir".
Al cabo de un tiempo este chico sufrió un desmayo por un infarto cuando iba al vestuario tras un partido, y después se le repitió en la ambulancia y en el hospital.
"La gran intervención de entrenadores de la escuela fue vital. El chaval es fuerte, o por un milagro de la naturaleza, consiguió salvarse, pero ha estado meses en el hospital", ha dicho el presidente de la Federación.
El jugador tuvo que recibir un trasplante y el Hospital de Valdecilla, según Peláez, hizo un informe que atribuía los infartos a una enfermedad congénita. "Anteriormente no lo mirarían bien", ha considerado.
"107.000 euros es una barbaridad", ha resaltado Peláez, que ha indicado que se ha recurrido y que la Federación está en contacto con la Consejería de Deportes del Gobierno y que espera poder tener una reunión de todas las partes la próxima semana para tratar de llegar a una solución.
Peláez ha agregado que, de no llegarse a una solución, la Federación Cántabra de Fútbol no iniciará las competiciones de fútbol base.
El subdirector de gestión Económica e Infraestructuras del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Francisco Javier González, ha dicho a EFE que aunque la Federación Cántabra no se ha puesto en contacto con este organismo, estaría dispuesto a volver a estudiar el expediente y "ver qué pasos se han dado y qué actuaciones".
"Todo tiene vuelta atrás en caso de ser necesario", ha afirmado este directivo, quien ha apuntado que se trata de un asunto de 2014 y que el actual equipo directivo llegó al SCS pasado 2015.
Después de insistir en que se puede volver a ver el expediente, González ha subrayado que el SCS actuara "de bueno fe". "No tenemos ningún problema", ha añadido.