«No soy el tapado de nadie; ni de Carral ni de sus antecesores»

Borragán afronta el reto con muchas dificultades, con un entrenador que debe coordinar la nueva plantilla y obligado a capear la crisis social y, sobre todo, económica de los azules. El nuevo máximo mandatario confía en que de su mano puedan llegar o, para ser más preciso, regresar, algunos patrocinadores, pero lo primero que deberá hacer es estudiar la documentación que dejó su antecesora en el cargo Elisabet Carral. Además tendrá que elaborar unas cuentas, las de 2019, que como reconoció en su momento la propia Carral ni se han empezado. Tras la tarea económica el siguiente pasó será preparar las eleciones que deberán decidir al sucesos de la actual junta gestora.

«Llevo viviendo en Astillero 50 años y me siento uno más. Soy administrador de empresas y he dado el paso de aceptar el presentarme ya que un grupo de personas me animó a hacerlo para ayudar un poco al remo en mi campo, que es la gestión», asegura Borragán. Y es que su perfil, que no despertaba recelos en ningún sector del club ni en el Ayuntamiento, propició que un grupo de socios le propusiera la idea pese a no ser ni un especialista ni un hincha del banco fijo más allá de lo que lo es medio Astillero. Le costó aceptar, porque la tarea no va a ser sencilla en absoluto.

La crisis institucional fue decisiva para que tomase la decisión. «Lo primero que tengo que decir es que una persona me insistió mucho y me explicó la situación, que yo conocía desde fuera, así que me anime a tratar de buscar alguna solución. También valoré el tiempo que llevo en el pueblo y, aunque no he sido forofo del remo, sí que he notado y sentido que entre los ciudadanos se vivía y sentía el deporte. Eso es algo muy importante, ya que el club tiene muchas raíces en la localidad y entre todos hay que buscar soluciones».

Sin conocer en profundidad la situación, espera poder aclarar el futuro de la entidad. «Yo confío en que pueda hacer una buena gestión. Trataré de no meter la pata y también es importante que sepa rodearme de gente para que este proyecto salga adelante», explica el nuevo mandatario de los azules, que niega categóricamente ser un tapado de Paco Gárate o que tenga alguna relación con la ya expresidenta.

«No conozco a Elisabet ni sé quienes pueden pensar eso. No conozco lo que es la anterior etapa y su gestión, pero lo que sí pueden tener claro es que no soy ningún tapadillo de nadie, ni de Carral ni de sus antecesores. Es más, cuando me he ofrecido a ser la cabeza visible he pedido voluntarios. Si fuera el tapado de alguien no llevaría mi propio equipo de trabajo».

La Junta Gestora que salió de la asamblea de socios cuenta con tres miembros y al menos por el momento no se ha incrementado. «A algunos de ellos les conozco de la anterior etapa. Todos viven muy de cerca el devenir del club de remo».

Las líneas maestras de la gestión del nuevo presidente pasan por dar un giro importante al club. «Bajo mi punto de vista hay que potenciar la base y también el capítulo de socios. En cuanto a la gestión del club, debemos separarla del capítulo deportiv. Yo no soy el más indicado para tomar esas decisiones, no soy remero. Bajo mi punto de vista los que tienen que llevar el club en la parcela deportiva deben ser los que entienden de remo. Lo mío es la gestión para tener más socios; gente que entre en el club aportando dinero e intentar buscar subvenciones, aportaciones de empresas. Lo que sí puedo decir es que la gestión será transparente».

Uno de los aspectos importante es el plano deportivo, la base, que está encabezada por Israel Bolado, Pelos, y José Luis Cruces, Garru, con los que el nuevo mandatario tiene previsto reunirse en fechas próximas. «Me tendrán que asesorar y aconsejar. Creo que es lo que debo hacer y seguro que lo hacen bien porque son deportistas que sienten los colores del club».

Las elecciones son otro de los objetivos que tiene Borragan de cara a un corto espacio de tiempo, cuando se conozca la realidad económica del club. La situación financiera tiene mal aspecto, de modo que quiere evitar que alguien se lleve un desengaño. «Una de las premisas que puse en la asamblea es que no quería ser elegido presidente. Yo entiendo que lo primero que hay que hacer es no mirar hacía atrás, pero sí poniendo las cuentas en claro. Trataré de poner todo en negro sobre blanco; poner las cuentas claras ante los socios para que vean el estado en el que se encuentra el club y después convocar elecciones en el espacio de tiempo más corto posible, dos o tres meses. Se abrirá el periodo electoral y el que se quiera presentar como presidente que se presente. No descarto que sea yo, pero no está decidido que lo vaya a hacer. Si hay alguien que quiera presentarse, que lo haga».

En cuanto a la documentación del club, ya sabe que está depositada en el Ayuntamiento. «Pasaré a por ella y trataré de ponerla al día, porque entiendo que es la base para poder justificar las posibles subvenciones que hayamos podido recibir tanto del Ayuntamiento como del Gobierno de Cantabria. Hay que tener las cuentas al día y justificar los gastos, para mí es fundamental que todo eso esté al día.