Todos los heridos en el Rallye Festival tienen ya el alta
El único que seguía en observación en Valdecilla recibía el alta médica en la mañana deeste domingo
Por suerte todo quedó en un gran susto y sin ninguna consecuencia grave. Si ya el sábado ocho de los nueve heridos tras la salida ... de un coche el viernes en el Rallye Festival Hoznayo habían recibido el alta, el domingo por la mañana la ha recibido el único afectado que quedaba en observación –por simple precaución– en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Así, todo el mundo ya está en su casa sin más consecuencias.
La salida de pista ocurrió en el último tramo del viernes, Entrambasaguas, sobre las ocho y media de la tarde cuando Mattin Villares perdió el control de su Renault Clio Maxi cuando trataba de coger una curva pronunciada a derechas. Su coche se fue de atrás y empezó a girar sobre sí mismo. En el segundo y último giro, y afortunadamente ya a muy poca velocidad, fue cuando impactó contra un buen grupo de espectadores que estaba situado en una zona en la que no debía estar. La organización del Rallye Festival Hoznayo coloca unas llamativas cintas rojas, en las que pone expresamente que no puede haber público tras ellas. Y en esa zona no había una, sino dos. Una cerca de la curva que cogen los coches y otra, unos metros más atrás. A esa última hora de la noche, las primeras informaciones de lo sucedido ya tranquilizaban, porque no se referían a nada grave. Todo lo más se apuntaba a una tibia rota, algo que se descartó incluso ya el sábado, cuando exploraciones más en profundidad descartaron esa rotura. Ese sábado ya se dio el alta a ocho de los afectados y se dejó a uno en observación por precaución, que fue dado de alta en la mañana de ayer.
La anécdota
El Rallye Festival Hoznayo concluyó cerca de la noche del sábado, con el último tramo del día, Peña Cabarga, y el tradicional pasillo humano que recibe a los pilotos a su entrada a Hoznayo para poner fin al evento. Pero quien no pudo disfrutarlo a bordo de su coche fue la estrella invitada de esta edición. Ari Vatanen, junto a su copiloto Fabrizia Pons, no pudo vivirlo con su Peugeot 205 Turbo 16, ya que un problema con la gasolina en el motor les impedía concluir la última especial de Peña Cabarga. Aún así, el piloto finlandés no dudó en agradecer todas las muestras de cariño recibidas durante el fin de semana. Una de las leyendas en la historia del automovilismo señalaba que se había quedado «sorprendido gratamente» de la grandiosidad del evento.
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