100% ilusión; 0% presión
El Racing, en su mejor momento anímico en lustros, recibe a un Alcorcón en descenso en plena lucha por subir a Primera División
En otras circunstancias, los últimos minutos del tenso partido del Racing en El Molinón habrían sido una retahíla de calambres, de manos en las rodillas, ... de bocanadas de aire... Pero cuando la cabeza se quita de encima toda la presión, toda la responsabilidad, y el espacio sólo se llena de ilusión, de sana ambición, las piernas vuelan. «Estamos como aviones», reconocía José Alberto el viernes en rueda de prensa. Por eso, en el minuto 98, ante el Sporting, el equipo verdiblanco se lanzó a por el triunfo. No a tumba abierta. Básicamente porque no hay nada que perder. El conjunto cántabro depende de sí mismo, por lo menos, para meterse en la fase de ascenso a la élite. Nadie lo soñaba meses atrás. Pero es que, como no hay presión, tampoco hay techo. Y un poco más arriba está la gloria. Esta noche, frente al Alcorcón, la oportunidad es pintiparada para hacerse fuerte entre los mejores.
Para eso, el Racing debe ser fiel a sí mismo. Desde que llegó José Alberto no se han avistado papardas por la Segunda Playa de El Sardinero. Sin embargo, la parroquia verdiblanca está tan curada de espanto que siempre le persigue el temor a que algún pez distraído vaya a colarse en el estadio verdiblanco. Ya se sabe lo que comen esos bichos. En el 'Huerto del Francés', después de seis partidos sin perder, frente a un rival en puestos de descenso... El menú ideal para el sauro atlántico.
LAS CLAVES
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53 puntos tiene el Racing, enfrascado de lleno en la lucha por la fase de ascenso.
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34 puntos suma el Alcorcón, que llega a Santander en puestos de descenso.
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Racing La baja de Íñigo Sainz-Maza se une a las de Andrés Martín y Álvaro Mantilla en el equipo verdiblanco
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Alcorcón El equipo madrileño se impuso en el partido de ida, una de las peores actuaciones racinguistas
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Racing Mario García, Iván Morante y Dani Fernández se postulan como novedades en el once cántabro
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Alcorcón Los alfareros llegan a Santander con la importante baja del delantero Dyego Sousa
Aún así, lo que ha demostrado este Racing es que es distinto a lo más reciente. Tiene un aura especial. Un halo indestructible. Habrá quien lo llame flor, pero esto parece otra cosa. Y, a día de hoy, el único capaz de detenerlo es él mismo. Su acierto o la falta de él. Si no se sale del carril, tiene pinta de que puede llegar a donde le dé la gana.
Incluso pese a las bajas, que son unas cuantas en las últimas semanas. E importantes. Pero el míster ha conseguido que en la 'JALgoneta' se suba todo el mundo. Los de dentro y los de fuera. Aunque esta semana habrá algunos que se han tenido que quedar en el área de descanso por problemas físicos. No estará Andrés Martín, que tiene para un ratuco. Y tampoco Álvaro Mantilla, que ha recaído de su lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha.
Lo más importante, por nuevo y porque cambia la fisonomía del doble pivote, es la ausencia del capitán: Íñigo Sainz-Maza. Y mira que andaba bien. En forma. El de Ampuero se pierde este partido por sanción, después de ver la quinta cartulina amarilla en El Molinón. Pero, además, estará de baja al menos tres semanas más, aquejado de una rotura de fibras, también en el mismo músculo que Mantilla y que Andrés Martín. Se contagia en el vestuario verdiblanco. Sin el canterano, Aldasoro es fijo en la sala de máquinas y se busca acompañante para el vasco. Iván Morante, después de dos buenas actuaciones, se postula como titular, por delante de Clément Grenier. Y ya, porque José Alberto no ha convocado a ningún futbolista del filial para posibles urgencias durante el encuentro de esta noche. Lo que está claro es que Morante tiene más pie pero menos músculo que Íñigo, por lo que la propuesta variará ligeramente.
Por lo demás, o lo de casi siempre o lo que decida cambiar el técnico asturiano. Hay dudas, porque hay retornos y competencias a buen nivel en algunas posiciones. Es el caso del lateral derecho, donde, por fin, el entrenador verdiblanco podrá contar con un especialista después de más de un mes de remiendos que, la verdad, han cumplido con creces. Si Dani Fernández está al cien por cien, la titularidad será para él, aunque Marco Sangalli ha hecho un buen papel cuando le ha tocado actuar ahí.
Mientras tanto, en el flanco izquierdo de la zaga Mario García sigue aporreando la puerta. En Gijón fue titular Saúl García, pero cuando salió el chaval, subió las revoluciones por la banda izquierda. En casa y en un partido en el que los verdiblancos deben mandar, el número '40' apunta a estar entre los elegidos en la hoja de alineaciones.
En el centro de la defensa, Germán Sánchez y Manu Hernando ya se han instaurado como pareja de hecho. Eso sí, Rubén Alves es un candidato de garantías y siempre tendrá un porcentaje de opciones de entrar. Por gestión de vestuario -eso de tener a todos enchufados- y por regular las cargas al veterano zaguero andaluz en el tramo decisivo de la competición.
Y en el frente de ataque, cualquier variación es igual a sorpresa. Sin Andrés Martín, la MVP -Mboula, Íñigo Vicente y Peque- es prácticamente inamovible. Sobre todo, el extremo izquierdo y el mediapunta. No tienen discusión. Menuda escolta para un Juan Carlos Arana que, a día de hoy, no tiene rival en la punta de ataque. Menos aún después de ver puerta, por partida doble, en la orgásmica victoria en El Molinón.
Aún dura el escozor de la derrota en el partido de la primera vuelta. Probablemente, la peor actuación racinguista en lo que va de temporada. Ante un rival que, entonces, estaba prácticamente desahuciado. El propio José Alberto vaticinaba el viernes que lo de hoy no va a tener nada que ver con lo de Santo Domingo. Poco queda de aquel Alcorcón, que ha sacado la cabeza de los puestos de descenso y, aunque sigue peleando por la salvación, ahora a veces utiliza el espejo retrovisor. Esta vez llegará a Santander en puestos de abismo, después de los resultados que se han dado a lo largo del fin de semana. Y lo hará con un viejo conocido del racinguismo en el banquillo: Mehdi Nafti. Al francotunecino le condenó al despido el Racing la pasada campaña, cuando era entrenador del Levante. Aunque le tiene cariño al club verdiblanco, seguro que ahí también hay algo de resquemor.
Las urgencias alfareras son el otro peligro para los racinguistas. Los madrileños se juegan la vida y, como tal, deberán salir al terreno de juego en los Campos de Sport. Pero, con el ánimo que lleva el Racing encima, si todo sale bien no hay rival suficiente en toda la categoría. Que siga así.
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