Borrar
Pablo Pinillos, durante su época en el Racing.
El albañil de sueños racinguistas
racing

El albañil de sueños racinguistas

Las peñas racinguistas no van a olvidar fácilmente a Pablo Pinillos. El próximo viernes, día 13, le rendirán un homenaje abierto en el hotel Victoria de Santander

raúl gómez samperio

Jueves, 5 de mayo 2016, 19:16

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El verbo agradecer se conjuga fluido con futbolistas como él. Dicen que el sudor de sus esfuerzos defendiendo al Racing podría llenar piscinas olímpicas, y que sus carreras por el campo sumarían distancias para llegar a lejanos destinos de otros países. Construyó sólidos sueños para los racinguistas a base de ladrillos de honradez, piedras de constancia y cal, arena, yeso y cemento de lealtad y respeto. Su humildad nunca podrá ocultar que fue uno de los artífices de los grandes éxitos de su equipo: la clasificación para participar en la UEFA y la disputa de dos semifinales de la Copa. Las peñas racinguistas no van a olvidarle fácilmente como albañil de sueños deportivos.

El riojano Pablo Pinillos Caro nació en el pequeño pueblo de agricultores de Murillo de Río Leza, donde con siete años ya vestía orgulloso la camiseta de su primer equipo, el Rapid Murillo. Continuaría jugando en la Loyola y en el Calahorra, donde alternaba el fútbol con su trabajo de albañil y la dura labor de la recogida de la uva. Pero el fútbol le invitó a dedicarse profesionalmente al deporte cuando le fichó el Pontevedra (1996-97), de donde saltaría al Deportivo, club con el que debutaría en Primera División en 1998. Luego se incorporó al Toledo, dirigido por Miguel Ángel Portugal, y en 2000 al Compostela, donde la plantilla sufriría importantes problemas económicos debido a los impagos del club. La madurez y personalidad de Pinillos le situarían al frente de las reivindicaciones de sus compañeros que llevaron a cabo curiosas acciones para llamar la atención de sus problemas. Ése fue el motivo por el que Pinillos llegaría a posar desnudo para la conocida revista Interviú. En 2003 se fue al Levante, equipo que entonces entrenaba Manolo Preciado. Fue uno de los hombres importantes en el ascenso de los levantinistas a Primera División después de cuatro décadas sin jugar en esta categoría.

Manolo Preciado, entonces entrenador racinguista, que le conocía cuando dirigía el Levante, le trajo al Racing en el verano de 2005. Ya era un lateral derecho rápido y potente, de gran anticipación, que como marcador aportaba al equipo una gran regularidad en sus tareas defensivas. Debutó el 28 de agosto de 2005 en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, frente al Sevilla, cuando los cántabros presentaron un equipo formado por Aouate; Regragui, Moratón, Neru, Pinillos; S. Dalmat (Jonatan Valle), Vitolo (Juanjo), Marqués (Raúl), Casquero; Melo y Aganzo. En Santander vivió los emocionantes momentos de la clasificación para la Copa de la UEFA y las dos semifinales de la Copa del Rey. Fue capitán del Racing y colgaría las botas en 2011, tras disputar 191 partidos y anotar tres goles. Luego se incorporó al trío de técnicos que sustituyó a Héctor Cúper, junto a Juanjo González y Fede Castaños.

Desde muy joven, Pinillos vivió ilusionado por construir con sus propias manos una casa en su localidad de origen donde viviría con su esposa e hijos. Y lo consiguió. También convirtió sueños racinguistas en realidad a base de ladrillos de honradez, piedras de constancia y cal, arena, yeso y cemento de lealtad y respeto. Por eso el verbo agradecer se conjuga fluido con futbolistas como él. Dicen que el sudor de sus esfuerzos defendiendo al Racing podría llenar piscinas olímpicas, y que sus carreras por el campo sumarían distancias para llegar a lejanos destinos de otros países.

Las peñas racinguistas no van a olvidarle fácilmente como albañil de sueños. El próximo viernes, día 13, le rendirán un homenaje abierto en el hotel Victoria de Santander, donde todos estamos invitados para que su nombre se incluya entre otros grandes y homenajeados jugadores: Quique Setién, Benito Ballent, Tuto Sañudo, Nando Yosu, Manolo Preciado, José Ceballos, Manolo Chinchón, Chiri, Jesús Merino, Luis Fernández, Aitor Aguirre y Manolo Díaz, con los que siempre será fácil conjugar el verbo agradecer.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios