El debut victorioso de Quique contra el Leganés
El cántabro se estrenó en los Campos de Sport como técnico racinguista ante los madrileños
El estreno el jueves de Quique Setién en el banquillo del Villarreal y el rival del Racing esta tarde en Leganés, nos ha traído ... la posibilidad de mezclar recuerdos y actualidad en un cóctel de buenos sabores para los aficionados cántabros. El 13 de octubre de 2001 el Racing y el Leganés, también en Segunda División, jugaron el primer partido oficial de su historia que coincidió con la presentación de Quique como entrenador racinguista en El Sardinero. Quique se había estrenado la semana anterior perdiendo contra el Racing de Ferrol en la localidad gallega (2-0), hundiendo al equipo en posiciones de descenso a Segunda B, pero en Santander el ánimo del nuevo míster contagiaría entusiasmo por todas las esquinas del campo para empezar a corregir el punto de mira del club.
El Racing había bajado a Segunda División después de una racha excepcional de temporadas consecutivas en Primera, fruto de aquel ascenso del 93 donde Quique había sido el carismático capitán del equipo. El jugador santanderino, que con la edad había atesorado un fútbol de mayor talento en el centro del campo, contribuyó a arraigar al equipo en la máxima categoría, hasta que estalló el conflicto con el entrenador Vicente Miera que terminó con la expulsión de ambos.
La salida del club de aquella ingrata manera fue un desaire para un ídolo deportivo que por votación popular había sido elegido mejor jugador del Racing del siglo XX, y por eso se anhelaba un regreso que sirviera de desagravio. La oportunidad llegó durante la temporada 2001-2002. El descenso provocó la marcha de hombres de la talla de Mellberg, Gonzalo Colsa, Tais o Amavisca, pero había incorporado a otros elementos que darían un buen resultado, como Bodipo, Javi Guerrero o Diego Mateo.
Había tres plazas para recuperar la Primera División. Y ese era el pensamiento obsesivo de los racinguistas al comienzo del campeonato liguero. Gustavo Benítez era el entrenador y cuando se habían jugado siete jornadas, el Racing era el decimoctavo de la clasificación, a un punto de los cuatro puestos que fijaban el descenso automático a Segunda B. El bagaje de Gustavo Benítez, con una sola victoria frente al Xerez (1-0), era muy preocupante. Por eso el consejo de administración recurrió a Quique Setién, el exjugador que había tenido una triste salida del equipo en 1996, pero que ahora, con 43 años, regresaba a su club con el objetivo de reestructurarlo desde su nuevo puesto de director técnico, sustituyendo a Miguel Sánchez y asumiendo también el puesto de entrenador con Nando Yosu como segundo y Luis Felipe Lucio como preparador físico.
Quique tuvo un amargo debut como técnico, porque perdió en A Malata contra el Racing de Ferrol (2-0), hundiendo al equipo en posiciones de descenso, pero contra el Leganés las cosas comenzarían a cambiar. Quique eligió para jugar a Lemmens, Arzeno, Sietes, Juanma, César, Ismael, Mena, Pineda, Pablo Sierra, Regueiro y Julio Álvarez. El encuentro se adornó con ambiente de éxito gracia al homenaje que el campo ofreció a los remeros de 'La Marinera' de Castro, campeones de Cantabria, de la Liga Vasca, de España y de la Bandera de La Concha. Y aunque el público no estaba contento con la situación de su equipo, el golazo de Mena con un soberbio disparo desde 35 metros comenzaría a renovar la fe en el equipo, fe que se incrementaría en el inicio de la segunda parte, cuando Sietes subió por su banda y el centro lo aprovechó de volea Javi Pineda para un tranquilizador 2-0. Pero el racinguismo no dejará nunca de ser 'sufringuismo'. En uno de los escasos acercamientos del conjunto madrileño, llegaría el 2-1 en el minuto 59, creando una sensación de incertidumbre que pesaba también entre los jugadores locales. Entonces Quique tuvo uno de sus aciertos. Hizo debutar al argentino Diego Mateo, que en los pocos minutos que estuvo en el campo se convirtió en el mejor gracias a su velocidad y a sus aciertos, y sobre todo porque fue el autor del gol de la tranquilidad que llegó en el minuto 85.
Dos meses después de aquel primer triunfo de Quique, tras ganar al Real Murcia (1-0), el equipo se asomaba por primera vez a la ventanilla del ascenso tras ganar los seis partidos jugados en casa contra el Leganés (3-1), Salamanca (1-0), Sporting (2-1), Numancia (4-0), Córdoba (2-0) y el citado partido contra el Real Murcia. Incluso el sorprendente desliz de la derrota contra el Recreativo de Huelva (1-5) en el mes de marzo, cuando el equipo ocupaba la tercera plaza, sirvió como impulso rabioso para enderezar un rumbo que llegaría a buen puerto el 19 de mayo de 2002, en la penúltima jornada, cuando el Racing rubricaba el ascenso a Primera con su triunfo ante el Atlético de Madrid (1-0). De esa forma, Quique participaba activamente, en uno como jugador y en otro como técnico, en los dos últimos ascensos del Racing a Primera División.
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