Dos cántabros desarrollan en EE UU la inteligencia artificial que ayudará a los investigadores del futuro
Luis Alvear y Álvaro Buitrago han lanzado Dimenso, una herramienta con la que brindan apoyo a los laboratorios para acelerar la labor científica
Pedir a Alexa que nos apunte determinado producto en la lista de la compra o que reproduzca nuestra canción favorita. Tener un asistente virtual en ... las casas ya no es algo inusitado a estas alturas. Pero los laboratorios aún son un territorio por colonizar en este aspecto, y en eso están trabajando dos cántabros desde EE UU, Luis Alvear (Santander, 2001) y Álvaro Buitrago (Santander, 2001), que han decidido emprender con su propio proyecto, al que han bautizado como Dimenso y que ha nacido con el objetivo de ayudar a los investigadores a optimizar y agilizar sus estudios y trabajos de campo. «Queremos acelerar el descubrimiento científico todo lo posible ofreciendo un producto ganador», explican.
Aunque desde fuera puede parecer que los científicos siempre trabajan con tecnología punta, lo cierto es que en algunos aspectos todavía queda camino por recorrer. «Cuando un investigador está capturando los datos, tiene que interrumpir siempre los experimentos para transcribirlos a un papel, a un cuaderno o a un ordenador», traslada Luis Alvear, que fue ahí donde identificó «un nicho de mercado bastante grande en el sector para poder innovar», porque «son entidades que gastan millones y millones en experimentos y hoy en día siguen capturando todos los datos de una forma rudimentaria».
«Hay entidades que gastan millones en experimentos y siguen capturando datos de forma rudimentaria»
Luís Alvear
Cofundador de Dimenso
Cuando comenzó a fraguarse el proyecto hace unos meses, el joven cántabro –tal y como publicó a comienzos de 2025 este periódico– trabajaba para la empresa estadounidense Galy, una startup dedicada a desarrollar el cultivo de algodón en laboratorio y de cuyo capital forman parte importantes grupos como Inditex. Para dicha compañía Alvear diseñó una inteligencia artificial que facilitaba la labor a los investigadores, y ahora ha querido aprovechar su experiencia y escalar en esa dirección brindando una herramienta a todo el sector. Para ello, recientemente decidió dejar su puesto en Galy y volcarse en su iniciativa, aunque desde su antigua empresa se le está prestando apoyo y es cliente de Dimenso.
Además, no ha emprendido solo. Este camino lo está recorriendo conjuntamente con el que ha sido su habitual compañero de aventuras desde pequeño, el también cántabro Álvaro Buitrago. «Nuestros padres eran amigos y hemos pasado toda la vida juntos», explican. Buitrago igualmente ha apostado por este reto y se ha mudado a EE UU, donde ya vivía desde hace años Alvear. Ambos residen en Boston, concretamente en Kendall Square (Cambridge), un punto entre los campus de Harvard y el MIT (Massachusetts Institute of Technology) y considerado «el kilómetro cuadrado con más empresas de biotecnología del mundo», con compañías como Moderna o Pfizer, así que «este es el momento perfecto para estar aquí», resumen.
«Podríamos haber liderado este proyecto desde España, pero habría sido mucho más lento»
Álvaro Buitrago
Cofundador de Dimenso
Los dos jóvenes explican que este es un proyecto que «se podría haber liderado desde España», no obstante, también especifican que «sería mucho más lento». No sólo por lo que supone estar inmerso en ese caldo de cultivo que es EE UU en materia de innovación, sino porque, remarca Alvear, «este país te permite levantar capital de riesgo de una forma mucho más rápida que España y se da un apoyo enorme a este tipo de proyectos científicos». De hecho, pese a que llevan menos de un año en marcha, el equipo que trabaja exclusivamente en Dimenso es ya de cinco personas.
Además, cuentan con otra serie de respaldos, entre ellos de otro cántabro, Daniel de la Pedraja, cofundador del proyecto y uno de sus principales inversores. De la Pedraja, formado en Harvard Business School, aporta la visión estratégica del equipo y se mantiene involucrado en el desarrollo del proyecto desde Madrid. A este apoyo se suma un profesor del máster de Inteligencia Artificial de la Universidad de Tufts que también trabaja como ingeniero en la empresa Bose, la conocida compañía de audio. Actúa como asesor técnico y guía al equipo en el entrenamiento de sus modelos de IA.
Y es que una de las cuestiones que han implementado en su asistente es que Dimenso reconoce perfectamente cuándo le habla su investigador y cumple sus directrices. «Nuestros clientes ya no tienen que quedarse dos horas más transcribiendo sus avances, pueden hacer sus gestiones de una manera mucho más eficiente sin necesidad de interrumpir en ningún momento el experimento». Tanto es así, que han calculado que «con nuestro sistema, un científico ahorra una media de doce horas semanales», e inciden en que quieren seguir optimizando tiempos. De hecho la herramienta es incluso capaz de capturar las notas que se hacen a mano en un folio. Así que en los laboratorios es cada vez más probable que se escuche eso de: «Dimenso, anota el siguiente descubrimiento...».
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