El general Víctor Bados: «La capacidad en defensa de un país lleva años, no se compra en un supermercado»
El experto en defensa ha abordado en el Foro Económico de El Diario Montañés 'La nueva geoestrategia mundial. Efectos sobre la internacionalización de las empresas'
Cuestiones como economía, geopolítica y defensa siempre han caminado de la mano, pero, en medio de un cambiante entorno global como el actual, su vínculo ... parece haberse estrechado más de un tiempo a esta parte. Un nuevo orden mundial que está rompiendo los esquemas establecidos y que, de hecho, se caracteriza por el prefijo 'des'. «Des-globalización», «des-dolarización», «des-occidentalización», «des-multilateralización», «des-democratización»... son algunos de los términos con los que definió este miércoles la fotografía internacional actual el general de brigada Víctor Bados en la ponencia que protagonizó en el Foro de El Diario Montañés titulada 'La nueva geoestrategia mundial. Efectos sobre la internacionalización de las empresas'.
Bados, que actualmente es el director del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) –entidad perteneciente al Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden), que a su vez forma parte del Ministerio de Defensa de España– comenzó su disertación realizando un recorrido sobre la geopolítica. A grandes rasgos, dibujó un clima en el que Rusia se esfuerza por recuperar su posición como potencia diezmada tras los agravios que ha sufrido desde la posguerra fría: «Rusia es el gran oso que está humillado, se siente mancillado y se esconde en la madriguera y al que pasa le mete el zarpazo». De China destacó su rápido ascenso económico desde los años 80 y la iniciativa de infraestructuras internacionales lanzada por Pekín (la llamada «nueva ruta de la seda»). Un auge que precisamente deja a Estados Unidos ante una necesidad de «reposicionarse» y reclamar su lugar como cabeza mundial, y lo ha hecho con una política proteccionista que, según Bados, ha erosionado la legitimidad y la capacidad de liderazgo estadounidense.
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A Europa prácticamente la excluye de todo este juego de ajedrez internacional, y eso pese a que geográficamente es un área que está «en el centro del conflicto». El Viejo Continente padece una pérdida de peso estratégico y una creciente dependencia exterior. Es por ello que el militar en varias ocasiones incidió a lo largo de su intervención en la necesidad de invertir en la capacidad de defensa, pero es un objetivo que requiere de años; porque «no es algo que se compre en un supermercado», ironizó. Es más, obtener la llamada autonomía estratégica para la Unión Europea pasa por mucho más que el ámbito de la defensa.
El muy viejo continente
El responsable del IEEE dedicó un bloque de su intervención a analizar la posición de Europa en el nuevo tablero global, un papel que definió como «declinante» desde hace décadas. Recordó que ya en los años 60 y 70 diversos analistas alertaban de que el centro de gravedad del poder mundial se desplazaba hacia Estados Unidos y la entonces Unión Soviética, mientras Europa empezaba a perder relevancia. Hoy, afirmó, el Viejo Continente se ha convertido en un protectorado norteamericano, atrapado en una cuádruple dependencia: militar, al comprar de forma masiva armamento estadounidense; comercial, cada vez más condicionada por China; energética, primero vinculada al gas ruso y ahora reorientada hacia Estados Unidos; y tecnológica, al carecer de capacidades propias en sectores estratégicos dominados por Washington y Pekín. En este contexto, calificó de «acuerdo de humillación» el incremento del gasto europeo en defensa destinado casi íntegramente a la industria de Estados Unidos, y subrayó que Europa está ahora pagando el precio de décadas de desinversión estratégica en la creencia de que la geopolítica era cosa del pasado.
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En todo este listado de retos, la asignatura en la que especialmente la Unión Europea debería dedicar horas de estudio es en el aspecto tecnológico. Bados enfatizó en la idoneidad de invertir en una estrategia con la tecnología en el centro, aspecto clave en una competición global que ya no se libra sólo en el terreno militar. Señaló que las potencias disputan hoy el control de los semiconductores avanzados, especialmente los chips por debajo de los siete nanómetros, cuya fabricación depende de muy pocos actores y convierte a Taiwán en un punto crítico del equilibrio mundial. A este desafío se suma la carrera por la computación cuántica, donde cada país busca alcanzar la supremacía tecnológica, así como la rivalidad en inteligencia artificial, tanto en el desarrollo de algoritmos como en la creación de sistemas y modelos más sofisticados. También subrayó la importancia del acceso y gestión de grandes volúmenes de datos, esenciales para la economía digital, y la competencia por el talento científico, que alimenta la innovación continua. Por último, advirtió que la implementación de las redes 6G será otro frente decisivo, pues quien lidere estas infraestructuras marcará el ritmo del desarrollo tecnológico global.
No obstante, son materias en las que resulta imposible ponerse al día de un momento para otro, enfatizó el general, especialmente tras décadas de desmilitarización, falta de inversión y una prolongada dependencia exterior que, en su opinión, han debilitado la autonomía europea. Por ello, no ve factible que el continente pueda alcanzar una capacidad plena de defensa sin apoyarse de manera estructural en la OTAN. «No lo creo, primero porque no hay tiempo. Yo no puedo ir a un supermercado a comprar kilo y medio de misiles. Las capacidades en guerra electrónica, información satelital, inteligencia artificial o en sistemas drónicos requieren años de desarrollo, recursos y planificación», zanjó.
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El foro
Las preguntas del público
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Aliados comerciales
«Debemos buscar más apoyo en Hispanoamérica»
Ante un escenario en el que EE UU se cierra con aranceles, «España debe mirar con especial atención a Hispanoamérica a la hora de reorientar los lazos económicos». Así lo aseguró Víctor Bados, que explicó que «constituye nuestro espacio natural por vínculos históricos y culturales», mientras otros actores —especialmente China— han ocupado el «vacío» dejado por Europa. A su vez, recalcó que África ofrece oportunidades, aunque resulta «más lejana y compleja».
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Relaciones
«China no es enemiga de la OTAN ni de España»
Víctor Bados, a preguntas del público, no demonizó que se estrechen lazos con China. Explicó que el gigante asiático no es considerada una amenaza por la OTAN y que su rivalidad es, sobre todo, con EE UU. «China no es enemiga de España ni de Europa, no hay ni un solo documento que diga lo contrario como sí ocurre con Rusia», afirmó, insistiendo en que no tiene sentido «buscar enemigos donde no los hay».
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Líderes
«Tras Putin y Trump habrá otro Putin y Trump»
Víctor Bados advirtió de que personalizar los problemas globales en líderes concretos es un error. Recordó que tanto Putin como Trump son «productos» del clima político y social de sus países, reflejo de tensiones internas profundas. «Hay un pensamiento buenista que dice: si quitamos a Putin se acaba el problema. No es así. Habrá otro Putin. Igual que habrá otro Trump», señaló, subrayando que ambos son fruto de su contexto.
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Desdolarización
«El oro vuelve a ser refugio ante la pérdida del dólar»
Víctor Bados explicó que numerosos países están acumulando oro en grandes cantidades, en parte por la pérdida de confianza en el dólar como referencia global. Señaló que Rusia, especialmente, está utilizando el oro como vía para sortear sanciones y mantener sus transacciones, mientras otros estados recurren a pagos bilaterales con monedas locales. «Todo el mundo está acumulando oro», resumió ante las preguntas.
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Militarización
«El ejercito entra en el Bernabéu y sobran asientos»
Víctor Bados insistió en que la disuasión solo funciona con capacidades reales y recordó que España mantiene «un gasto militar acorde a su tamaño», dijo dando a entender que es un esfuerzo que limita su fuerza. Para ilustrarlo, recurrió a una imagen contundente: «El Ejército español entra en el Bernabéu y sobran asientos». Por eso defendió que invertir en defensa no es rearmarse por rearmarse, sino garantizar respeto y protección.
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Riesgos
«Las cadenas de valor ya no son tan fiables»
Víctor Bados alertó de que las empresas actualmente deben replantearse dónde fabrican y de quién dependen porque el mundo es hoy mucho más inestable. Recordó que sucesos inesperados pueden bloquear rutas clave y frenar el suministro de productos esenciales. Por eso recomendó diversificar y no confiar en un único país o ruta para evitar riesgos innecesarios y no fiarlo todo «al famoso off-shore, de llevar fuera la manufactura».
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