El segundo satélite español con tecnología cántabra se pondrá en órbita en un mes
En el programa SpainSat NG juega un papel clave la empresa con sede en Santander Celestia TTI y también colaboró en la fase inicial Acorde
El arranque de este año supuso también el despegue del SpainSat NG I, un satélite destinado a las Fuerzas Armadas Españolas que supone un ... hito en la industria espacial de nuestro país. No obstante, dicho ambicioso programa comprende un segundo artefacto gemelo que seguirá el camino de su hermano en cuestión de semanas. Ambos ingenios espaciales son fruto de una intrincada colaboración liderada por Hisdesat y que cuenta con ADN cántabro corriendo por sus cables. Concretamente a través de la aportación de la empresa Celestia TTI (con sede en Santander y Madrid), que se encargó de desarrollar los amplificadores en banda UHF con los que ambos sistemas se pondrán en contacto con la tierra. Asimismo, en la fase inicial del proyecto sumó su granito innovador la empresa Acorde, nacida de la Universidad de Cantabria.
Hace unos días, tras meses de trabajos, se completó la puesta en servicio completa del primero de los nuevos satélites. De esta forma, se culminó la transferencia de todas las portadoras de comunicaciones para el Ministerio de Defensa hacia el SpainSat NG-I, operado desde el Centro de Hisdesat, ubicado en el municipio madrileño de Hoyo de Manzanares y considerado como el más avanzado de Europa. Explica la consejera delegada de Celestia TTI, Cristina Barquín, que durante este proceso para llevar a cabo las conexiones su compañía ha debido prestar apoyo para validar la entrega. «Desde su lanzamiento tienen que pasar entre cuatro y seis meses hasta que el satélite se situa en la órbita geoestacionaria y una vez que llega es cuando se realizan las comprobaciones finales en las que hemos prestado ayuda técnica», detalla la CEO al tiempo que resume que «ha ido todo muy bien».
Ahora habrá que repetir el mismo proceso con el gemelo del satélite que ya está sobrevolándonos a cerca de 36.000 kilómetros. El lanzamiento se producirá en Florida entre el 22 y 29 de octubre y con la puesta en marcha del segundo sistema se ampliará la cobertura de telecomunicaciones para abarcar desde Estados Unidos y Sudamérica hasta Oriente Medio, África, Europa y Singapur, cubriendo dos tercios del planeta. Además de proporcionar servicios a las Fuerzas Armadas españolas, formarán parte del sistema Govsatcom para la Comisión Europea además de para la OTAN, para potenciar su política defensiva. De hecho, «la Alianza Atlántica está a la espera de que se ponga en órbita para ser el primer cliente», explica Basilio Garrido, responsable del Servicio Estratégico de Hisdesat.
En este dispositivo Celestia TTI igualmente se encargó de desarrollar los amplificadores en UHF, una de las tres bandas de frecuencia con las que opera, y que son esenciales para que el satélite pueda transmitir y recibir señales. Un equipo conformado por una veintena de profesionales trabajó durante varios años en este reto tecnológico, sometiendo los equipos a pruebas extremas de vibración, vacío-térmico y compatibilidad electromagnética para garantizar su fiabilidad durante los 15 años de vida útil previstos del satélite. «Es sin duda uno de los proyectos más importantes que hemos asumido y el haberlo logrado nos da más credibilidad de cara a la industria para desarrollar retos más grandes», recalca Barquín.
Más aportación
Asimismo, el programa SpainSat NG contó en su fase inicial con la participación de otra empresa cántabra, Acorde. En su caso, colaboró con Airbus Defence and Space en el diseño de arquitecturas de amplificadores para una de las otras dos bandas de frecuencia de los satélites, en este caso la X. Se trató del desarrollo de los LNA (Low Noise Amplifier), encargados de la recepción de la señal con el menor nivel de ruido posible, y los HPA (High Power Amplifier), que permiten la transmisión con la potencia necesaria. Aunque en este caso la fabricación final de los componentes fue adjudicada a otros subcontratistas, la aportación de la empresa cántabra ayudó a plantear las antenas activas del satélite, mucho más sofisticadas que las convencionales ya que están formadas por una matriz de pequeños elementos que permiten variar la orientación y cobertura de la señal en órbita. Por todo ello, el CEO de Acorde, Manuel Lobeira, destaca que: «Estuvimos en ese proyecto entre 2018 y 2020 y fue importante porque supuso formar parte de unas tecnologías que en ese momento eran muy disruptivas y hoy en día son unas antenas referentes en el mundo».
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