Berlusconi cambia a su novia de 30 por una de 21

Apunto de cumplir los 80 años, poco ha cambiado en la vida de aquel joven Silvio Berlusconi adicto a las juergas, que se engalanaba con trajes de color crema y se repeinaba para seducir a las viudas acaudaladas. Ahora, con menos pelo -la mayoría implantado-, muchísima más pasta y con la misma sonrisa 'Profident', el espíritu es el mismo, pero el objetivo distinto: le gustan cuanto más jovencitas, mejor. Al parecer, el ex primer ministro italiano ha 'cambiado' a su hasta ahora novia, Francesca Pascale, de 30 años, por un nuevo amor de 21.

Se trata de Lavinia Palombini, que se define como «una apasionada de la política», universitaria, hija de un importante empresario romano, guapa, ambiciosa y militante de Forza Italia, el partido de Berlusconi. La noticia bomba la soltó el periódico 'Il Fatto Quotidiano', que asegura que la parejita se conoció el pasado verano en Cerdeña, entre la arena y las aguas cristalinas de la isla, donde se enamoraron. «Desde entonces 'Il cavaliere' ha colmado a la joven de atenciones y consideraciones. La llama continuamente, hasta 60 veces al día. En Cerdeña estaba a todas horas pendiente de ella», asegura una fuente cercana a la familia de Lavinia, que además desvela que la conquista con regalos caros.

Un escándalo que ha quitado la sonrisa de golpe a Berlusconi, que no ha tardado en reaccionar negándolo todo a través de su abogado: «Es un hecho totalmente inventado, privado de cualquier fundamento y claramente difamatorio», respondía en un comunicado. A lo que el periódico ha replicando con información comprometida echando más leña al fuego. Según el diario, su actual novia habría entrado en cólera al conocer la noticia: «¿Quién es esta?», «Ahora organizas una entrevista y lo desmientes todo. O de lo contrario, no me controlo». Pero el showman del 'bunga, bunga' ha optado por la callada por respuesta. Hasta que 'deleite' de nuevo al público con sus chistes verdes: «El otro día me hice un análisis de sangre y me dio lo normal para un hombre de mi edad: 90% de viagra en el plasma», suele bromear. Una chanza que, a juzgar por sus acciones, esconde una verdad.