La controvertida reforma de las pensiones de Macron llega al Senado francés
La Cámara Alta tiene de plazo hasta el 12 de marzo para examinar el proyecto de ley que pretende elevar la edad de jubilación de los 62 años actuales a los 64
La controvertida reforma de las pensiones del presidente Emmanuel Macron ha llegado este jueves al Senado francés, después de un agitado y tenso debate en ... la Asamblea Nacional. «Toda reforma de las pensiones es difícil», reconoció el ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, al inicio del debate en la Cámara Alta. «Mejorar sin equilibrar» el sistema sería «irresponsable» y «equilibrar sin mejorar sería injusto», «por eso queremos hacer los dos. Esta reforma hará más justo nuestro sistema de pensiones», prometió.
Gabriel Attal, ministro delegado de cuentas públicas, pidió a los senadores que debatan con «respeto», lejos de los insultos que se oyeron hace unos días en la Asamblea Nacional. Attal explicó que el objetivo del Gobierno es simple: «construir un compromiso claro para la jubilación de los franceses».
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El agitado debate en la Cámara Baja finalizó sin voto por la falta de tiempo de los diputados para examinar el texto debido a las miles de enmiendas presentadas por La Francia Insumisa, el partido izquierdista de Jean-Luc Mélenchon, el equivalente de Podemos en Francia.
Los senadores han presentado 4.700 enmiendas al texto, lejos de las 20.500 presentadas en la Asamblea Nacional, de las que unas 13.000 provenían de La Francia Insumisa. A diferencia de los diputados, los miembros de la Cámara Alta pretenden «llegar hasta el final del debate» y someter el conjunto del texto a votación, aseguró el presidente del Senado, Gérard Larcher, en una entrevista con el diario 'Le Figaro'.
La reforma de las pensiones llega al pleno del Senado, después de que la comisión de Asuntos Sociales de la Cámara Alta aprobara el proyecto del Gobierno de retrasar la edad de jubilación a los 64 años, frente a los 62 años actuales. La derecha, favorable a la reforma de las pensiones, tiene mayoría en la Cámara alta, cuyos miembros tienen de plazo hasta el 12 de marzo a medianoche para examinar el texto. El proyecto de ley pasará después a ser examinado por la comisión mixta.
Los sindicatos franceses preparan para el 7 de marzo una gran jornada de protestas contra la reforma de las pensiones y amenazan con paralizar el país si el Gobierno no retira el proyecto. El portavoz del Ejecutivo, Olivier Véran, agitó el miércoles el miedo a una huelga general y advirtió que con la paralización del país «se corre el riesgo de una catástrofe ecológica, agrícola, sanitaria, incluso humana en unos meses».
«Movilización sin precedentes»
«Señor Olivier Véran, un poco de seriedad: la sequía, ¿es la culpa de los sindicatos? La crisis sanitaria, ¿ídem? Y ¿por qué no la derrota en el Mundial de fútbol? Vuestros intentos de desacreditar una movilización sin precedentes contra (la jubilación a) los 64 años son obvios», reaccionó enfadado en Twitter el sindicalista Laurent Berger, secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT).
Bruno Retailleau, senador del partido conservador Los Republicanos, considera que «dar marcha atrás sobre la reforma de las pensiones, sería abdicar» para Macron, ya que el impopular proyecto de ley es una pieza clave del programa reformista con el que fue reelegido en 2022.
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