Un maestro cuya impronta se dejó sentir en la vida municipal
Isidoro Noriega Molleda fue concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Camargo en etapas lideradas por tres alcaldes: Ángel Duque, Eduardo López Lejardi y ... María Jesús Calva. Además de su faceta política, estuvo vinculado profesionalmente a la educación como profesor de filosofía y director del IES Muriedas. En el ámbito personal, vecinos, alumnos, amigos y compañeros le recuerdan como un «ejemplo», una persona «positiva», llena de «sentido del humor» y afanada en «buscar soluciones» dejando a un lado los aspectos positivos. No fue un profesor cualquiera, fue un maestro, cuya impronta también se dejó sentir en el plano político.
Quienes le recuerdan, quienes han convivido con el, saben que siempre tenía una o dos frases que repetía allá cuando tenía ocasión y que retrataba ese talante tan especial: «Si tienes un problema y tiene solución, no hay de qué preocuparse; si no lo tiene, tampoco» y «los problemas de dinero, no son problemas».
De la mano de la que fue alcaldesa de Camargo durante la legislatura de 2004 a 2007, María Jesús Calva, Noriega ocupó también el puesto de primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento y actuó como portavoz del grupo municipal socialista en la Corporación. En esta etapa política también fue concejal de Seguridad y Protección Ciudadana y, tras la irrupción de Acap, presidente de la Ejecutiva local.
Con Eduardo López Lejardi, que fue el alcalde de Camargo antes que Calva (legislatura de 1999 a 2003), también formó parte de la Corporación municipal. Noriega también ocupó otras áreas de responsabilidad dentro de la Corporación municipal, como la Concejalía de Cultura, una etapa en la que pudo impulsar la Escuela de Música.
Una vez fuera de la primera línea de la política municipal camarguesa, Noriega nunca se apartó de la agrupación socialista de Camargo y se mantuvo vinculado a ella desde una posición activa, hasta que la salud se lo permitió. Participó incluso como presidente de las asambleas de la formación y lo hizo, según así lo recuerdan ahora sus compañeros, desde una perspectiva «reflexiva, analítica, lúcida y crítica». Y es que Noriega «era una persona muy informada que ofrecía análisis muy claros de la situación, aportando soluciones e intentando siempre ir hacia delante».
El funeral se celebró ayer a las 12.00 horas. La pérdida de Noriega también se dejó sentir en el Ayuntamiento camargués. Horas antes de que se oficiara su último adiós, se emitió desde la Alcaldía un comunicado interno para los trabajadores municipales: venía a decir que si querían acudir al funeral, podían hacerlo, siempre que quedara «el servicio cubierto».
No cabe duda de que, en cualquiera de sus facetas humanas y profesionales, Isidoro Noriega fue una de esas personas que dejó huella allá donde estuvo. Un camargués que ha servido de ejemplo para muchos tanto en el plano educativo, político y personal.
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