Fruto de una inocentada nació mi padre. A quien mi abuela tuvo a bien alumbrar en el día de los Santos Inocentes. A causa de ... aquella inocentada anda servidor, muy a toro pasado, rebuscando inocentadas para este rincón de andar y ver. Tempranamente las documento, mayúsculas y festivas, en 'La Abeja Montañesa'. Y más tarde, a m+ogollón, en toda la prensa local. A tan pecular asunto, la Asociación de Periodistas de Cantabria (APC) ha dedicado amplios y sesudos estudios. Y no es inocentada.
En 'La Atalaya' (28.12.1896), ripia sin ripiar el ripiador de turno: «Hoy es el gran día / de los Inocentes, / santo, por lo tanto, / de muchas personas, / en España al menos, / pues los españoles / de inocencias estamos / muy aventajados. // Hoy, los noticieros dan inocentadas / contando mentiras / y barbaridades, / que el que lea / se entretenga un poco / y haga comentarios, / si es que quiere hacerlos. // En España todos, / como digo arriba, / somos inocentes, / pero en alto grado. / Yo lo soy muchísimo / y la prueba de ello / es que hoy solemnizo / y celebro el día / haciendo estos versos, / que cuestan un triunfo, / porque son difíciles / por el consonante. (...)».
Puesto a liarla, un ripioso sin ripio actual podría hacer pasar por inocentadas verdades como puños que circulan por las redes sociales de Cantabria. La más socorrida: una foto del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con leyenda al pie: «Hoy es el día de los Inocentes. ¡Felicidades a quienes me habéis votado!». Mientes más que Sánchez. Tragas más que Patxi. Y topas más que Puente han pasado ya al Diccionario como frases coloquiales. Y no es inocentada.
Y por Peñaherbosa y el Alta: Haga lo que haga Buruaga se opone Zuloaga. Diga lo que diga Zuloaga le importa una higa a Buruaga. Y no es inocentada.
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