Continúa la locura en Sanidad
LA CUARTA ·
Pocos sectores han tenido que trabajar con este estrés innecesario y con tanta incertidumbre de que le publiquen los boletines la víspera del fin de semana a las 20.00 horas, cuando ya tiene todas las reservas y las compras hechasA día de hoy, continúa la locura en la gestión de la pandemia por parte de la Consejería de Sanidad de Cantabria. Hemos vivido situaciones ... increíbles, absurdas e innecesarias. Por citar algún caso simpático, cuando nos llamaban de las empresas preguntando si la normativa se aplica a los primeros platos o a los postres de la cena, porque cuando el cliente se sienta a cenar hay una norma y durante la cena cambia el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) y los postres se dan con otra.
Pocos sectores han tenido que trabajar durante la pandemia por covid con este estrés totalmente innecesario y con esa incertidumbre de que le publiquen los boletines la víspera del fin de semana a las 20.00 horas, cuando ya tiene todas las reservas y las compras hechas.
Es un claro desprecio a todos los que componemos este sector, que nos ha llevado a sufrir el doble o más que la mayor parte de las Comunidades Autónomas que, con poblaciones veinte veces superiores, no han maltratado tanto y con tanto desprecio a sus ciudadanos, para al final tener resultados muy similares y mucho mejores si lo juzgamos valorando la dificultad de uno y otro caso.
Hay dos resoluciones básicas. La del 18 de junio, que se ha modificado diecisiete veces y la segunda del 11 de mayo lleva ya dieciocho
Pese a todo este caos que nos rodea, seguimos tendiendo la mano para intentar controlar a este «maldito bicho» que nos ha cambiado la vida
Pero, ¿todo esto era absolutamente necesario? Pues absolutamente no.
La desorientación y los palos de ciego que hemos venido soportando se evidencian en los siguientes datos, que recorremos por encima para no aburrir.
Hay dos resoluciones básicas. La del 18 de junio del 2020 y la del 11 de mayo de 2021. En cuanto a la primera del 18 de junio se ha modificado diecisiete veces. ¿Cuál es la vez en la que se acertó? Creemos que ninguna porque hubo que acudir a la legislación complementaria que regulaba la libertad de horarios para la población e incluso al decreto, de 13 de abril, que extendía a Cantabria limitaciones derivadas del estado de alarma.
Luego, a la vista de que no se veía luz y nos pillaba una ola tras otra, pues se dictó la resolución del 11 de mayo 2021, que para el 24 de agosto, lleva ya dieciocho modificaciones. Ello sin contar con prórrogas de cierres y toques de queda.
La falta de empatía hacia nuestro sector y la soberbia ha impedido una colaboración que hemos ofrecido constantemente y se nos ha rechazado siempre, lo que ha dado lugar a unos quince procedimientos ante la Sala de lo Contencioso, siendo los últimos los que mayoritariamente han entendido que el sector está sufriendo más de lo necesario y han adoptado resoluciones que sin ellas estaríamos todos en la ruina.
Hemos tenido que denunciar incluso a la Consejería de Sanidad de Cantabria por ocultar el contenido del Auto de la Sala de lo Contencioso por el que le limitaba a seis días la prórroga del toque de queda que había solicitado.
Pero lo más curioso en este tema es que todavía lo justifican con argumentaciones rebuscadas y forzadas que no debieran engañar a nadie, pues cualquier persona entiende que un documento que sale de un órgano judicial para una resolución de la Consejería que va a afectar a todos los ciudadanos, pues lo normal es que se publique entero en la página web donde tantas tonterías y autobombo se suele meter.
Sin querer hacer de este tema algo jurídico, nos vamos a limitar a transcribir lo que dice la ley de Transparencia. «Las Administraciones Públicas, en el ámbito de sus competencias, publicarán: a) Las directrices, instrucciones, acuerdos, circulares o respuestas a consultas planteadas por los particulares u otros órganos en la medida en que supongan una interpretación del Derecho o tengan efectos jurídicos». Así que más claro no puede estar.
La consecuencia de todo este caos que venimos relatando es el desbarajuste general, la falta de orientaciones firmes y claras y un cambio constante en el que reinaba una gran confusión, que afectaba incluso a ayuntamientos y policías donde unos decían una cosa y otros otra ante el mismo caso.
Lo único claro es que los botellones se han impuesto sobre el ocio legal y controlado y ante el fin del toque de queda, ya no tiene cabida esta restricción absurda. Se saca el descontrol a la calle y la 'patata caliente' acabará reventando.
Pese a todo este caos que nos rodea, seguimos tendiendo nuestra mano, estamos aquí para intentar ayudar a controlar este «mal bicho» que nos ha cambiado la vida a todos y lo repetiremos hasta la saciedad: señores de la consejería de Sanidad, estamos a vuestra entera disposición para trabajar y conseguir que este barco, en el que vamos todos, llegue a buen puerto a la mayor brevedad posible.
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