Trabajar los domingos
Defender el descanso dominical es defender el empleo de calidad y la conciliación
Pablo Toyos
Federación de Servicios de CC OO
Martes, 2 de diciembre 2025, 07:12
Un año más, recibimos la propuesta de la Dirección General de Comercio y Consumo del Gobierno de Cantabria para elaborar el calendario que establecerá aquellos ... domingos y festivos con licencia de apertura.
Unas aperturas que, presentadas a menudo como una medida de libertad económica, tienen, en realidad, consecuencias profundamente negativas tanto para las personas trabajadoras del sector como para el comercio local y de proximidad.
Un modelo que, lejos de generar riqueza o empleo estable, fomenta la precariedad, desequilibra la vida laboral y personal y acelera el declive del pequeño comercio, base del tejido social y económico de nuestras ciudades. Frente a esta tendencia, reclamamos un modelo de comercio equilibrado, sostenible y justo, que sitúe a las personas en el centro.
La liberalización de horarios dificulta la conciliación familiar y personal; genera estrés y fatiga laboral; las compensaciones económicas o descansos alternativos son, en la mayoría de los casos, insuficientes o inexistentes; producen una discriminación indirecta de género, ya que muchas trabajadoras del sector asumen también responsabilidades familiares; no crea empleo real, sino que fragmenta las jornadas y aumenta la inestabilidad contractual.
En definitiva, la apertura dominical erosiona derechos laborales básicos en nombre de una supuesta demanda de consumo que, en la práctica, solo beneficia a las grandes cadenas.
¿Y qué ocurre con el pequeño comercio que aporta diversidad, cercanía y vida a los barrios? El otro gran perjudicado por la apertura indiscriminada. Mientras las grandes superficies pueden sostener horarios extensos gracias a su estructura y recursos, el comercio local no puede competir y sufre descenso de ventas, cierre progresivo de establecimientos y pérdida de empleo estable que se traducen en la desertización de los centros urbanos y por tanto, en pérdida de tejido social.
Defender el descanso dominical es, por tanto, defender el empleo de calidad y la conciliación, pero también al comercio local. Dos luchas que convergen en el objetivo de promover un comercio con rostro humano, sostenible, socialmente responsable y al servicio de la comunidad para construir un tejido comercial vivo, justo y sostenible, capaz de mantener la identidad y la economía de nuestras ciudades y de garantizar el descanso y la conciliación familiar de las miles de personas trabajadoras afectadas por estas aperturas.
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