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Imagen promocional de 'Señor, dame paciencia'.

Vasco, negro y gay

'Señor, dame paciencia' explota con efectividad los tópicos regionales en la rentable estela de '8 apellidos vascos'

Oskar Belategui

Jueves, 15 de junio 2017, 18:55

La sombra de '8 apellidos vascos' sigue siendo alargada. La película más taquillera del cine español -55 millones de euros y casi 10 millones de espectadores- abrió la veda del humor costumbrista, un género que nunca se había abandonado del todo. El éxito en la pequeña pantalla de 'Allí abajo' confirma que las diferencias regionales siguen haciendo reír al personal. De ahí que una 'major' como Warner y Atresmedia estrenen hoy con profusión de copias 'Señor, dame paciencia'.

Jordi Sánchez, un actor condenado a hacer de cascarrabias desde su personaje de Recio en 'La que se avecina', protagoniza una comedia que repetirá a buen seguro la jugosa taquilla de 'Perdiendo el Norte' y 'Cuerpo de élite'. La inspiración llega, sin embargo, de otra rentable farsa francesa, 'Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?', con un padre de familia conservador cuyos prejuicios eran puestos a prueba por sus hijos.

Don Gregorio -así pide que le salude al portero de su finca en el barrio de Salamanca- es el prototipo de burgués tirando a fachilla, madridista, racista y homófobo. Tras enviudar (su mujer está encarnada por Rossy de Palma, que reaparece fantasmal después de muerta), este banquero gruñón emprende un viaje de fin de semana a Sanlúcar de Barrameda para arrojar sus cenizas al Guadalquivir.

Le acompañan sus tres hijos a bordo de una furgoneta hippy pintada con la senyera de Cataluña y el blaugrana del Barça, conducida por su yerno catalán. Su enfado perenne lo resume muy bien el guardia civil que les para en la carretera, interpretado por Antonio Dechent, el actor andaluz de la voz de trueno: «¿Así que tiene a una hija liada con un culé, a otra con un perroflauta y un hijo homosexual?». Más aún: el chaval, con el que apenas se habla (Eduardo Casanova), viene acompañado de su nuevo novio, que resulta ser vasco, negro y, claro, gay. Boré Buika, hermano de la cantante Concha Buika, da vida a Eneko, un personaje que será recibido con sonrisas en los cines de Euskadi.

«Mi personaje es vasco y homosexual, aunque lo que llama la atención a Gregorio no es ni una cosa ni otra», cuenta el actor mallorquín de ascendencia guineana. «He intentado no caer en la caricatura y hacer un vasco real, porque hay veces que cuando tienes que hablar con un acento distinto lo llevas a un extremo que no es».

'Señor, dame paciencia' cumple con eficacia su cometido -buscar la risa fácil- gracias a unos actores que asumen con gusto sus estereotipos. Cierta precipitación y deslices de realización -cantan los efectos digitales- ensombrecen un divertimento de innegable regusto televisivo.

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