Camargo incrementa su lucha contra los vertidos ilegales
El municipio ha impuesto en 2021 siete multas por arrojar basura, un lastre que se ceba en polígonos y senderos de diferentes pedanías del valle
Las imágenes de escombros, plásticos, sofás, electrodomésticos y todo tipo de enseres arrojados en la calle conforman desde hace años uno de los álbumes de fotos más deshonrosos de Camargo. Como problema transversal que afecta a sea cual sea el equipo de gobierno, el Consistorio está empeñado, no sólo en hacer pedagogía, sino en castigar este tipo de conductas, que perjudican a los vecinos y a los núcleos empresariales del municipio. Para hacerse una idea de cómo progresa esa segunda tarea, en lo que va de año el Ayuntamiento de Camargo ha impuesto hasta siete multas por valor de 13.000 euros -11.000 más que en 2020, periodo en el que se tramitó solo una sanción- enmarcadas dentro de estos delitos. Números al margen, la presencia regular de los vertidos ilegales -y, con ella, la indignación de los vecinos que sí contribuyen a mantener las calles limpias- ha obligado al Ayuntamiento a volcarse en las recetas para solucionarlo. Ahí está la campaña de vigilancia especial iniciada por la Policía Local esta semana, concebida para controlar y sancionar estas agresiones al medio ambiente; pero también el expediente sancionador abierto por el Consistorio a una empresa de alimentación precisamente por verter desechos donde no toca.
La imagen del polígono Elegarcu adjunta a esta información, ilustra la magnitud de la lucha para muchos negocios. Hoy por hoy la situación está más controlada gracias a la iniciativa de las empresas y la mano tendida del Ayuntamiento, pero este núcleo de Cacicedo ha encarnado el hastío y la indignación que los basureros improvisados provocan. De hecho, el recinto industrial fue el primero del valle en instalar cámaras de vigilancia para cazar 'in fraganti' a los arquitectos de estas montañas de porquería, a inicios de 2020.
Escombros, cartones, tablas de madera, juguetes... Ni la inmundicia ni el cabreo es tan distinto en el resto de 'puntos negros'. La lucha contra los vertidos en Camargo es una causa común entre otras cosas porque afecta a casi todas -si no todas- las pedanías en algún que otro sitio. Los vecinos lo han podido comprobar, ya se dieran una vuelta por el barrio Ladredo, el pueblo de Camargo; el entorno del cementerio, en Revilla; el Polígono de Otero, en Igollo; o más recientemente, por diferentes calles de Escobedo, lo que incluso ha sido objeto de polémica entre los grupos políticos. Al margen de estos rifirrafes, el Consistorio siempre apela a la responsabilidad y sobre todo al uso de los servicios de recogida, a disposición de empresas y particulares.