Las mujeres gitanas de Camargo piden la renovación de un local tres años después de su estreno
El Consistorio, que dejó el espacio «como nuevo» en abril de 2016, no contempla rehabilitarlo otra vez y emplaza al colectivo a «cuidarlo bien»
Las mujeres gitanas de Camargo exigieron ayer la rehabilitación de su local, en el barrio Buenos Aires de Maliaño, para poder realizar ahí las actividades sociales que proponen agrupaciones como la Plataforma Romanés a las familias del municipio. «No hay ni luz ni agua. Aquí no se puede hacer nada», lamentó Marta Gatón, coordinadora de proyectos y programas de esta agrupación, tras un encuentro en La Vidriera con diferentes familias donde dio a conocer un programa de iniciativas de salud, educación además de charlas con profesionales de distintos sectores. La polémica nace porque este mismo espacio ya fue renovado en abril de 2016, fecha en que el Ayuntamiento llevó a cabo una restauración a fondo. Conocedor del estado en que se encuentra ahora pero también del uso que ha recibido, «fiestas incluidas», el Consistorio recuerda a los usuarios la importancia de «cuidarlo bien» y desde luego no contempla rehabilitar de nuevo un recinto que pasados tres años ya presenta una puerta dañada, unos baños en mal estado, además de signos de humedad.
No es la versión que ofrecen las familias, que dicen sentirse marginadas por las instituciones y aseguran haberle dado un uso correcto al espacio, «deteriorado a su vez por las inundaciones», como agregó Gatón. Para ella pero, sobre todo, para los vecinos gitanos, su mala situación en el municipio responde a un cúmulo de todo. Las comparaciones con sus vecinos de Santander, por ejemplo, «que reciben una atención mucho mejor», agotan su paciencia. «No somos tantos y no nos hacen caso», opinaba una mujer, niño en brazos, que prefirió no publicar su nombre en el periódico.
Todo lo contrario piensa la alcaldesa de Camargo, Esther Bolado, cuya intención de darle otro lavado de cara al local es, a día de hoy, nula: «Hace tres años lo dejamos como nuevo: arreglamos paredes, los cables, los baños... Todo. Igual que hacemos con cualquier colectivo que lo necesita. Siempre les hemos insistido que tienen que mantenerlo y cuidarlo bien, pero así no se puede», lamentó la regidora, antes de dar cuenta de las fiestas que se han venido celebrando en este recinto, «quejas vecinales incluidas».
Contra el chabolismo
Hay algo en lo que ambas partes están de acuerdo: encontrar una solución habitacional a las familias que viven en el ya conocido como 'poblado' de Alday, una zona de chabolas a las afueras de Maliaño en la que conviven algunas familias de etnia gitana. El 'Programa de erradicación del chabolismo en Camargo' cuenta con 50.000 euros anuales de fondos europeos para promocionar el alquiler de vivienda, pero el Ayuntamiento, después de años estudiando cada caso y buscando financiación de entidades financieras -otra arista complicada-, pide más tiempo a las familias para abordar un problema «que es complejo» lo mejor posible.