Quejas por los fallos de la expendedora de billetes de la estación de La Vidriera

Y el resumen no es positivo: que si sacar billetes es como jugar a la ruleta, que si el personal sigue siendo necesario para atender a muchos usuarios y garantizar la seguridad, pese a la nueva política de la empresa para dejar todo en manos de las máquinas... Una tras otra, y con el pequeño consuelo, eso sí, de no ser el único 'gafado' con las taras del servicio de transporte. La resignación hasta dejó ver alguna sonrisa estoica entre la decena larga de viajeros que aspiraban a subirse a un convoy.

Una de las vecinas que más acostumbrada está ya a estos contratiempo es Josefina Diego, de Maliaño, usuaria habitual. Soltaba ayer palabras como «desastre» y «despropósito» en relación al funcionamiento del terminal, mientras el resto asentía con la cabeza en silencio. No había arrancado todavía con ninguna frase cuando de repente un chaval se elevó por encima de la barrera. «¿Ves? ¿Cómo no va a pasar esto si las máquinas para sacar un billete no funcionan? Y claro, tampoco hay nadie que vigile ni nada, así que...», comentaba al fin.

Billetes imposibles de sacar, máquinas que funcionan un día sí y al otro no... A María Ángeles García, natural de Miengo, le quería sonar todo lo que estaba escuchando, de modo que terminó uniéndose a la conversación. El tren no iba a llegar todavía. «Es necesario que haya alguien, por una cuestión de ayuda a las personas mayores que no saben cómo sacarse un billete. Yo misma tuve que ayudar a una persona hace poco. Y, si no es por eso, que lo hagan al menos por mera seguridad. Aquí puede pasar cualquier cosa», lamentaba, creando ya un corro más importante a su alrededor.

García encarna las quejas que muchos alcaldes avanzaron ya la semana pasada tras la desaparición de la mayoría de taquilleros en las estaciones cántabras debido a la cesión de la gestión y la venta de billetes de Adif a Renfe. Para hacerse a la idea, de las 80 paradas de tren existentes en la región sólo 11 mantienen la venta presencial: Santander, Bezana, Torrelavega, Puente San Miguel, El Astillero, Solares, Liérganes, Treto, Marrón y Gibaja. ¿Camargo? En la lista de los otros 92 municipios que tendrán que acostumbrarse a la autoventa.

Atento a la exposición de anécdotas, otro vecino de Maliaño, José María Moreno, quiso enfocar sus demandas más allá de las taras del sistema o los retrasos habituales. «Yo mismo casi tuve un accidente el otro día, cruzando de un lado al otro del andén. No sé ve absolutamente nada y es necesario cuanto antes un punto de luz, sobre todo en invierno que oscurece casi a las cinco de la tarde»

Al menos esta última solicitud podría tener un remedio más rápido que todos los anteriores. Según trasladó el concejal de Obras del Ayuntamiento de Camargo, Íñigo Gómez, el equipo municipal comprobará si existe un problema de iluminación en la zona para abordar, «si es necesario», la instalación de un punto de luz. En el resto de casos, el Consistorio ya ha comunicado a Adif los problemas que sufren las máquinas de esta estación para que se tomen medidas lo antes posible.