«Este vecino nos quiere matar, casi nos quema la casa y ahora nos embiste con su furgoneta»
José Antonio Fernández y María Ángeles Cuerno, matrimonio de Camargo, sufren un «infierno» de amenazas por una guerra que ya dura tres meses
«Volvíamos de dar vuelta a la hierba seca con el tractor, en una finca nuestra muy cerca de casa, cuando de repente se acercó ... con la furgoneta y nos embistió contra la rueda varias veces». José Antonio Fernández no puede evitar temblar cuando relata el «infierno» que él y su mujer, María Ángeles Cuerno, vienen sufriendo en los últimos meses por culpa de un conflicto vecinal desencadenado a raíz de una finca colindante, ahora destinada al depósito de vehículos y que esta pareja ha insistido en denunciar. Desde entonces, padecen amenazas de manera habitual. Para muestra, los restos de su furgoneta calcinada, por culpa de un fuego «intencionado» hace dos meses; el cóctel molotov arrojado por su ventana y que casi prende su casa, tres atrás; sin mencionar todas las «provocaciones» a que se ven sometidos.
Mientras la Justicia hace su trabajo, la ansiedad de María Ángeles y José Antonio sigue al límite. «¿Qué más tiene que pasar? Este vecino nos quiere matar, casi nos quema la casa y ahora nos embiste con su furgoneta. ¡No podemos vivir así!», revive ella tras volver del médico, el primer sitio al que ha tenido que acudir después del enésimo episodio de esta serie de hostilidades.
Las siete cámaras de seguridad que recientemente han instalado en el exterior de su parcela dan una idea de la intranquilidad que ambos viven. Si ya estaban asustados hace dos meses, cuando su furgoneta ardió 'por sí sola' cerca de la medianoche, el encontronazo de ayer no ha hecho mas que revivir esos fantasmas. «Cruzó su furgoneta y empezó a golpear la rueda del tractor. Una y otra vez. No me lo podía creer», declara José Antonio, antes de recordar los 'paseos' y las intimidaciones que tienen que escuchar desde el interior, un refugio del que cada vez más les cuesta salir por culpa de voces como la siguiente: «¡Os voy a quemar la casa!», reproduce a lágrima viva María Ángeles.
El encontronazo de ayer es el enésimo capítulo de un conflicto vecinal fruto del uso de una finca orientada al depósito de vehículos
Al igual que hace dos meses, esa versión de los hechos narrada a El Diario es la misma que vienen facilitando a las fuerzas de seguridad, tanto ayer como en las últimas fechas. En este tiempo, los uniformados de la Policía Local y la Guardia Civil han tomado declaración y también muestras suficientes para identificar las huellas del autor de estos hechos, más que nunca desde el 22 de marzo. Aquella noche, las llamas devoraron la furgoneta de su hijo mientras el matrimonio estaba a punto de ir a dormir. Un mes antes, un «cóctel molotov» arrojado en el interior de la vivienda inauguraba el «infierno» de este conflicto.
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