Encuentran muerto al piragüista desaparecido en el pantano del Ebro
Los servicios de emergencia de Cantabria, en colaboración con el 112 de Burgos, hallaron anoche sin vida al hombre, de 41 años y vecino de La Costana, al que no encontraba su familia tras haber salido a dar una vuelta con su kayak
El piragüista que desapareció ayer en aguas del pantano del Ebro ha sido hallado muerto. Se trata de un vecino de La Costana (Campoo de Yuso), de 41 años de edad, que a primera hora de la tarde había salido a navegar con su kayak desde La Población. Al no regresar a la hora prevista, su padre dio la voz de alarma a los servicios de emergencia sobre las 18.30 horas y se montó un amplio dispositivo de búsqueda. Según informó el 112, a las 21.00 horas de ayer un familiar del afectado ha sido quien lo han encontrado en el agua, cerca de la orilla, en el entorno de Quintanamanil.
Se trataba de un habitual de la zona, experimentado en el deporte, que no regresó a la hora establecida. Servicios de emergencias de Cantabria y Burgos, y allegados, le buscaban desde la recepción del aviso en el Centro de Atención a Emergencias del Gobierno de Cantabria pasadas las 18.30 horas.
Hasta el lugar se movilizó a bomberos y rescatadores del Gobierno de Cantabria, al servicio de drones también del Ejecutivo, 061, Guardia Civil que aportó patrullas y otro dron del Seprona, Cruz Roja con ERIE acuático y una embarcación, y las agrupaciones de Protección Civil de Reinosa y Campoo de Yuso.
Se dió traslado también al 112 de Castilla y León desde donde se movilizó a bomberos del Ayuntamiento de Burgos con medios acuáticos, Bomberos Voluntarios de Valdebezana y la agrupación de voluntarios de Villarcayo.
Para coordinar el operativo, técnicos de Protección Civil del Gobierno de Cantabria establecieron un Puesto de Mando Avanzado (PMA) en La Población, localidad perteneciente al municipio de Campoo de Yuso.
Según relataron fuentes municipales a El Diario Montañés, el hombre que ha desaparecido tenía experiencia en deportes naúticos y solía hacer un «paseo diario» con su kayak tras acabar su trabajo, regresando siempre a una hora prevista. Al no hacerlo esta vez, su padre fue quien se inquietó y dio la voz de alarma sobre las 18.30 horas para buscarle y, de inmediato, se movilizó todo el operativo.